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En energía, más vale prevenir que lamentar…

Ahorrar energía es la frase más actual que nunca. Keystone

Cada suizo consume 6.000 watts de energía anual, 25 veces más que en África o en India. Una tendencia insostenible que aqueja al mundo desarrollado.

La meta helvética es llegar a una sociedad de sólo 2.000 watts en 2050. El objetivo exige acciones concertadas entre gobierno, cantones y ONG´s.

La búsqueda de fuentes energéticas es tan antigua como el hombre mismo.

Comenzó un millón de años antes de nuestra era, cuando el ser humano descubrió el fuego. Y a partir de entonces, no ha habido pausa.

Sin embargo, antes, las pretensiones eran mucho más modestas. En 1820, por ejemplo, el 90% de los requerimientos externos de energía se cubría con la combustión de la madera.

En 1850, el panorama se transformó con la irrupción el carbón. Y un siglo después el mundo entero se había rendido a los pies del petróleo.

Hoy, sin abastecimiento energético, el mundo desarrollado se paralizaría en 24 horas. Un riesgo que nadie quiere correr.

Sin embargo, en esta carrera sin tregua hay cada vez más caídos. El cambio climático es una prueba de ello. La combustión a gran escala de petróleo, gas y carbón (energías fósiles) ha elevado la temperatura de la atmósfera y sus efectos se hacen sentir por todos lados: inundaciones, tormentas, daños sobre las aves migratorias o la destrucción de arrecifes, son sólo algunos ejemplos.

El margen de maniobra pues, se estrecha.

Una sociedad de 2.000 watts

Suiza está consciente del problema.

Más aún, se sabe parte de las 10 economías que más energía consumen a nivel mundial, lista encabezada por Estados Unidos y Canadá, cuya carga industrial es muy elevada.

En 2006, cada suizo consume 6.000 watts de energía por año.
Datos que contrastan con los 150 watts de la India, los 200 de África, los 250 de China, o los 500 de Centroamérica.

Sin duda, a mayor desarrollo más consumo energético y viceversa.
Sin embargo, en el mundo desarrollando más de la mitad del abastecimiento depende de combustibles y carburantes no renovables como el petróleo y sus derivados.

Esta situación, huelga decir, preocupa abiertamente al gobierno helvético y a las organizaciones no gubernamentales, quienes se han propuesto como meta conjunta para Suiza alcanzar una “Sociedad de los 2.000 watts” antes del año 2050.

El reto no es simple, implica reducir el consumo energético personal a un tercio del actual, y además, garantizar que las fuentes sean suficientes y respetuosas del medio ambiente.

La fórmula ideal, a juicio de los expertos, sería 75% de energía derivada de fuentes renovables y 25% de fuentes de origen fósil, como refiere el estudio “Perspectiva energética 2050”, elaborado conjuntamente por Greenpeace, la Asociación de Transportes y Medio Ambiente; y la Fundación Suiza de Energía y presentado este mes (04.05).

¿Quién “pasa corriente”?

En Suiza se utilizan cinco fuentes diferentes de energía para “pasar corriente” al sector productivo y los hogares. Las más importantes son:

Hidráulica. Se produce a partir de centrales hidroeléctricas alimentadas por presas que transportan agua, a través de tubos y turbinas, y que aprovechan el flujo de los ríos para generar energía. Se trata de una fuente renovable y ecológica (no hay emisión de gases), pero la construcción de presas suele generar daños a los ecosistemas locales, por lo que tiene adeptos y enemigos.

Atómica y Nuclear. Una opción real y eficaz, pero que levanta controversia desde hace 20 años, cuando el desastre de Chernobil (Ucrania) causó la muerte de 30.000 personas, afectó la vida de otros 10 millones, y puso a girar al mundo en torno a la tragedia.

En 1990, por ejemplo, los suizos aprobaron una “moratoria” que permitía construir nuevas centrales nucleares en la década siguiente; pero apenas dos años después, en 1992, un 45% de la población consideraba inadmisible seguir adelante con este proyecto.

En 2001, las voces en contra representaban al 76% de la población; entre otras cosas, porque no está del todo resuelto el tema del almacenamiento de residuos radioactivos.

Pero a partir del 2008, Suiza tendría que buscarle destino a sus desechos y éstos se alojarán en un depósito provisional a 50 km de Zúrich. En él deben resguardarse 40 años, hasta que enfríen totalmente y puedan trasladarse a otro sitio.

Dependencia petrolera

Algunas otras de las fuentes de energía de Suiza están ligadas a los controvertidos recursos renovables y no renovables.

Entre los no renovables destaca el consumo de petróleo y sus derivados, que ponen en jaque al mundo porque 65% del abastecimiento de Europa depende de Medio Oriente, una región caracterizada por su inestabilidad política, característica que impacta constantemente sobre los precios del crudo, que actualmente se ubica arriba de los 70 dólares por barril, un nivel históricamente alto.

Y están después las energías renovables. En la década de los 80´s ,Suiza fue pionera en producción de energía solar, pero el tema no prosperó debido a su elevado costo.

Actualmente, los cantones tienen la obligación de subvencionar la instalación de colectores solares, pero este compromiso no avanza al ritmo deseado ya que el problema es encontrar después compradores para esa energía que es 5 o 6 veces más cara que las convencionales.

Suiza cuenta también con plantas de pruebas destinadas de energía eólica, pero abastecen menos del 1% del consumo de energía del país.

En los últimos 10 años, los expertos en energía se han avocado a investigar sobre fuentes geotérmicas (minería hidrotermal de gran profundidad), que implica perforaciones en el suelo de hasta 5 km, que podrían realizarse en Basilea y en Ginebra.

El reto acordado

Sin entrar en tecnicismos, podemos resumir la situación en algunas palabras. El 90% de la energía que consume suiza es no renovable, y sólo 10% renovable.

De ahí que este 2006, el gobierno y las ONG´s, avaladas por los expertos de la Comisión Federal de Investigación Energética (CORE por sus siglas en francés) hayan propuesto aplicar una serie de medidas:

1.- Utilizar cada vez más energías alternativas a la fósil para la calefacción de los edificios.

2.- Reducir a la mitad el consumo energético en los hogares y oficinas.

3,. Promover la circulación de autos capaces de ofrecer 100 kilómetros por sólo 3 litros de combustible.

El Consejo Federal, por su parte, sometió hace dos semanas (05.05) a la aprobación del Parlamento una iniciativa para que el uso de carburantes “limpios” reciban beneficios fiscales.

De ser aprobado, habría un incentivo para quienes cambien su forma de abastecimiento energético, pero aquellos que no estén en condiciones de seguir el “tren del cambio” que impondrían las reformas a la Ley sobre la Imposición de Aceites Minerales, tendrán que pagar más impuestos sobre la gasolina que consumen (para compensar económicamente al gobierno por el incentivo que otorga a los otros).

La meta es reducir la emisión de CO2 en el ambiente a través del tráfico de autos en 250.000 toneladas por año durante la próxima década.

Y la pregunta final es si todo este esfuerzo es viable.
La respuesta, según los expertos comprometidos en el proyecto, “Por una sociedad de 2.000 watts”, afirman que sí, gracias a las nuevas tecnologías aplicables a los sistemas de calefacción de casos y oficinas, así como al desarrollo de aparatos eléctricos y vehículos “limpios”.

Los primeros pasos están dados.


Swissinfo/Andrea Ornelas

Las medidas de corto plazo que aplicará Suiza para reducir su consumo energético antes del 2012 son:

Introducir un “impuesto a la contaminación” que pagarán aquellos propietarios de vehículos desplazados a partir del uso de gasolina.
La Confederación pagará la electricidad “a costo de producción” a aquellos que tengan la iniciativa de generarla con recursos renovables (páneles solares, por ejemplo).

Fortalecimiento y multiplicación del transporte público en los cantones.

Prohibición de sistemas de calefacción eléctrica para las construcciones nuevas.

Incentivos económicos para las familias interesadas en reemplazar su calefacción eléctrica

Las empresas y particulares suizos gastan 24.500 millones de francos suizos anuales en energía.

El consumo energético de Suiza se cubre a partir de las siguientes fuentes:
46% petróleo y derivados
23% centrales nucleares
13% hidroeléctricas
8% gas natural.

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