La Bohème en versión bernesa
El apartamento del conserje, el taller de pintura, la lavandería y el centro comercial: estos son los poco habituales escenarios de la ópera 'La Bohème', que transmite este martes en directo la televisión suiza desde Berna.
El joven tenor albanés Saimir Pirgu interpreta el papel de Rodolfo en la célebre ópera de Puccini en un escenario especial: el local del taller de pintura de los habitantes del ‘Wohnblocks B’ (bloque de viviendas B) de Gäbelbach.
En el palacio –situado en la muy poca lírica dirección Gäbelbachstrasse 31-45– en la parte occidental de la comuna de Berna, viven personas procedentes de una veintena de países diferentes. Además 30 de estos participan en la representación como figurantes.
Pirgu canta relajado, vestido con una chaqueta de piel oscura y con el habitual foulard. Faltan sólo las pruebas de las cámaras de televisión, que este martes trasformarán el pequeño local en el escenario más claustrofóbico del mundo.
Propuesta audaz
“Es la primera vez que cantaré en un taller y además ante tantas cámaras”, afirma Pirgu, mientras sus ojos revelan el entusiasmo por este nuevo reto.
La paternidad del valiente proyecto, que implica a cerca de 400 personas, es de Thomas Beck, responsable del sector ‘Música, danza y teatro’ de la televisión suiza en lengua alemana (SF).
En el transcurso de la sesiones de ‘brainstorming’ con el responsable de la producción, Christian Eggenberger, la idea ha tomado cuerpo progresivamente, hasta la culminación prevista para la noche de este martes.
La ópera de Puccini ha sido elegida para esta innovadora experiencia que exigirá medios especiales también por parte de los artistas: “En este contexto, debemos cantar de una forma completamente distinta a la de una sala de teatro o de ópera, utilizando toda la fuerza vocal y con la ayuda de micrófonos”, explica Saimir Pirgu.
Gracias al monitor y el auricular, el tenor está sincronizado con los 67 músicos de la Orquesta Sinfónica de Berna, que se presentarán a casi un kilómetro de distancia, en el ‘Food Corner’ del centro comercial Westside, diseñado por el renombrado arquitecto estadounidense Daniel Libeskind.
Cultura para el gran público
‘La Bohème im Hochhaus’ (literalmente: ‘La Bohème en un rascacielos’), es de acuerdo con los responsables de la SF una oferta cultural de altísima cualidad destinada al gran público gracias al medio televisivo, acompañada de una excelente calidad de imagen y sonido.
Para este propósito, Rolf Allenbach –director técnico del centro de producción de la SF – y sus colaboradores tienen una tarea muy exigente esta noche: aplicar la directiva de Christian Eggenberger. Es decir: “Conseguir que el mejor lugar para ver la ópera sean los situados delante de la televisión”.
En el transcurso del último año, Allenbach y su equipo han tenido ya ocasión de vérselas con un proyecto análogo: la difusión de ‘La Traviata’ realizada en la estación central de Zúrich.
En Berna, no obstante, los escenarios serán una docena. Para mejorar la atmósfera del barrio se emplearán 23 cámaras de televisión.
Obra maestra en todos los sentidos
“Es necesario cubrir toda la zona en la que se distribuyen los artistas con aparatos especiales emisores”, destaca Allenbach. Debido a los cables especiales de fibra óptica no se va a perder ni una sola nota, ni una sola lágrima. ‘La Bohème im Hochhaus’ no es, por lo tanto, solamente un experimento cultural, sino también una obra maestra tecnológica.
Los directores son conscientes del gran desafío al que se enfrentan, al proponer un producto cultural complejo: “Debemos conseguir fijar en la pantalla a las personas que no están acostumbradas a mantener este tipo de concentración”.
Un reto que puede ser vencido: a título de ejemplo, ‘La Traviata’ difundida desde la estación de Zúrich fue seguida en Suiza por cerca de 600.000 personas y otras tantas desde el extranjero. Una cifra récord.
También la cita de este martes nace con los mejores auspicios: el tenor Saimir Pirgu, que cantará próximamente en el Metropolitan de Nueva York, se siente como en casa en Gäbelbach. “La gente es muy amable, en particular el señor Spori, el conserje, que vive en mi apartamento”, afirma, antes de rectificar sonriendo: “Obviamente el apartamento es suyo, yo sólo vivo aquí en esta etapa bernesa”.
El tenor y el conserje no son sólo dos insólitos compañeros de piso, sino también compañeros de escenario: durante una escena ambientada en su apartamento, el señor Spori preparará, de hecho, una pizza… a La Bohème.
Renat Künzi, Gäbelbach, swissinfo.ch
(Traducción: Iván Turmo)
La ‘Bohème en el rascacielos’ comienza a las 20:05 horas (hora local) en los tres canales de la TV pública suiza (SF, TSR y RSI).
El canal europeo de televisión Arte transmite la ópera para el público de Alemania y Francia.
El programa será presentado por Sandra Studer (SF), Michel Cerutti (TSR) y Alice Tumler (Arte). Explicarán a los espectadores los actos de la obra y también hablarán sobre la atmósfera de los diversos escenarios.
Al final del programa, la TV transmitirá un debate sobre el evento.
La Bohème es la ópera con la que Giacomo Puccini se consagró definitivamente como un gran compositor lírico.
Refleja sus propias vivencias durante los años de estudiante en el conservatorio de Milán, donde compartió habitación con Pietro Mascagni.
El libreto se basa en la novela por entregas, ‘Escenas de la vida bohemia’ de Henry Murger, publicada en el periódico ‘El Corsario’ a lo largo de cinco años (1845 – 1849).
Los encargados de simplificar y aunar los diferentes episodios de la novela para así confeccionar el libreto fueron Luigi Illica y Giuseppe Giacosa.
El estreno de ‘La Bohème’ tuvo lugar en el Teatro Regio de Turín el 1 de febrero de 1896.
El papel de Mimí fue cantado por la soprano Cesira Ferrani, y el tenor Evan Gorga dio vida a Rodolfo. La orquesta tocó bajo la dirección de Arturo Toscanini. La obra tuvo una acogida fría, tanto por parte del público como de la crítica.
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