La mujer reclama más presencia en las empresas
El Parlamento se pronuncia este jueves sobre la iniciativa que propone cuotas femeninas en las empresas donde el Estado es accionista.
En los últimos 30 años, la igualdad entre personas de los dos sexos progresó en la vida política, no así en la productiva.
Presentada el 20 de junio del 2003, la iniciativa parlamentaria de la socialista Barbara Haering busca efectivizar, mediante cuotas, la presencia de profesionales femeninas en las sociedades anónimas.
“El Consejo de Administración de una empresa con acciones de la Confederación debe tener al menos un 30% de representación femenina”, establece el texto que prevé un plazo transitorio de cinco años.
La igualdad sin avances
Desde que las mujeres pueden sufragar, a partir de 1971, la igualdad ha progresado en la vida política. Así, las mujeres ocupan actualmente un cuarto de los escaños parlamentarios.
No obstante, aquello ocurre menos en la economía. Incluso al inicio del nuevo milenio se nota una drástica detención, según demuestra el tercer informe sobre la igualdad entre hombres y mujeres, publicado este año por la Oficina Federal de la Estadística.
Las inequidades salariales no cambian desde 1998: las mujeres ganan 21% menos que los hombres en las empresas privadas, y 11% menos en el sector público.
La ley exige que la equidad sea respetada como un derecho, permitiendo su evolución en un período de 30 años. Pero esto no ocurre en la realidad.
De tal manera que el 70% de las mujeres no desempeña un cargo directivo en las empresas.
Un proyecto realista
La diputada Barbara Haering sostiene que hay que cambiar de acciones. “Claramente se ve que la estrategia de las leyes suaves, los buenos deseos y la paciencia no han conducido a nada en estos últimos años”.
En un vistazo a cinco empresas federales de rentas, ahora privatizadas, se demuestra que ninguna de ellas cuenta con una mujer en su dirección, explica la diputada de Zúrich.
Solamente los Correos, los Ferrocarriles Federales y Swisscom tienen a una mujer en su consejo de administración. Sin embargo, en esta última empresa la cuota es de la representante de los trabajadores.
En los casos de Swiss y Ruag Holding, no hay mujeres en la administración. Por tanto, Haering considera que la Confederación, a través de sus empresas, debe abrir las posibilidades.
“El proyecto es realista, tanto por el porcentaje de participación requerido, que es del 30 por ciento, como por el plazo de aplicación de cinco años”, comenta Patricia Schulz, directora del Departamento Federal de la Equidad entre Hombres y Mujeres.
“En la vida económica es muy marcada la poca representatividad femenina, pese a que las mujeres tienen niveles de formación y experiencia profesional cada vez más altos”, añade la diputada.
La oposición de la derecha
Mientras que la izquierda y las feministas sostienen que la igualdad pase por una exhortación apremiante, al menos durante un período determinado, la derecha no quiere hablar de cuotas femeninas.
En el seno de la Comisión de Asuntos Jurídicos, que lleva la iniciativa al Pleno, una minoría burguesa se manifestó en contra de las cuotas al estimar que “esas exigencias pueden resultar contraproducentes”.
La iniciativa contó con doce votos a favor, siete en contra y una abstención. Así, la comisión le dio su aval, convencida de que la Confederación debe preocuparse por la equidad entre mujeres y hombres “y dar el ejemplo”.
Jacques-Simon Eggly, diputado liberal miembro de la Comisión, se opone: “las cuotas son muy rígidas en política y totalmente inaceptables en las empresas, porque implicaría interferir en la libertad económica privada”, declara el diputado ginebrino.
Él concluye que “la igualdad es algo más sutil que aquello que puede determinar el sentido de la geometría”. Y se anticipa a pronosticar que este jueves el proyecto será rechazado por una mayoría de la Cámara de Diputados.
Aún hay trabajo por hacer
En la Unión Sindical Suiza, Natalia Imboden se preocupa igualmente “sobre la presencia de mujeres en las altas jerarquías y en la economía en general”. Todavía hay mucho por hacer.
La situación no es favorable. La extrema derecha de la Unión Democrática del Centro lanzó varios ataques en contra de los departamentos de equidad, tanto federales como cantonales que, según menciona, gastan demasiado en tiempos de austeridad.
Patricia Schulz recuerda empero que “el recurso de las cuotas fue admitido por una convención de las Naciones Unidas que la considera como una ‘medida temporal especial’. Suiza ratificó esta convención y expresó así su intención de tomar medidas oportunas”.
swissinfo, Isabelle Eichenberger
(Traducción: Iván Flores Poveda)
Las mujeres de Suiza votan solo desde 1971.
La Ley Federal de Equidad entró en vigencia en 1996.
En el 2004, las mujeres ocupan la cuarta parte de los escaños parlamentarios.
Las mujeres ganan 21 por ciento menos que los hombres en el sector privado, y el 11 menos en el público.
La iniciativa de la diputada Barbara Haering, de junio del 2003, complementa el art. 708 del Código de Obligaciones: “el Consejo de Administración de una sociedad de la cual la Confederación es accionista se debe componer al menos en su 30 por ciento por representantes de sexo femenino”.
El texto involucra a los Correos, Ferrocarriles Federales, Swisscom, Swiss y Ruag Holding.
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