HRW acusa al rebelde M23 de «aparentes crímenes de guerra» apoyado por Ruanda en RD Congo

Kinsasa, 13 jun (EFE).- Los rebeldes del Movimiento 23 de Marzo (M23), «apoyados por Ruanda» en el este de la República Democrática del Congo (RDC), cometieron asesinatos, violaciones y otros «aparentes crímenes de guerra» en esa zona desde finales de 2022, denunció este martes Human Rights Watch (HRW).

La grave situación de seguridad en el este del país se ha visto agravada por dos años de ley marcial en la región y la colaboración de las Fuerzas Armadas de la República Democrática del Congo (FARDC) con diversos grupos armados, en su mayoría de carácter étnico, señaló HRW en un comunicado.

«Los incesantes asesinatos y violaciones del M23 se ven reforzados por el apoyo militar que los comandantes ruandeses proporcionan al grupo armado rebelde», señaló la investigadora sobre África de HRW, Clémentine de Montjoye.

«Tanto Congo como Ruanda tienen la obligación de hacer que los comandantes del M23 rindan cuentas por sus crímenes, junto con cualquier funcionario ruandés que los apoye», añadió.

Según HRW, el Ejército de Ruanda desplegó tropas en el este de RDC para proporcionar apoyo militar directo al M23, con el objetivo de ampliar el control de los territorios vecinos.

El grupo rebelde incluye soldados que participaron en un motín del Ejército congoleño en 2012, y los altos mandos del grupo tienen un historial de graves abusos contra civiles, de acuerdo con la ONG.

«Los líderes del M23 han negado que sus fuerzas hayan cometido crímenes ni abusos», señaló HRW tras haber hablado con un portavoz del grupo rebelde.

La reanudación de los enfrentamientos entre el M23 y el Ejército congoleño y varios grupos armados provocaron, hasta el momento, «el desplazamiento de alrededor de un millón de personas desde marzo de 2022», afirmó HRW.

La reactivación del M23 en marzo de 2022 tras varios años de calma hizo que este grupo rebelde ocupara áreas y localidades estratégicas en la provincia nororiental de Kivu del Norte, si bien se ha retirado de algunas.

Los avances rebeldes coincidieron, además, con una escalada de tensiones entre la RDC y Ruanda por la presunta colaboración de Kigali con el M23.

Ruanda siempre ha negado ese extremo, pese a que al menos dos informes de la ONU confirmaron la cooperación.

Desde 1998 el este de la RDC está sumido en un conflicto alimentado por milicias rebeldes y el Ejército, pese a la presencia de la misión de paz de la ONU en el país (Monusco). EFE

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