El difícil arte de ser padres
Estresados, agotados, superados en muchas de las veces por la problemática cotidiana, muchos padres llegan a sentirse perdidos ante el desafío de educar a sus hijos.
El Servicio de Protección de la Juventud del cantón de Vaud atiende 5000 situaciones de diversas formas de conflictos interfamiliares.
“Con mucha frecuencia hay situaciones de gran desasosiego entre los padres que se sienten tan totalmente agobiados por las circunstancias de la vida, las preocupaciones personales, de trabajo, financieras, conyugales… que simplemente ya no logran encontrar la energía para ser padres”, indica Philippe Lavanchy, responsable de esa dependencia.
“Eso existe y es algo muy pesado”, comenta con respecto a los problemas que más se presentan en la oficina a su cargo.
Añade que, por supuesto, también hay situaciones de maltrato físico, más o menos intenso, cuando, por ejemplo, el sistema de educación es regularmente construido sobre golpes, amén de numerosos casos de abusos sexuales cometidos, en su mayor parte, por personas muy cercanas a la familia.
Menos tolerantes
Inquirido sobre si esa sensación de abatimiento o impotencia entre los padres es un fenómeno nuevo o si simplemente se confiesa más ahora, nuestro interlocutor responde que actualmente se ve más porque hay más atención, además de que los valores de la sociedad han evolucionado.
“Somos menos tolerantes, por ejemplo, con un sistema educativo violento, como lo era hace 20 o 30 años. Entonces, creo que eso aumenta, de alguna manera, porque estamos más atentos, porque el umbral de tolerancia es más sensible”.
Entrevistado al término del debate organizado por el conductor del programa radial para niños, ‘Las Cebras’, Jean-Marc Richard, en el que también tomó parte, Philippe Lavanchy aludió asimismo al hecho de que la situación socioeducativa se degrada.
El embate publicitario
¿Y a qué obedece esa situación?, inquirimos:
“Se degrada, yo creo, porque cada vez es más difícil ser padres. Es difícil porque ser padre es dar amor pero también fijar límites, mientras que todo el consumo, toda la publicidad, va exactamente en el sentido contrario.
“Va en el sentido de que si tienes ganas de algo, cómpralo, hazlo de inmediato, sin límites. La principal fuerza que tienen los padres para transmitir a sus hijos, y es lo que resulta difícil, es la capacidad de resistir a eso”.
Y esa situación, insiste, produce en los padres un sentimiento de desasosiego, de inadecuación que no necesariamente se traduce “en faltas en el sentido de la ley, pero que resulta absolutamente inadecuado”.
Legislación
Con respecto al marco jurídico que rige en Suiza para la protección de los menores, Philippe Lavanchy refiere que para luchar contra el maltrato físico y psicológico infantil o por carencias: de amor, de cuidado, que son también una forma de maltrato, fue adoptada una nueva ley que refuerza los lineamientos de la legislación precedente.
Esa reforma pide a todos aquellos que por razones profesionales están en contacto regular con los niños; es decir, los maestros, los pediatras, los entrenadores de clubes deportivos, o los animadores de colonias de vacaciones, mostrarse extremadamente atentos.
Y si estiman que hay un posible peligro en el desarrollo de los niños, y no solamente físico, sino social, afectivo, psicológico, deben señalarlo al Servicio de Protección de la Juventud para solicitar su intervención.
En caso de la familia acepte, precisa nuestro interlocutor, “intervenimos en acuerdo con ella. Si no, nos llega a suceder que solicitemos al juez, al juez de paz del cantón de Vaud, que nos dé un mandato para venir ante esta familia y discutir y ver cómo se lleva a cabo la educación”
swissinfo, Marcela Águila Rubín
En Suiza, 1 de cada 10 niños y 5 de cada 10 niñas son maltratados. En las clases altas aumenta la violencia psíquica.
La violencia física, en los extractos sociales menos favorecidos. El 90% de las denuncias por violencia sexual intrafamiliar se produce en casos de separación o divorcio.
En el 99% de los casos se trata de abusos cometidos por hombres contra mujeres.
De 3.000 casos de víctimas de la trata de blancas, sólo se reciben 30 denuncias y se logra apenas una condena.
Todo niño o adolescente cuyo desarrollo físico, psíquico, afectivo o social peligre por causa de malos tratos o de cualquier otra circunstancia, debe recibir una protección adecuada.
Conforme al artículo 13 de la ley del 4 de mayo del 2004 sobre la protección de los menores, si los padres de familia están en la incapacidad de remediar los peligros, el Servicio de Protección de la Juventud se hace cargo.
Se entiende por malos tratos:
El maltrato físico
El maltrato psicológico
Las negligencias y las carencias
Los abusos sexuales
Se entiende por circunstancia toda situación en la que los padres de familia se encuentran momentáneamente en la incapacidad de ejercer su responsabilidad paternal, por ejemplo:
Hospitalización
Prisión
Crisis familiar
Enfermedad física severa
Toda persona que, en el marco del ejercicio de su profesión, de un cargo o de una función en relación con los menores, tenga conocimiento de una situación de un menor en peligro en su desarrollo, tiene la obligación de señalarlo al Servicio de Protección de la Juventud.
Cualquiera otra persona que tenga conocimiento de una situación de un menor en peligro en su desarrollo puede solicitar consejo al Servicio de Protección de la Juventud o dar aviso.
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