El influyente grupo Bilderberg abordará la situación en Grecia, Rusia e Irán
El grupo Bilderberg, que reúne cada año a puerta cerrada a un conjunto de líderes políticos y empresariales, abordará, entre otras cuestiones, la situación en Grecia, el conflicto con Rusia y el programa nuclear iraní, a partir de este jueves en Austria.
Ciento cuarenta participantes se congregarán en un hotel de lujo situado en la montaña cerca de Telfs-Buchen, en el oeste de Austria, protegidos por un dispositivo de máxima seguridad.
Los asistentes se reunirán hasta el domingo para abordar, sobre todo, cuestiones de seguridad y relacionadas con las tecnologías de la información y los grandes asuntos geopolíticos del momento.
Invitados políticos como el secretario general del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Pedro Sánchez; el primer ministro belga, Charles Michel, y el ministro holandés de Finanzas y presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, tendrán ocasión de debatir con líderes empresariales como Eric Schmidt (Google), Thomas Enders (Airbus), John Elkann (Fiat Chrysler) y Michael O’Oleary (Ryanair).
Entre los asistentes franceses cabe destacar a Laurence Boone, la consejera económica del presidente francés, François Hollande; así como al alcalde de Burdeos y futuro candidato a las primarias de la derecha francesa, Alain Juppé.
También asistirán el expresidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso; el famoso diplomático estadounidense Henry Kissinger; el exdirector de la CIA David Petraeus o el antiguo presidente del Banco Mundial Robert Zoellick; así como el actual secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.
Los participantes hablarán de Grecia, Irán, Rusia, Oriente Medio, la OTAN, la «estrategia europea», EEUU y Reino Unido, según la página web bilderbergmeetings.org, la única fuente oficial por la que se comunica el grupo.
El clima no se abordará, sin embargo, a pesar de haber sido uno de los temas centrales de la cumbre del G7 que acaba de concluir en Alemania.
– Debates secretos –
La existencia del grupo Bilderberg suscita una multitud de teorías conspiratorias, alimentadas durante años por la ausencia de comunicación en torno a las reuniones. Sus detractores lo describen como una suerte de gobierno mundial en la sombra, que toma decisiones cruciales sin ningún control ni legitimidad democrática. Otros críticos consideran que defiende una globalización ultraliberal.
El club, reunido por vez primera en 1954 en un hotel holandés (el Bilderberg) a petición del príncipe Bernhard de Holanda, proclama, por su parte, que su objetivo es «favorecer el diálogo entre Europa y Norteamérica». «El carácter privado de la conferencia permite que los participantes no estén atados por las convenciones de sus funciones, ni por unas posiciones preestablecidas», explica el grupo en su página web. En otras palabras, el secreto de los debates alienta la libertad y la sinceridad de las conversaciones.
Al menos 2.100 policías austríacos y 300 alemanes han sido movilizados para garantizar la seguridad de los participantes, y Austria ha decidido bloquear hasta el domingo la carretera de 25 kilómetros que lleva hasta el hotel.
También se ha prohibido que aviones o helicópteros sobrevuelen la zona en un radio de 50 kilómetros. Los anti-Bilderberg prometen, no obstante, reunir a entre 2.000 y 3.000 manifestantes el sábado en Telfs.