La dictadura de Pinochet, latente en tres de los presidenciables con más opciones en Chile
(Corrige años del fin de la dictadura)
Meritxell Freixas
Santiago de Chile, 14 nov (EFE).- Aunque han pasado 35 años desde el fin de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), el tema volvió al centro del debate en la campaña para las presidenciales del domingo: por primera vez, tres de los ocho candidatos justifican el golpe y, en distinta medida, el régimen, y dos de ellos son familiares directos de altos cargos de la época.
Tenían 22 y 34 años cuando el ultraderechista José Antonio Kast, segundo en la mayoría de encuestas, y la candidata de la derecha tradicional, Evelyn Matthei, en cuarta posición, apoyaron la continuidad del dictador en el referéndum de 1988 y participaron en la propaganda televisiva a su favor.
Kast, de 59 años, es hermano de Miguel Kast, fue ministro de Pinochet en distintas carteras, presidente del Banco Central y miembro de los Chicago Boys, el grupo de economistas responsables de las reformas neoliberales del régimen.
«Kast representa el legado de Jaime Guzmán, ideólogo de la dictadura», dice a EFE Simon Escoffier, de la Universidad Católica.
Para la experta en ultraderecha Stephanie Alenda, de la Universidad Andrés Bello, Kast «encarna la continuidad» del pinochetismo.
Matthei, de 72 años, es hija de Fernando Matthei, uno de los generales miembros de la Junta Militar golpista, que ejerció también como ministro de Salud en dictadura.
Siendo senadora, protestó contra la detención del dictador en Londres en 1998 y llamó al boicot de productos ingleses y españoles. Dos años después, lo recibió en Chile cuando regresó de su arresto domiciliario en la capital británica.
«Fue una acérrima defensora», apunta Escoffier.
El tercer candidato, Johannes Kaiser, de una nueva extrema derecha más radical y libertaria, es quien defiende con mayor fervor un régimen que dejó más de 3.200 asesinados y 1.162 desaparecidos.
Con 49 años y tercero en los sondeos -aunque a muy poca distancia de Kast- ha llegado a decir que apoyaría «sin dudas» un nuevo golpe de Estado «con todas las consecuencias».
Kast, «en silencio»
Desde el retorno a la democracia, es la primera vez que hay dos candidatos competitivos de ultraderecha con opciones de pasar a la segunda vuelta del 14 de diciembre contra la izquierdista Jeannette Jara, que lidera los sondeos al frente de una amplia coalición progresista, pero con pocas posibilidades de ganar en primera vuelta.
A diferencia de las campañas anteriores (2017 y 2021), en las que defendió abiertamente a Miguel Krassnoff -exintegrante de la policía secreta de Pinochet condenado a más de mil años de cárcel- o aseguró que «si Pinochet estuviera vivo, votaría por él», esta vez Kast ha evitado a toda costa referirse a la dictadura.
«Está apostando por una campaña del silencio. No renuncia a su visión, pero el debate se ha centrado en seguridad y economía y eso lo deja en una posición muy cómoda», explica a EFE la periodista Amanda Marton, coautora del libro ‘Kast, la ultraderecha chilena’.
A Matthei «le falta congruencia»
Matthei, que busca la Presidencia por segunda vez, se había distanciado de la figura del dictador en los últimos años, pero en esta campaña -apunta Alenda- «radicalizó ocasionalmente su discurso».
En abril justificó el golpe argumentando que «no había otra alternativa» porque el país iba «derechito a Cuba», y sostuvo que en los primeros años «era inevitable que hubiese muertos».
Hace dos semanas tildó de «venganza» el plan de búsqueda de las víctimas de desaparición forzada, pero en el último debate aseguró que, de ser electa, «seguirá» con la iniciativa y que «los derechos humanos son básicos».
La periodista María Olivia Monckeberg, de la Universidad de Chile, opina a EFE que Matthei «no tiene una defensa de los derechos humanos categórica», mientras que para Escoffier, «le falta congruencia» porque «cambia de opinión según lo que le conviene electoralmente».
Kaiser, «garantía de autenticidad»
Con un discurso más confrontacional, Kaiser, que ha ganado impulso en las últimas semanas, ha propuesto indultar a los condenados por crímenes cometidos durante el régimen y ha prometido «homenajes y estatuas» en honor a Pinochet.
«Quiere ser quien está más a la derecha de todos y por eso enfatiza este tema sabiendo que moviliza al voto más duro», dice a EFE Cristóbal Rovira, de la Universidad Católica.
Un estudio de septiembre de la consultora Cadem reveló en septiembre, en el 52 °aniversario del golpe, que Pinochet es la tercera figura más admirada por los chilenos, después del héroe nacional Arturo Prat y de la poetisa Gabriela Mistral
«Se normalizó el perderle el miedo a la dictadura», señala Monckeberg.
Para Rovira, esa «nostalgia autoritaria», presente también en Argentina o Brasil, «ha ganado espacios»: «Los defensores del pinochetismo siempre han existido en Chile, pero estaban más bien callados y hoy -concluye- se han activado con fuerza». EFE
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