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Los polémicos salarios millonarios “contagian” a las PME

Alfred N. Schindler, presidente del consejo de administración de la firma del mismo nombre, entre las empresas analizadas. Peter Lauth/EQ Images

Recibir sueldos de varios millones de francos suizos ya no es privilegio exclusivo de grandes corporativos como UBS, Crédit Suisse, Nestlé o Holcim.

Empresas medianas como Temenos o Gategourmet también pagan onerosos emolumentos, revela un estudio de zCapital. La escalada en las percepciones que ha contagiado a Suiza y al resto de Europa se originó del otro lado del Atlántico.

“Las apariencias engañan”, reza el refrán.

Suiza ha sido pionera a nivel internacional en el debate sobre la validez ética de los salarios desorbitados pagados por las empresas.

Los beneficiarios son hombres y mujeres que han probado ser insustituibles para sus compañías por su capacidad de desempeño y por la responsabilidad que asumen, pero son también manzana de la discordia debido a que sus percepciones anuales pueden superar hasta 600 veces a las de sus empleados.

Un reconocimiento monetario fuera de toda lógica económica.

El fenómeno, no obstante, comienza a replicarse en las pequeñas y medianas empresas (PME) que pueden permitírselo, según revela un estudio presentado (10.06) por el grupo suizo de administración de activos zCapital.

Haciendo cuentas

El documento lleva por nombre “Gobernanza empresarial”, un trabajo que analizó la transparencia de 150 compañías suizas que cotizaron en la bolsa de valores helvética (SIX) durante el 2009.

El trabajo revisó la estructura de los corporativos, su gestión, su presentación de información y se sumergió también al controvertido tema de las remuneraciones.

De acuerdo con zCapital, “el gobierno corporativo de las empresas suizas fue satisfactorio en 2009 porque mejoró con respecto al año previo. Las compañías han avanzado en materia de transparencia y con respecto al nivel de detalle que ofrece la información que publican sobre sus propias cuentas”.

No obstante, en materia de salarios, las 130 PME que analizó y que cotizan en el Índice SPI Extra, generaron sorpresas.

Concretamente, grupos como Temenos, especializado en la venta de software para la industria bancaria y que el año pasado generó utilidades del orden de los 78 millones de francos, pagó 38,4 millones de francos suizos a su Directorio Ejecutivo.
Y Andreas Andreades, Director General, en particular, concentró un ingreso de 29 millones de francos suizos el año pasado.

Un caso fuera de toda norma en este segmento empresarial.

Discreta con respecto a este tema, Temenos aclara simplemente que el grupo se siente satisfecho con los resultados del 2009 ya que su desempeño y productividad permitieron que las ganancias crecieran 26% el año pasado, a pesar de tratarse de un periodo de recesión internacional. Una condición que permitió que dicha bonanza fuera compartida con quien la hizo posible.

Las bondades del catering…

Gategroup, empresa matriz de Gategourmet, especializada en proveer catering a aerolíneas, es otro caso destacado en materia de salarios.

El presupuesto destinado a cubrir los ingresos de su Directorio Ejecutivo sumó 37,8 millones de francos suizos en 2009, según zCapital, sin precisar detalles sobre la distribución.

Ante inversionistas, Guy Dubois, director general del grupo, expresó recientemente que “en el marco de una recesión mundial y de una crisis de la industria del transporte aéreo, los resultados del grupo fueron sólidos en 2009, y la estructura de la compañía resistió bien los choques cíclicos del sector”.

Consultada sobre su evolución financiera en 2009, Gategroup confirmó a swissinfo.ch que la empresa renovó en 2009 –y por un periodo de 10 años- un contrato para ofrecer la restauración que consuman los vuelos de larga distancia de British Airways; y renovó contrato con Delta Air Lines -uno de los principales transportadores aéreos del mundo- y con la propia Swiss International Air Lines.

Por otra parte, obtuvo un nuevo contrato de largo plazo con United Air Lines.
Con España, el grupo helvético tiene contrato con Cremonini Rail Iberica y con RENFE, la empresa ferroviaria nacional de este país.

El grupo ha trabajado de forma eficaz y rentable, y esto se refleja en las percepciones de los directivos y empleados, opina el grupo.

El caso Schindler

La empresa de ascensores y escaleras eléctricas suiza Schindler también fue magnánima con sus directivos.

Según zCapital, Alfred Schindler, presidente del Consejo y Director General, percibió 7,4 millones de francos suizos por ejercer esta doble tarea en 2009, y el consejo directivo en general recibió en total 31,7 millones de francos.

Según la Oficina Federal de Estadística de Suiza (OFS) la partida de recursos destinada a cubrir los salarios ejecutivos de una empresa suiza promedia sólo 8 millones de francos.

Y desglosa que en 2009, un presidente de consejo ganó alrededor de 238.000 francos suizos, mientras los directores generales de las grandes empresas percibían alrededor de 1,74 millones de francos. Así, los casos antes citados salen completamente de la norma.

Schindler, en particular, fue considerada en 2010 entre los “Top Employeurs Suisse”, un índice elaborado por Fundación de Investigación Corporativa (CRF), una organización multidisciplinaria y de carácter internacional (con sede en Ámsterdam) que evalúa a las empresas en función de las prestaciones, ambiente, equilibrio vida-trabajo y salarios que ofrecen a sus empleados.

Concretamente, la productora de ascensores recibió 26 puntos –sobre un total de 30- por su desempeño, lo que la puso al nivel de gigantes como Roche o del grupo bancario Raiffeinsen con respecto a las prestaciones que ofrece a sus trabajadores.

Debate ético

Los salarios no son un debate económico, son un tópico de ética.

En territorio helvético, la Unión Patronal Suiza (UPS), presidida por Rudolf Stämpfli, y la Fundación Ethos, dirigida por Dominique Biedermann, son fuerzas sociales que encabezan desde 2006 una batalla contra los salarios desorbitados para los directivos.

Desde la perspectiva de ambas instituciones, no hay cargo que amerite un sueldo de 30 millones de francos suizos al año, sin importar la capacidad o talento que demuestre el directivo que los percibe.

La carrera salarial que vive Europa se acuñó en EEUU y simplemente, las referencias son replicadas en Suiza y en otros países del Viejo Continente, explica la UPS.

Pero para el Director del Instituto de Etica de la Universidad de San Gall el gran problema que debe evaluarse en el problema y de cara al futuro es que se trata “de salarios que no responden ni a la moral ni a las leyes del mercado”.

Y percepciones que nada tienen que ver con el desempeño real de las compañías, frecuentemente cobijadas por el proteccionismo del Estado.

El virus está en marcha. El debate también.

Andrea Ornelas, swissinfo.ch

En Europa, la carrera de los salarios desorbitados inició hace sólo dos décadas para seguirle los pasos a Estados Unidos.

En 1988, por ejemplo, el entonces Director General de Nestlé, Helmut Maucher, declaró al fisco suizo 1,8 millones de francos. Ese mismo año, Robert Studer, director del UBS, declaraba por su parte 858.000 francos anuales.

En EEUU, el homólogo de ambos en Chrysler, Lee Iacoocca, percibía el equivalente a 25 millones de francos por el mismo cargo de Director General.

Para el año 2000, el UBS se había subido ya a la carrera de los salarios internacionales y pagaba 10 millones de francos suizos a Marcel Ospel, su Director. Para el 2005, dicho cargo devengaba ya la estratosférica cifra de 24 millones de francos suizos.

Los dos salarios más elevados pagados en 2009 a Directores Generales de empresas suizas corresponden a: Daniel Vasella, Novartis (20,5 millones de francos) y Brady Dougan, Credit Suisse (19,2 millones de francos).

Los Directores Generales de las compañías suizas –el cargo mejor pagado del corporativo- suelen recibir ingresos a través de múltiples vías: salario fijo, acciones de la empresa, bonos variables en función de su desempeño, y rentables programas de pensiones.

En la década de los 90, en Suiza, un Director General ganaba máximo 50 veces el sueldo de sus empleados. En el 2010, la proporción puede alcanzar las 1/600.

El término «gobernanza» (governance) –o buen gobierno- es cada vez más utilizado como sinónimo de transparencia, rendición de cuentas y desempeño ético en los gobiernos y las empresas. Engloba también la coherencia que existe entre la toma de decisiones y su instrumentación.

ZCapital Ltd es una empresa basada en Zug, Suiza, que opera como administrador independiente de activos, especializada en instrumentos de inversión generados por pequeñas y medianas empresas. Su operación es vigilada por la Autoridad Supervisora de los Mercados Financieros Suizos (FINMA).

En Suiza, las empresas que cotizan en bolsa están sometidas a un “Código de Buena Conducta y Gobernanza Empresarial”, que les obliga a publicar de forma transparente la remuneración de sus directivos y de la presidencia. Pero no hay regla que imponga un “techo” concreto a las percepciones.

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