La Ciudad de México es mucho mejor que su fama

Jörg Wiedenbach, director de Finanzas de Swiss Re en México. swissinfo.ch

Ocho años después de vivir en la capital mexicana, a Jörg Wiedenbach le asalta de repente la nostalgia por el orden, la seguridad y la limpieza helvéticas.

Empero, cada vez se le antoja más difícil dejar esa urbe a cuyo encanto sucumbió de lleno.

Oriundo de Lucerna, el director de Finanzas de Swiss Re llegó a México procedente de Brasil -donde trabajó para la firma suiza de elevadores Schindler-, tras haber recorrido los meandros de la geografía latinoamericana con su equipaje de hombre de negocios.

Recuerda la calidez de su recepción por esa comunidad local que “respeta mucho a los extranjeros”, y la conformación de una red social binacional cuya solidez hace “cada vez más difícil salir de este país” y a la que ha colaborado fuertemente como secretario de la Asociación Empresarial Mexicano Suiza.

En el seno de su hogar, y con la ayuda de su esposa, peruana, alimenta una cultura mixta vía la conservación de ciertas tradiciones, el alemán como lengua del hogar y visitas regulares a los abuelos del otro lado del Atlántico.

El agobio de la circulación

A su entusiasmo por las ciudades grandes corresponde con creces el Distrito Federal, pero Wiedenbach sabe que la abundante oferta de las metrópolis genera facturas onerosas: “Lo que más me pesa es el tránsito. Para trasladarme a una comida hago casi una hora de viaje”.

No resiste la evocación de las ciudades helvéticas donde los niños pueden ir caminando a la escuela. “Aquí el transporte es complicado y uno se la pasa llevando y recogiendo”. Advierte sin embargo, y sin asomo de amargura que “son sacrificios que uno tiene que hacer en una ciudad como la de México”.

Entre los flagelos urbanos, resulta insoslayable aludir al crimen. Wiedenbach destaca la necesidad de tomar precauciones: evitar ciertos lugares, rutas desconocidas … “Como representante de una empresa suiza mantengo un perfil bastante bajo, no ando con cosas ostentosas o pegando ‘stickers’ de que soy empresario suizo”.

Rechaza que la comunidad suiza haya tenido problemas mayores vinculados con la delincuencia, y atribuye los incidentes registrados al hecho de que “hoy en día no hay ningún lugar en el mundo que sea cien por ciento seguro”.

Se sufre, pero no tanto

“Pero a pesar de todo, México es mucho mejor que su fama. México ciudad tiene una fama bastante mala, pero la contaminación ha mejorado en los últimos años con el cierre de plantas y el mejoramiento de la gasolina. Aún no es como debería y hay días en que uno sufre, pero ha mejorado”, insiste.

Natural de un país de disciplina inexorable, el empresario se deleita con el condimento de impremeditación que sazona la vida mexicana.

“El mexicano es muy bueno para organizarse en situaciones no comunes, en improvisar, ese es uno de los puntos fuertes del país”. Compara: No es como en Suiza, donde todo funciona al minuto, al segundo. Aquí todo es más flexible”.

Marcela Águila Rubín, México