Hispanistas reclaman más apoyo para atender a la creciente demanda del español en Turquía
Estambul, 12 nov (EFE).- El español se está convirtiendo en la segunda lengua extranjera en Turquía más solicitada, superando el alemán, pero hace falta un apoyo coordinado de las instituciones para responder a la demanda, concluyó este miércoles un congreso de hispanistas celebrado en Estambul.
El encuentro, celebrado bajo los auspicios de la Embajada de España, ha reunido una treintena de profesores de español, traductores, intérpretes y filólogos, tanto turcos como de varios países hispanoparlantes.
La ambición de estos profesionales es crear una red para fomentar la enseñanza del español mediante un mejor apoyo institucional para superar el actual cuello de botella de falta de docentes, explica a EFE una de las coordinadoras del encuentro, Ayse Çifter, profesora de español en la Universidad de Baskent, en Ankara.
«En los colegios privados, el español ya lo podemos comparar con el alemán, por razones históricas muy presentes hasta ahora, y se está convirtiendo en la segunda lengua más enseñada, por delante del francés o italiano, solo por detrás del inglés», detalla esta hispanista.
Pero la falta de docentes se está convirtiendo en un problema, ya que de las seis universidades que actualmente ofrecen la carrera de Filología hispánica, algunas aún en fase inicial, de momento solo se gradúan unos 50 estudiantes al año, si bien el total de graduados en estudios hispánicos supera los 900, según los datos del Consejo Superior de Universidades Turco.
Solo hay 33 profesores, entre turcos y nativos de países hispanos, en estos departamentos, aunque a este número se añaden quienes dan clase de español como asignatura optativa en numerosas universidades, detalla a EFE Victoria Gálvez, profesora en la Universidad Politécnica de Estambul, que ha realizado un estudio sobre este tema.
Según datos oficiales, hay 53 profesores nativos de países hispanoparlantes, más de la mitad de España, en las universidades turcas, y se puede estimar que la mayoría, aunque no todos, sean docentes de español, resume Gálvez.
La demanda supera en tanto la oferta en la universidad que hay una enorme competición entre estudiantes para hacerse con una plaza en los cursos ofrecidos, asegura Gálvez, que da clase a alumnos de carreras técnicas, como arquitectos o ingenieros.
«Una vez tuve todo el cupo lleno de informáticos: habían hackeado el sistema para acceder a una plaza», recuerda con una risa.
Pero el principal impulso para aprender español sigue siendo un interés personal, fomentado por la música, el cine, las telenovelas españolas, coincidieron todos los asistentes en el encuentro de hispanistas, mientras que aún falta por fomentar el enfoque práctico.
«Se aprende español por pasión», resume Gálvez, apuntando la necesidad de un mayor apoyo institucional, tanto de España como desde los países hispanoamericanos, para convertir esa decisión pasional en un sólido objetivo de lógica laboral.
No faltan estudiantes turcos que acaben pasando del español al italiano por la mayor facilidad de las universidades italianas en acoger a estudiantes extranjeros, algo que podría contrarrestarse con más convenios directos entre universidades turcas y españolas, apunta.
En todo caso, este primer encuentro de profesionales de diversas ramas, con la participación de los tres Ministerios españoles que intervienen en la enseñanza del español en el extranjero, el de Exteriores, el de Educación y el de Ciencia, Innovación y Universidades, ya es un paso adelante, subraya Çifter.
Como lengua de importancia mundial, el español tiene un gran futuro en Turquía si a la pasión que suscita se añaden los medios necesarios, insiste Gálvez.
«Los docentes del español somos todos un poco don Quijotes pero hacen falta más Sanchos Panza», concluye la hispanista. EFE
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