El presidente checo promete trasladar a Jerusalén la embajada en Israel

El presidente checo, Milos Zeman, escucha el discurso del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en el Parlamento israelí en Jerusalén, el 26 de noviembre de 2018 afp_tickers

El presidente checo, Milos Zeman, prometió este lunes ante el Parlamento israelí que hará todo lo posible para trasladar de Tel Aviv a Jerusalén la embajada de República Checa en Israel, siguiendo así el ejemplo de Estados Unidos y Brasil.

Praga rompería con esta decisión la posición de los gobiernos europeos sobre el estatus de Jerusalén, una de las cuestiones más problemáticas en el conflicto entre palestinos e israelíes.

«No soy un dictador pero prometo que haré todo lo posible para que alcancemos la tercera etapa tras la apertura de un consulado honorario y de la «Casa checa» en Jerusalén», aseguró Zeman, posicionándose de esta forma a favor de trasladar la embajada.

El presidente checo, que calificó de «cobardes» a sus homólogos europeos, reivindicó ante los diputados israelíes la reapertura en mayo de un consulado honorario de su país en Jerusalén, cerrado en 2016 tras la muerte del anterior cónsul, y la inauguración de la «Casa checa» en la ciudad santa para cristianos, judíos y musulmanes.

Tras años de consenso internacional sobre la capitalidad de Tel Aviv, el presidente estadounidense, Donald Trump, decidió en diciembre de 2017 trasladar a Jerusalén la embajada de Estados Unidos, lo que supone reconocer a Jerusalén como capital israelí.

Esta decisión resultó del agrado para el gobierno conservador de Benjamin Netanyahu, pero indignó a las autoridades palestinas ya que consideran que vulnera sus reivindicaciones sobre Jerusalén Este, la parte palestina de la ciudad, anexionada y ocupada por Israel.

Después de su victoria en las presidenciales brasileñas, el presidente electo Jair Bolsonaro también se mostró favorable a trasladar la embajada de Brasil a Jerusalén.

República Checa es uno de los países de la Europa del Este con los que Israel intenta mejorar sus relaciones ante la actitud, que considera hostil, de la mayoría de los ejecutivos de la Europa del Oeste.