La moneda de cinco céntimos dejará de circular
Está considerada como calderilla, por lo que la gente la valora y utiliza poco. Su fabricación, sin embargo, es demasiado costosa.
Ahora la Fábrica Nacional de Monedas, swissmint, se dispone a retirar de la circulación esta pieza.
“Quien el céntimo no valora, el franco no merece”, reza un proverbio suizo que los descendientes de Guillermo Tell aprendieron en la primera clase de introducción a la economía.
En las últimas tres décadas, sin embargo, esta máxima ha ido perdiendo sentido, desde que en 1974 Suiza sacó de circulación las monedas de uno y dos céntimos. Y hora se dispone a retirar también la de cinco céntimos.
Estándar suizo
El hecho de que la moneda vaya a desaparecer no tiene que ver con la inflación, sino con los costes de producción.
“La fabricación cuesta a la Confederación seis céntimos, es decir más que el valor nominal de la moneda”, explica a swissinfo el director de la Fábrica Nacional de Monedas, Kurt Rohrer.
“Es verdad que podríamos recortar los costes produciendo las monedas en latón, pero dejaríamos de cumplir los estándares suizos”, agrega.
A ello se suma que las monedas de cinco céntimos no son muy populares. “Prácticamente sólo se utilizan para devolver el cambio, pero no para pagar”.
Así que esas piezas minúsculas ocupan mucho lugar, pero no engordan la billetera.
Dinero para la hucha
La consecuencia es que cada vez se las utiliza menos y dejan de estar en circulación, por lo que la Confederación tiene que incrementar constantemente la producción de las monedas de cinco céntimos.
Queda por saber a dónde van a parar las monedas. “Probablemente en las huchas que tiene la gente en casa”, sospecha Rohrer. “Y es que tampoco son monedas que se puedan utilizar en las máquinas automáticas”.
En 1974 Suiza retiró de circulación las monedas de uno y dos céntimos. Se siguen acuñando las de un céntimo, a pesar de que ya no están en circulación.
“Tienen cierto valor como amuleto o portador de la suerte. El Banco Nacional Suizo las vende a cuatro céntimos la pieza”, precisa Kurt Rohrer.
A los mayoristas, que quieren atraer clientes con precios calculados hasta el mínimo céntimo, el banco central sigue vendiendo las monedas de un céntimo por su valor nominal, a condición de que el comprador pueda justificar su utilización como instrumento de pago.
“Hace cuatro años la tienda de descuento Pick Pay lanzó una acción de esas características, pero pronto desistió”, recuerda Rohrer.
Redondear los precios
No todos se felicitan de la desaparición de las monedas de cinco céntimos. Las tiendas de descuento ya no podrán vender sus productos a 2,95 o 5,95 francos, sino que tendrán que redondear los precios a la baja.
La retirada de la moneda de cinco céntimos todavía no es definitiva. Kurt Rohrer señala que habrá que esperar unos tres años hasta que la medida sea efectiva.
La decisión depende del Gobierno y de un gremio que desde niños han escuchado ese proverbio que da inicio a este artículo.
swissinfo, Andreas Keiser
(Traducción: Belén Couceiro)
Es probable que las monedas de cinco céntimos desaparezcan muy pronto de nuestros monederos.
La Fábrica Nacional de Monedas, swissmint, evalúa la retirada de la menor de las monedas suizas.
Su fabricación es más cara que su valor nominal; es decir seis céntimos. Será el Gobierno quien tenga la última palabra.
También la Unión Europea contempla la posibilidad de retirar las monedas de uno y dos céntimos de euro.
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