Huella de una proeza en serie
'Le Musée du Léman' invita a los amantes de la aventura a remontar el vuelo hacia la estratosfera o a sumergirse en las profundidades submarinas, en compañía de una familia suiza cuyo apellido es sinónimo de arrojo y de aventura: los Piccard.
La exposición ‘Del espacio a los abismos. La familia Piccard entre el cielo y el mar’, que abrió sus puertas al público el domingo (10.06) y recibirá a sus visitantes hasta el 10 de marzo del 2002, diseña el itinerario de tres generaciones por los arcanos del universo, de la ciencia y la tecnología.
Maquetas, archivos y objetos originales permiten seguir las andanzas de Augusto (padre), Jacques (hijo) y Bertrand (nieto) ‘entre el cielo y el mar’. El museo logró reunir este magnífico testimonio de una proeza continuada a lo largo de tres generaciones, con base en los archivos personales de Jacques.
La muestra se complementa con un libro escrito por Jean-Francois Rubin, conservador del ‘Musée du Léman’, ubicado en la ciudad suiza de Nyon, cerca de Ginebra.
Nacido en 1884 en Basilea, Auguste Piccard se convirtió en 1932, en el primer hombre en surcar la estratosfera y subir hasta 16.000 metros de altura a bordo de un globo con cabina hermética, el FNRS.
Bajo el mismo principio, el físico construyó el batíscafo FNRS 2, destinado a las exploraciones submarinas a gran profundidad.
Una versión mejorada del batíscafo, el Trieste, se anotó en enero de 1960 el récord absoluto de inmersión al descender hasta 11.000 metros con Jacques Piccard y Don Walsh a bordo.
En 1962, Jacques Piccard concibe el mesóscafo Auguste-Piccard, primer submarino turístico del mundo. El aparato fue la atracción principal de la Exposición Nacional de Lausana en 1964. El científico desarrollará además el Ben-Franklin, y, en 1972, el F.A.-Forel.
La más reciente de las hazañas de los Piccard tuvo lugar en marzo de 1999, cuando Bertrand Piccard realizó, en su tercer intento, la vuelta al mundo en globo sin escalas a bordo del Breitling Orbiter 3.
El aerostero prestó para la exposición todo su equipo personal, en particular el libro de a bordo, las combinaciones de vuelo y el talego de sobrevivencia, objetos hasta ahora desconocidos para el gran público.
Marcela Aguila Rubín
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