Emotivo encuentro con “el Rey de la transición”
Más de 400 representantes de asociaciones e instituciones españolas en Suiza asistieron al encuentro con los Reyes. Allí, don Juan Carlos subrayó “la constante aportación de la colectividad española” tanto para Suiza como para el país ibérico.
El monarca destacó también la responsabilidad laboral y la capacidad de integración de la vieja y la nueva ola de inmigrantes ibéricos a Suiza.
En el ambiente se respiraba ya cordialidad antes de la llegada de la pareja real española. Los invitados a la cita ocupan todos los ámbitos de la vida profesional y social que la comunidad ibérica desarrolla e impulsa en esta tierra de acogida, que los ha visto llegar desde la década de los 60, cuando aún el franquismo opacaba a esa España que apenas inició el camino democrático en 1975, cuando Juan Carlos I –aceptando los términos de la legislación franquista para suceder al dictador- jugó un papel central para que el país se convirtiese en lo que es hoy.
Ese Rey que antes de serlo vivió algunos años en Lausana, esta vez volvió para estrechar la mano de los suyos y dirigirles su agradecimiento:
“En esta hermosa ciudad de Lausana, que conocí en mi infancia, venimos a saludaros con todo afecto y a subrayar la constante aportación de la colectividad española tanto al progreso de este país amigo, como a nuestras relaciones bilaterales”.
En su breve y directo discurso, el monarca y jefe de Estado de España, no se olvidó de aquellos que partieron de esa España sin libertades ni de aquellos que lo hicieron en busca de mejor porvenir y en ambos casos asentó: “Habéis conquistado el reconocimiento del pueblo suizo”.
Los presentes guardaron un minuto de silencio en memoria de las víctimas de Lorca, a petición del monarca y tras 2 minutos de discurso real, entre timidez y emoción, se acercaron a doña Sofía y don Juan Carlos.
“Es la primera vez que lo veo y me alegra mucho poder haberle cerrado la mano”, indicó una voz emocionada de ese primer encuentro con el Rey, a 40 años de haber dejado su tierra para vivir en Suiza, y añadió:
“Es un orgullo muy grande para mí, es una persona que quiero mucho. El discurso que ha hecho me emociona porque es una persona muy cariñosa. Sabe valorar el esfuerzo que hemos hecho todos los españoles aquí y no nos ha olvidado, y eso me hace mucho honor: saber que es una persona tan amable, gentil con los españoles en el extranjero, en Suiza, sobre todo”.
La historia de este español es la de muchos en Suiza: Llegó hace 40 años: “Decidí partir a Suiza con 17 años, porque tenía ganas de haber”, reitera mientras intenta retener la emoción ante ese momento inmemorable, en el que confiesa en una forma de deshacer ese sentimiento anudado en la garganta: “Yo siempre he anhelado mi tierra y mi España”.
Solicitudes de la comunidad
Ya lo hizo ayer, y hoy lo ha repetido en el marco de la invitación de la Embajada de España en Suiza a más de 400 representantes de la comunidad española en el país alpino: don Juan Carlos –de igual modo que su esposa doña Sofía- escuchó atento los comentarios de sus compatriotas en Suiza.
Un padre de familia le indicó a la Reina que los niños de estos inmigrantes también hubiesen tenido un gran gusto de conocerle, y la directora del centro en Suiza de la Universidad de Educación a Distancia de España, Judith Vega, le señaló el crecido interés por este sistema en el país helvético y especialmente indicó el interés de los residentes españoles mayores de 55 años que asisten a los cursos de formación para mejorar su calidad de vida, proporcionados por la UNED.
Los españoles presentes, de diversas vertientes políticas, edades e intereses tienen claro que este encuentro es acercarse a España a través de esta visita del jefe de Estado español. “El Rey y la Reina son una institución, son la jefatura del Estado”, reitera Miriam Herrero, secretaria general del Partido Socialista español en Zúrich, quien vive en Suiza desde hace 10 años Suiza y es presidenta de la asociación Solidaridad Sin Fronteras.
“Dos lealtades en el corazón”
Aquellos nacidos en Suiza y que bebieron el esfuerzo de sus padres al hacer nueva vida en Suiza, se mostraron reconocidos por las palabras de Juan Carlos sobre esas nuevas generaciones: “Esos españoles que parecen suizos y esos suizos que parecen españoles, llevan en su corazón dos lealtades que son una, la historia de su vida, y asumen sus crecientes responsabilidades en este país”,
Rafael, hoy dedicado al teatro en lengua hispana en Lausana esto se traduce en un valor agregado al intercambio cultural y también destaca el acento que el Rey dio al impulso del emigrante a la economía ibérica: “Para mí, que haya venido el Rey es acercarse al pueblo e la emigración puesto que hay que partir de la idea es que una parte que permitió que España se levantara fue la ayuda de la emigración, porque en los años 60 mucha gente marchó al exterior como mis padres y otros muchos, mandando la divisa que permitió una recuperación”.
Unidad y permanencia
Las miradas de la comunidad española se concentraban en la pareja real, y se oigan los comentarios sobre la buena disposición de ambos, de la atención de la Reina, de la cordialidad de don Juan Carlos… “y hay, que penita, porque al Rey se le ve algo cansado”, comentaban algunas voces, y otras respondían: “pero tenemos aún Rey para mucho rato”.
“Los años son para todos, también para los Reyes, pero tenemos una sucesión muy aceptable, en su hijo”, comentó un profesor de español luego de reiterar su admiración por él como símbolo de la transición democrática: “Supo hacerlo muy bien, supo llegar a donde estamos ahora, en una democracia total, como la de otros países”.
Incluso un invitado suizo a la cita, Adolf Ogi, ex presidente helvético (y compañero de esquí del Rey en varias ocasiones) también reiteró el honor que para Suiza significa recibir al monarca junto con doña Sofía: “Es un Rey extraordinario, pues salvó la democracia. No hay que olvidar ese hecho histórico”.
Y si la figura de los Reyes debe ser símbolo de unidad y permanencia, esta constatación ha sido clara en este relajado encuentro con los españoles en Suiza en el segundo y último día de la visita de Estado de los reyes de España a la Confederación Helvética.
“Cada uno de vosotros, desde Suiza, aporta su esfuerzo al desarrollo de los vínculos entre los dos países, al tiempo que apoya con eficacia a España”
“Proyectáis una imagen dinámica de España como excelente fruto de vuestro esfuerzo. Por todo ello, quiero daros las gracias de todo corazón”.
“Deseo igualmente poner de relieve un punto esencial: el espíritu de superación que las nuevas generaciones demostráis se asienta en aquellos logros de quienes, antes que vosotros, llegaron a Suiza. vivieron otras circunstancias y se impusieron a unas dificultades que vosotros ya no habéis encontrado”.
La última jornada de la visita de Estado de los reyes de España inició en Berna con un encuentro con líderes empresariales helvéticos.
En Lausana, los Reyes visitaron la Fundación de l’Hermitage, acompañados de la presidenta de Suiza, Micheline Calmy-Rey.
Recorrieron la exposición ‘El Modernismo. De Sorolla a Picasso’.
Se reunieron durante una hora con representantes de la comunidad española en Suiza.
Y tras comer con la presidenta helvética, partieron de Suiza desde el aeropuerto de Ginebra.
En Suiza viven alrededor de 90.000 españoles.
En España residen 23.886 suizos, 12.571 con la doble nacionalidad.
1 millón de suizos visitan España cada año.
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