HRW urge al Consejo de Seguridad a tomar medidas «enérgicas» ante el conflicto en Sudán
Jartum, 2 jun (EFE).- La organización Human Rights Watch (HRW) urgió hoy al Consejo de Seguridad de la ONU a tomar «medidas más enérgicas» para mitigar y revertir la situación humanitaria en Sudán, así como imponer «sanciones específicas y un embargo de armas» contra las partes beligerantes.
En un comunicado, HRW recordó que este viernes el Consejo de Seguridad se reúne para decidir la continuidad de la misión de la ONU en Sudán en la víspera de que expire su mandato, y apeló a los miembros del consejo, en especial a los africanos -Gabón, Ghana y Mozambique- a que ejerzan presión sobre las partes en conflicto.
En este sentido, la organización pidió al Consejo de Seguridad «apoyar una mayor supervisión de los derechos humanos, sanciones específicas y un embargo de armas» contra el Ejército de Sudán y el poderoso grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), enzarzados en combates desde el pasado 15 de abril.
«Como primer paso, los tres miembros africanos del Consejo de Seguridad deben demostrar liderazgo al pedir que se amplíe el embargo de armas de la ONU para cubrir todo el país e imponer sanciones a los líderes militares responsables de abusos graves», dijo el comunicado.
Recordó que estos tres países africanos hasta el momento se han centrado en los esfuerzos de la Unión Africana para garantizar un alto el fuego y reanudar el diálogo entre las partes, que fue suspendido por los mediadores, Arabia Saudí y Estados Unidos, ante las repetidas violaciones de la tregua en vigor.
Asimismo, HRW recordó que el Consejo de Seguridad debe abordar los abusos cometidos contra trabajadores humanitarios, y comunicar a las partes beligerantes que estas acciones «tendrán graves consecuencias».
«Independientemente de cualquier alto el fuego, debe dejar claro a las partes en conflicto que deben cumplir con sus obligaciones legales internacionales para facilitar el acceso rápido, seguro y sin obstáculos de la ayuda humanitaria», añadió.
Las negociaciones entre representantes del Ejército y las FAR fueron suspendidas ayer por los mediadores, al alegar que se han producido «graves violaciones» de la tregua en vigor, como ataques contra civiles, asaltos a sedes de organizaciones humanitarias o el despliegue de más fuerzas en las zonas de choques.
El conflicto en Sudán ha dejado al menos 850 muertos y más de 5.500 heridos, y ha provocado el desplazamiento interno y externo de más de 1,3 millones de personas, según Naciones Unidas . EFE
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