España rechaza las propuestas sobre el retorno de migrantes y el «tercer país seguro»
Bruselas, 8 dic (EFE).- España rechazó este lunes las propuestas legislativas para regular el retorno de los migrantes y sobre el «tercer país seguro», al considerar que pueden implicar una vulneración del ordenamiento internacional, en particular en relación con los derechos humanos, denunció el ministro español de Interior, Fernando Grande-Marlaska.
El asunto se abordó en un Consejo de ministros europeos de Interior al que el Fernando Grande-Marlaska dejó claro al llegar que España se opondría a los dos reglamentos (de Retorno y Tercer País Seguro) y que se abstendría en relación con el contingente de solidaridad, otro de los puntos que los países de la UE tienen previsto acordar este lunes.
En el debate con sus homólogos sobre el reglamento de «tercer país seguro», explicó que esa normativa «rompe con la integridad del pacto», al «modificar un elemento que fue crucial sobre el mismo, antes de que el pacto empiece a andar».
Indicó que a España le plantea «serias dudas jurídicas», ya que se prevé la posibilidad de celebrar acuerdos jurídicos no vinculantes con terceros países, lo que «genera interrogantes sobre la garantía de una protección efectiva en dichos países, los mecanismos que aseguren que las solicitudes se tramitan adecuadamente y el respeto a los derechos y obligaciones de los solicitantes», dijo.
Además, esa normativa «condiciona potencialmente nuestras relaciones bilaterales», ya que España considera «esencial» que los Estados miembros vecinos de los países terceros «sean debidamente informados y consultados» sobre esos acuerdos, ya que, de no ser así, «existe el riesgo de crear impacto en los Estados miembros», además de en los flujos migratorios y en las relaciones bilaterales.
Consideró también que la referencia actual a las fronteras comunes «excluye a muchos de los vecinos de España en la ruta Mediterránea y Atlántica» y que en el plano operativo el país duda de la eficacia de esa normativa.
Además, el hecho de que la normativa establezca que el criterio de conexión con el país al que se retorna al migrante «sea optativo» plantea dudas sobre la sostenibilidad y rentabilidad del mecanismo, dijo el ministro español, ya que «si no hay vínculo, no vemos incentivos para que un solicitante no trate de regresar» cuando sus perspectivas en el otro país son escasas.
Por otra parte, criticó que se deje a los Estados miembros libertad para elegir si aplican o no el criterio de conexión, «lejos de crear un sistema común, generará diferencias».
En cuanto al Reglamento de Retorno, el ministro dijo a su llegada que España se opone a que el reconocimiento mutuo de las decisiones de retorno sea voluntario y «no obligatorio», manteniendo el sistema vigente, ya que «no avanzamos nada». Los países tienen previsto llegar a un acuerdo también este lunes sobre este dossier.
Por último, sobre el «paquete de solidaridad» con los países sometidos a más presión migratoria, el ministro adelantó a su llegada que España se abstendrá hoy en la votación del Consejo.
Recordó que Bruselas había propuesto que el resto de Estados miembros apoyen a los países con más presión a través de un mínimo de 30.000 reubicaciones anuales y una contribución de 600 millones de euros, con los que España estaba de acuerdo, y lamentó que la propuesta de compromiso que llega al Consejo prevea finalmente 21.000 reubicaciones.
«Si se toca la solidaridad, se debe tocar la responsabilidad», dijo el ministro. EFE
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