Firmas europeas sufren “millones de euros en pérdidas” por controles chinos a exportación
Shanghái (China), 12 nov (EFE).- Las restricciones a la exportación impuestas por China en el marco de la guerra comercial han supuesto «millones de euros en pérdidas» para «múltiples» empresas europeas, denunció este miércoles la Cámara de Comercio de la Unión Europea (UE) en China.
Así lo indicó el presidente de la sección de la Cámara en la megalópolis oriental de Shanghái, Carlo D’Andrea, durante la presentación de un informe bianual sobre las condiciones para las firmas europeas en la considerada como capital económica del país asiático.
Pese a los recientes acuerdos al respecto entre China y Estados Unidos tras la anticipada reunión entre los presidentes de ambos países, Xi Jinping y Donald Trump, el empresario italiano afirmó no tener «la sensación de que las cosas estén mejorando».
Esos pactos contemplaban la suspensión durante un año de las últimas restricciones anunciadas por Pekín a la exportación de bienes como las tierras raras, pero todavía siguen activas otras impuestas en los meses anteriores.
«Nuestros miembros todavía nos piden que presionemos» a las autoridades chinas al respecto, apuntó D’Andrea antes de reconocer que la tensión entre China y la UE a cuenta de la neerlandesa Nexperia «no está ayudando».
Preguntado al respecto de ese caso, el representante empresarial aseguró no tener constancia de represalias concretas contra empresas neerlandesas en China, pero sí subrayó que los miembros del organismo denuncian “la politización y el deterioro” del entorno de negocios.
Según la Cámara, las empresas europeas se encuentran en un “limbo” que, además, genera una “competencia injusta” con las firmas chinas, las cuales también están sujetas sobre el papel a esas restricciones pero no sufren sus efectos al no necesitar exportar esos materiales.
“Los controles a la exportación son algo que está afectando gravemente a la producción industrial de nuestros miembros, y esperamos que no se utilicen como una herramienta política ni se use al comercio como arma arrojadiza”, insistió D’Andrea.
“No queremos un trato especial, solo queremos que se nos trate de manera justa. Queremos saber qué documentos se necesitan, qué autoridad debe validarlos y cuándo vamos a recibir las licencias”, exhortó.
En su opinión, las empresas extranjeras que operan en China ya no solo pueden prestar atención a su negocio en sí, sino también “estar mucho más atentos de lo que los rodea”, por ejemplo a la hora de seleccionar proveedores. EFE
vec/gbm/ah