España pide a Venezuela «información» sobre sus ciudadanos detenidos por supuesto complot
El gobierno español reclamó este lunes a Venezuela «información oficial y verificada» sobre los dos españoles detenidos en el país sudamericano junto a otros extranjeros bajo acusación de estar vinculados a un supuesto complot contra el presidente Nicolás Maduro.
El Ministerio de Asuntos Exteriores español «sigue reclamando a las autoridades venezolanas información oficial y verificada sobre la detención de dos españoles, así como una clarificación de los cargos de los que se les acusa», señaló el ministerio en un comunicado.
«La Embajada española en Caracas está en contacto con la cancillería venezolana a la que ha trasladado que ejercerá la protección diplomática y consular de sus nacionales» prosiguió el ministerio.
El gobierno de Venezuela anunció el sábado la detención de tres ciudadanos estadounidenses, dos españoles y un checo por estar relacionados con un supuesto complot para atacar a Maduro y «desestabilizar» el país.
El domingo, España negó «rotundamente cualquier insinuación de estar implicada en una operación de desestabilización política en Venezuela» y desmintió que los dos españoles detenidos formen parte de la agencia de espionaje española CNI u «otro organismo estatal».
Los arrestos se produjeron en medio de crecientes tensiones entre Venezuela y los gobiernos de Estados Unidos y España por las controvertidas elecciones del 28 de julio en las que Maduro fue proclamado reelecto entre denuncias de fraude.
La tensión entre Madrid y Caracas aumentó en los últimos días después de que el candidato opositor Edmundo González Urrutia llegara el 8 de septiembre a España para pedir asilo tras un mes en la clandestinidad en su país, donde es solicitado por la justicia.
En respuesta, Venezuela llamó a consultas a su embajadora en Madrid y citó al embajador español en Caracas para protestar por los cuestionamientos a la reelección de Maduro.
El jefe del gobierno español, Pedro Sánchez, recibió el jueves pasado a González Urrutia en el palacio de La Moncloa, la residencia presidencial.
du/pc