Japón ultima nuevas medidas y financiación pública para abordar oleada de ataques de oso
Akita (Japón), 12 nov (EFE).- Japón ultima nuevas medidas y mayor financiación pública para abordar la oleada récord de ataques de oso, aseguró este miércoles la primera ministra, Sanae Takaichi, que calificó la tendencia al alza de estos incidentes como «una grave amenaza» para la seguridad pública de los residentes.
«El número de personas heridas por ataques de oso está aumentando en muchas zonas, especialmente en el este de Japón, y esta es una situación grave que amenaza la seguridad de la población», dijo la mandataria en un comité presupuestario de la Dieta, el parlamento nacional, en el que se comprometió a aumentar el apoyo financiero a los gobiernos locales que están combatiendo el problema.
Takaichi afirmó que el Ejecutivo central elaborará próximamente un paquete de medidas y reforzará el apoyo financiero a los gobiernos locales para cubrir, por ejemplo, las tasas para las asociaciones de cazadores o los costes de captura de osos, una labor para la que el país ha decidido desplegar efectivos del ejército ante la escasez de expertos en la materia y la envejecida comunidad de cazadores.
La prefectura de Akita, en el norte del archipiélago, se ha convertido en el epicentro de las operaciones de caza y captura de estos animales, que han provocado desde abril un récord de al menos 220 ataques y 13 muertes, según el Ministerio de Medioambiente.
Las autoridades locales han puesto a disposición pública un portal web (https://kumadas.net) con los registros de avistamientos de osos en el territorio, que constata su acercamiento a áreas pobladas, principalmente en busca de alimentos, especulan los expertos, ante la escasez de víveres por el aumento de las temperaturas veraniegas.
La capital provincial, la ciudad homónima de Akita, acogerá este jueves una ceremonia simbólica del inicio de operaciones en la zona, así como en la vecina prefectura de Iwate, de unidades armadas de antidisturbios de la Agencia Nacional de Policía para contribuir al control de la población de osos.
Japón reformó en meses recientes su legislación pertinente para permitir disparar y matar a osos en zonas urbanas controladas ante el aumento sin precedentes del número de víctimas.
En la ciudad de Akita, donde en los últimos días se han visto varios osos paseando a primera hora de la mañana, los trabajadores de un céntrico hotel dijeron este miércoles a EFE que tienen miedo por la situación, ya que salir a la calle «es muy peligroso».
Los incidentes sobre avistamientos y ataques de osos se repiten en los medios locales día sí y día también.
Este mismo miércoles, el aeropuerto de Hanamaki, en Iwate, tuvo que cerrar su pista durante más de una hora tras avistarse un oso cruzando el área de estacionamiento, lo que provocó el despliegue de los equipos de seguridad para asegurar la zona, aunque el animal desapareció entre la maleza sin mayores incidentes.
«Es la primera vez que el personal del aeropuerto ve y confirma la presencia de un oso en las instalaciones. Estoy realmente sorprendido», declaró el subdirector de la oficina del aeropuerto a la cadena pública NHK.
En la localidad de Hachimantai, en la misma provincia, un hombre resultó herido tras toparse con dos osos mientras paseaba a su perro a primera hora del día en una zona de arrozales.
En la prefectura de Niigata, a unos 300 kilómetros al noroeste de Tokio, un cazador octogenario fue atacado repentinamente por un oso mientras patrullaba una carretera rural en la ciudad de Shibata.
Según la policía, el hombre utilizó su arma para matar al oso, de 1,5 metros, en el acto, pero sufrió heridas en la cara, la pierna derecha y otras partes del cuerpo, aunque no revisten gravedad.
Medios locales y redes sociales siguen de cerca la evolución de la situación, como los avistamientos de huellas de oso en áreas urbanas de Hokkaido, la isla más septentrional del archipiélago, o los incidentes en áreas turísticas como la icónica aldea de Shirakawago, Patrimonio de la Humanidad, donde a principios de octubre resultó herido un español. EFE
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