La crisis de Nexperia empuja a la UE a tomar más medidas frente a la escasez de chips
Bruselas, 8 dic (EFE).- Los ministros de Industria de la Unión Europea reclamaron este lunes que la nueva Ley Europea de Chips proporcione soluciones estructurales para los problemas de suministro de semiconductores, después de que la crisis de Nexperia en Países Bajos haya vuelto a mostrar el peligro de la dependencia de China.
«Esta vulnerabilidad específica de la cadena de suministros ilustra un problema estructural más amplio que debemos abordar como Unión Europea», dijo el ministro de Economía neerlandés, Vincent Karremans, durante una reunión con sus homólogos de los Veintisiete, a los que puso al día sobre la situación del fabricante de semiconductores.
El Gobierno neerlandés intervino en septiembre la compañía Nexperia – de propiedad china pero con sede en Países Bajos – con el fin de evitar la transferencia de activos críticos hacia China, a lo que la firma respondió bloqueando la exportación a Europa de semiconductores desde sus plantas en el país asiático, provocando escasez de suministro para muchas empresas europeas, en particular del sector de la automoción.
Las conversaciones entre las autoridades neerlandeses y chinas llevaron a Países Bajos a dejar la intervención en suspenso en noviembre, permitiendo restablecer parte de los envíos.
«Si no hubiéramos intervenido habríamos perdido las últimas instalaciones de producción de chips tradicionales fuera de China», argumentó el ministro neerlandés, quien explicó que siguen manteniendo «conversaciones constructivas con China para encontrar una buena salida».
«Nuestra prioridad es asegurar el restablecimiento del suministro de chips para la industria y salvaguardar la estabilidad y predictibilidad futuras para toda la economía europea», añadió, instando a la UE a tomar medidas para reducir las dependencias.
El ministro francés de Industria, Sébastien Martin, agradeció a las autoridades neerlandesas su actuación «decidida» ante una crisis que, subrayó, «vuelve a mostrar la vulnerabilidad del sector de la automoción» cinco años después de la pandemia que sacó a la luz el problema.
«Hemos visto que las empresas no anticipan los riesgos geopolíticos o la escasez y no seremos capaces de resolverlo sin crear claros incentivos para el suministro en Europa», dijo el político galo, quien instó a privilegiar la compra de producción europea y a incluir al sector del motor, principal consumidor de componentes electrónicos, en la futura Ley de Chips.
Por su parte, el ministro italiano de Empresa, Adolfo Urso, consideró que la UE «necesita una respuesta estructural y definitiva puesto que la estabilidad de la cadena de suministros es fundamental para la estabilidad de la industria» y consideró que la futura ley será «el lugar perfecto» para darla.
«Tendrá que ser una herramienta que permita invertir en capacidad de producción, mejorar la resiliencia y crear mecanismos que nos permitan frenar las perturbaciones de las cadenas de suministro en el futuro», dijo, en línea con las intervenciones de los representantes de Alemania, Bélgica, Finlandia y República Checa.
El comisario europeo de Industria, Stéphane Séjourné, aseguró que el Ejecutivo comunitario apoya a Países Bajos en la búsqueda de «soluciones duraderas, estables y predecibles» y seguirá «monitorizando» la situación de los suministros tras un «episodio» que, a su juicio, deja varias lecciones.
«La primera es que nuestros gobiernos y empresas tienen la responsabilidad colectiva de reducir las dependencias de la cadena de suministros, particularmente de China», dijo Séjourné, quien subrayó que «una única compañía puede poner en peligro a toda la industria europea» e instó a mejorar la seguridad económica de todo el bloque.
En este sentido, destacó que Bruselas seguirá analizando las dependencias «área a área» y la futura Ley de Chips, que revisará la adoptada en 2023, «proporcionará respuestas» para ese sector. EFE
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