La población extranjera residente en Suiza subió en 38.700 personas (+2,2%) en comparación con el año anterior. En total viven el país 1.802.300 foráneos.

Casi las dos terceras partes proceden de la Unión Europea (UE) y la Asociación Europea de Libre Comercio (AELC).

En este ámbito, Suiza se diferencia de la mayoría de los países de Europa Occidental, que albergan la mayoría de los ciudadanos de Europa del Este, de Turquía y de países no europeos, señaló este jueves la Oficina Federal de Estadística (OFE).

Los italianos son todavía la comunidad extranjera más numerosa con 293.000 personas, seguidos por los alemanes, 265.000. El número de personas procedentes de países de la ex Yugoslavia sigue disminuyendo y representa el 17,8% de la población forastera en Suiza.

Más de una quinta parte de los extranjeros (el 20,7%) han nacido en Suiza y pertenecen a la segunda o la tercera generación.

En 2009, 43.400 personas adquirieron la nacionalidad suiza (-2,1%). La tasa de naturalización sigue siendo reducida respecto a la media europea. A pesar de las estrictas condiciones para lograr la nacionalidad helvética, se estima que unas 858.000 personas podrían naturalizarse en la actualidad.

En muchos aspectos, la estructura de la mano de obra extranjera se distingue de su equivalente suiza: los trabajadores extranjeros son generalmente más jóvenes. En 2009, el 56% de los extranjeros tenían menos de 40 años frente al 42% de los suizos.

La tasa de desempleo de los foráneos fue del 7,2% el año pasado y de un 3,1% en los suizos. Proporcionalmente, los extranjeros se ven más afectados por la pobreza.

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