El talento de Nacho Duato y Jirí Kilián en Basilea
Las dos grandes figuras de la danza contemporánea se han vuelto a encontrar en el Teatro de Basilea en la presentación de 'Man – Woman'
La prensa y el público coinciden en la fuerza de ‘Castratti’, coreografía de Nacho Duato, y la sensibilidad de ‘Silent Cries’ del Kirí Kilián, compuesta para su mujer, Sabine Kupferberg y quien transmitió la coreografía en Basilea a Catherine Habasque.
‘Man – Woman’ abre el telón con ‘Castratti’, la coreografía del español Nacho Duato, que inicia magnífica con el ‘Palladio’ de Karl Jenkins para después llevarnos por la belleza de la música de Vivaldi compuesta para esas figuras casi míticas de los siglos XVII y XVIII.
“Es la primera vez que Nacho Duato monta este ballet en otra compañía que no es la suya. La motivación para esta pieza ha sido la música de Vivaldi, escrita para los ‘castratti’, estos sopranos masculinos, voces absolutamente extraordinarias del siglo XVII”, introduce a swissinfo, Catherine Brunet, gerente del Ballett Basel.
En escena, los bailarines se precipitan enérgicamente para centrarnos en el tema que ocupó el genio creativo del valenciano en 2002.
Duato “narra” de forma directa lo que, desde su percepción, significaba en aquella época estar señalado para esta iniciación artística que, físicamente comienza con el corte de los testículos para mantener la voz sin cambios tras la pubertad.
De esta forma, esos niños convertidos en hombres con potentes, pero delicadas voces, podían – aunque sólo los más afortunados-, ingresar al cerrado círculo de los ‘castratti’, en una Europa fascinada por el fenómeno musical, social y cultural que provocaban estas voces de ángeles, en tiempos en los que las mujeres no tenían cabida en los coros de la Iglesia, ni después en la ópera.
En la coreografía de Duato – remontada para el Ballet de Basilea por su mano derecha, Harvé Palito – “se ven las emociones y el conflicto interior de uno de estos jóvenes que debe decidir si es castrado o renunciar a la idea”, describe Brunet.
A Basilea por amor a la danza
Este combate interior aparece en “una coreografía absolutamente emotiva con la bellísima música de la época barroca”, agrega al tiempo de explicarnos el enlace emocional profundo que le une con Nacho Duato:
Cathrine Brunet desde sus primeros años en su Francia natal dedica su vida a la danza. Con cuatro años inició su formación y bailó profesionalmente de los 17 a los 34 en múltiples escenarios del mundo. A Basilea llegó “por amor a la danza”.
Su última aparición la hizo precisamente aquí, bajo la dirección del suizo Heinz Spoerli, con ‘Jardí tancat’, la primera coreografía de Duato, inspirada en los poemas populares centenarios cantados por María del Mar Bonet que describen la faena del trabajo y la vida en la tierra catalana.
Cabe decir que Duato ganaría con ‘Jardín cerrado’ de 1983 el primer premio en el Concurso Coreográfico Internacional de Colonia, Alemania, uno de múltiples reconocimientos en su carrera.
Cinco años después, el español llegó al lado de Jirí Kylián (y Hans van Manen) al puesto de coreógrafo estable del famoso ‘Nederlands Dans Theater’ (NDT), mostrando un depurado estilo, mezcla de su temperamento ibérico y su desarrollado olfato cultivado en el norte europeo para alcanzar la estética pura.
Cuando el espíritu habla a través del cuerpo
De todo esto han pasado diecisiete años y Duato es hoy por hoy un nombre de referencia en el mundo de la danza contemporánea, como lo fue y lo sigue siendo el coreógrafo que más le ha dejado huella, Jirí Kylián, quien a Basilea llegó para poner sus dos únicos solos ‘Silent cries’ y ‘Double you’.
Con la música de ‘Prélude à l’aprés-midi d’un faune’ de Claude Debussy, la bailarina Catherine Habasque es la encargada de transmitir las angustias y cuestionamientos de una mujer, guiada de la mano de la propia Sabine Kupferberg, la esposa de Kylián y para quien fue dedicado en 1986 este solo femenino.
Sus movimientos se enmarcan a través de un “ventanal” que separa a la intérprete del público y que acentúa aún más la concentración del espectador al reducido espacio de sus movimientos, como buscando respuestas a sus preguntas interiores, a veces, sin encontrarlas.
La filosofía del movimiento de Kylián
‘Double you’, a cargo de Kinsun Chan, es la evolución de un hombre no sólo en el espacio y en el tiempo, sino también a nivel psicológico, en su trayecto de vida que, en esta coreografía, es paralelo al trayecto de sus movimientos.
Este solo masculino responde a la filosofía del movimiento de las coreografías de Kylián, de un punto en el espacio a otro, con un carácter dramático teatral.
Dos ejemplos que no pierden de vista el amplio tema abordado, el de la mujer y el hombre, aunque con acento en su interiorización.
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swissinfo, Patricia Islas Züttel
Nacho Duato dejó en manos de Harvé Palito el montaje de su ‘Castratti’ en el Ballet de Basilea.
Vea en Más sobre el tema una entrevista con el coordinador artístico de la Compañía Nacional de Danza.
Jirí Kilián, por su parte, contó con su esposa, Sabine Kupferberg, para poner el solo femenino ‘Silent cries’ a la bailarina Catherine Habasque.
El solo masculino de Kilián ‘Double you’ está a cargo de Kinsun Chan.
El más joven de los talentos del NDT, Jorma Elo, quien por primera llegó a Suiza para la presentación de una de sus coreografías:’1st Flash’.
El finlandés es mucho más abstracto. La iluminación juega un papel tan significativo como cada uno de los seis bailarines en escena.
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