El jefe militar de Hezbolá en Siria murió a manos de sus propios hombres, según Israel
El jefe del Estado Mayor de Israel afirmó este martes que el comandante militar en Siria del movimiento chiita libanés Hezbolá, Mustafa Badreddine, murió a manos de sus propios hombres el año pasado en el país en guerra.
«Pensamos que lo mataron sus propios hombres», afirmó este martes el general Gadi Eisenkot, durante una conferencia de seguridad.
El jefe del Estado Mayor israelí, que aseguró basarse en información obtenida por su país, no explicó las razones por las que los miembros de Hezbolá mataron a su comandante militar.
Badreddine, cuyo movimiento es el enemigo jurado de Israel, murió en mayo de 2016 cerca del aeropuerto de Damasco.
En aquel momento, Hezbolá acusó a los «grupos takfiris» de haber bombardeado con artillería el lugar donde se encontraba, en referencia a los grupos yihadistas o islamistas radicales sunitas implicados en la guerra de Siria.
Ningún grupo reivindicó el ataque. Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), la primera posición de estos grupos se encontraba a siete kilómetros de allí, pero no se registró ningún disparo en las 72 horas anteriores a la muerte del responsable.
Hezbolá atraviesa una «grave crisis económica y de liderazgo», consideró además el general Eisenkot.
El movimiento chiita, apoyado por Irán, combate en Siria junto a las fuerzas gubernamentales.
Badreddine ha sido el más alto responsable militar de Hezbolá en ser asesinado desde Imad Mughniyé en Damasco, en 2008. El movimiento chiita acusó a Israel de estar detrás de este asesinato.
Considerado como el cerebro de la planificación del atentado contra el ex primer ministro libanés Rafik Hariri, asesinado en Beirut en 2005, Badreddine fue uno de los cinco acusados en el juicio sobre este asesinato.