Edmonton: oro para Bucher en 800 metros
Después de cinco de plata y una de bronce en su carrera deportiva, el atleta suizo, Andre Bucher logra en Edmonton su primera medalla dorada con un tiempo de 1'43"70/100. La última vez que la afición helvética festejó un título mundial de atletismo se remonta al logrado por el lanzador de peso, Werner Günthöhr en 1993.
“Creo que Suiza estaba esperando volver a tener un campeón mundial” señaló el deportista lucernés al término de la carrera que controló desde el principio, gracias a una estrategia asentada en su fortaleza mental y física.
Como en la semifinal, impuso un ritmo acelerado sin tomar la vanguardia en los primeros 500 metros. Dejando que el keniano Wilfred Bunguei encabezara el grupo y apurara la marcha en ese tramo fue restando reservas a su adversario de mayor riesgo, el alemán Nils Schumann, ganador en la Olimpiada de Sydney, conocido por su arranque en los últimos metros.
La táctica rindió frutos. Poco antes de los 250 metros finales, Bucher tomó la delantera e impuso un ritmo cada vez más rápido que ni el keniano Bunguei ni el polaco Pavel Czapiewski pudieron seguir; segundo y tercero en la prueba, respectivamente. Schumann quedó quinto.
“Debido a la velocidad de la primera vuelta, supe que no aguantaría el “sprint” de Bucher”, admitió Bunguei.
La ausencia del dueño del récord mundial, el danés Wilson Kipketer y del ruso Yuri Borzakovski, por lesión el primero y decisión propia el segundo, no restan brillo a la gran campaña de André Bucher.
Felicitaciones
El presidente de Suiza, Moritz Leuenberger, felicitó al flamante campeón mundial mediante el moderno sistema de mensajes electrónicos breves (SMS en su sigla inglesa). Leuenberger destaca la importancia de la victoria deportiva.
En términos similares, el ministro del Deporte, Samuel Schmid, pondera en su felicitación el triunfo “fenomenal” del atleta al señalar que llena de orgullo a Suiza, en general, y a Lucerna, en particular.
Festejo en Neudorf
Poco antes de las cuatro de la madrugada (hora suiza),decenas de personas en Neudorf, lugar de nacimiento de Bucher, en el cantón de Lucerna, habían renunciado al sueño para ver la final de los 800 metros lisos en Edmonton.
En dos pantallas gigantes siguieron con aplausos la impecable victoria de su ilustre vecino. En realidad, todo el país despertó con la grata noticia divulgada por las radios y la televisión.
La victoria en Edmonton borra, sin duda, el lamentable tropiezo de las Olimpiadas de Sydney 2000 que privó a Bucher de subir al podio, y al mismo tiempo confirma la consagración del atleta suizo en los 800 metros.
Andre Bucher podría aspirar – si mantiene la evolución mostrada en este año-, a seguir los pasos de Juantorena, Coe y otras grandes figuras de esta disciplina. Por ahora, a celebrar la medalla de oro.
Juan Espinoza
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