La CPI condena a un jefe de milicia de Sudán a 20 años de prisión por crímenes de guerra
La Corte Penal Internacional (CPI) condenó el martes a un jefe de milicia sudanés a 20 años de prisión por crímenes de guerra y de lesa humanidad cometidos durante la guerra civil en Darfur, hace veinte años.
Ali Mohamed Ali Abd-Al-Rahman, también conocido por su nombre de guerra Ali Kosheib, fue declarado culpable en octubre de múltiples crímenes, incluidos violación, asesinato y tortura, perpetrados en Darfur en 2003 y 2004.
Vestido con traje azul y corbata, el hombre, de 76 años, permaneció impasible cuando la jueza Joanna Korner anunció su pena.
Abd-Al-Rahman, que se entregó a la CPI en 2020, era un alto cargo de la milicia sudanesa de los janjawid, y participó «activamente» en esos crímenes, concluyó el tribunal.
La jueza Korner precisó que él había «perpetrado personalmente» palizas, a veces con un hacha, y ordenado ejecuciones.
También dijo que sus víctimas habían declarado que llevó a cabo una «campaña de exterminio, humillación y desplazamiento».
En noviembre, el fiscal Julian Nicholls había solicitado la cadena perpetua para Abd-Al-Rahman.
«Tienen ante ustedes, literalmente, a un asesino con hacha», declaró el fiscal ante los jueces en aquel entonces, apuntando que los relatos de sus crímenes parecían «sacados de una pesadilla».
Abd-Al-Rahman negó haber ostentado un alto cargo en los janjawid, una fuerza paramilitar de mayoría árabe armada por el gobierno sudanés para, principalmente, matar a grupos de africanos negros en Darfur hace dos décadas.
Huyó a la República Centroafricana en febrero de 2020 cuando un nuevo gobierno sudanés anunció su intención de cooperar con la investigación de la CPI.
Luego dijo que al final se entregó porque estaba «desesperado» y temía que las autoridades lo ejecutaran.
Los combates estallaron en Darfur en 2003 cuando grupos rebeldes, que denunciaban una discriminación étnica sistemática, tomaron las armas contra el régimen de Omar al Bashir, mayoritariamente árabe.
Jartum respondió desplegando a la milicia janjawid, compuesta por miembros de grupos nómadas de la región.
Según la ONU, el conflicto en Darfur, que terminó en 2020, dejó 300.000 muertos y 2,5 millones de desplazados.
Tres años después, en abril de 2023, estalló otra guerra, esta vez entre el ejército y un grupo paramilitar, las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), que tienen su origen en los janjawid. Decenas de miles de personas han muerto por este conflicto, que también obligó a millones de habitantes a dejar sus hogares.
Según organizaciones humanitarias, esta guerra ha puesto al país al borde de la hambruna.
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