Impacto devastador del SIDA

El SIDA frena los esfuerzos de desarrollo de los países menos favorecidos. Keystone

34 millones de personas en el globo son portadoras del virus. Más de 24 millones viven en África, al sur del Sahara. Al cumplir 15 años, la asociación suiza de ayuda contra el SIDA insiste en la prevención pese a los éxitos de las terapias combinadas.

« Salvo un milagro, la mayoría de esas personas morirán durante los próximos 10 años » : advierte el estudio bianual de ONUSIDA, organización de lucha contra la epidemia que reúne los esfuerzos de 6 agencias de las Naciones Unidas. Publicado en Ginebra, el informe precede a la conferencia internacional sobre el SIDA que tendrá lugar del 9 al 14 de julio en Durban, Suráfrica.

El impacto social, económico y demográfico del SIDA es devastador particularmente en los países pobres donde ya es la primera causa de mortalidad y donde diezma la población de trabajadores y los esfuerzos de desarrollo.

Con casi dos millones de portadores del Virus de Inmunodeficiencia Humana, sobre todo en las islas del Caribe, Haití, Brasil, Honduras, Guatemala y Belice, América Latina es la tercera región del mundo más afectada, después de África y el sur de Asia.

Desde el comienzo de la epidemia, al inicio de los años ochenta, cerca de 19 millones de personas en el mundo han muerto a causa del SIDA y más de 13 millones de niños han quedado huérfanos. « El SIDA es un factor de desestabilización de los sistemas geopoliticos frágiles » : señala el director de ONUSIDA, Peter Piot.

En los países industrializados, las intensas campañas de prevención e información y las recientes terapias combinadas han reducido el número de muertos y han contribuído a prolongar y mejorar la vida de las víctimas del SIDA. Según el estudio de ONUSIDA hay 900.000 portadores del virus en Norteamérica, 520.000 en Europa occidental , 530.000 en Asia oriental y 25.000 en Australia.

Con casi 5.000 muertos por SIDA desde 1984, 20.000 infectados por el virus y cerca de 1.800 enfermos de SIDA a finales de 1999, Suiza, en porporción a sus 7 millones de habitantes, ha sido uno de los países industrializados más lastimados por la epidemia.

Sin embargo, gracias a los tratamientos con medicinas combinadas, Suiza es también uno de los países donde más ha disminuido el número de fallecimientos por SIDA. De casi 700 muertos en 1994, se ha pasado a sólo 46, en 1999.

La Asociación suiza de ayuda contra el SIDA, con ocasión de su déecimo-quinto aniversario recordaba recientemente que a raiz de los éxitos terapéuticos logrados con la combinación de anti-retrovirales ha aumentado el riesgo de trivialización del problema, porque muchos empiezan a creer que el problema del SIDA ha sido recuelto.

« Es totalmente falso. El SIDA no se cura y aún no tenemos una vacuna » : enfatiza Marc Bescher , jefe de información de la asociación que se ocupa de la prevención, información médica, acompañamiento y apoyo jurídico a las víctimas del SIDA en Suiza.

En Suiza, el optimismo por las nuevas terapias es mitigado por los efectos secundarios y el costo de los tratamientos que puede llegar a más de 9.000 dólares por persona y por año.

« El tratamiento es difícil de vivir, obliga a los pacientes a consumir hasta 20 píldoras diarias dentro de un régimen estricto. No sabemos por cuánto tiempo la terapia seguirá siendo eficaz y sus efectos secundarios son muy fuertes » : añade Marc Bescher.

Cuando 1as nuevas infecciones afectan sobre todo a los heterosexuales, la asociación suiza de ayuda contra el SIDA insiste en sus estrategias de promover una actividad sexual segura mediante el preservativo y pone el acento en el apoyo a las personas portadoras del virus.

Al hacer un balance de sus 15 años de trabajo la agencia estima que gracias a su acción, la población suiza es una de las mejor informadas sobre los riesgos y la protección contra el SIDA.

Jaime Ortega