La posible vuelta de bases militares de EE.UU. al Pacífico sudamericano se vota en Ecuador
Guayaquil (Ecuador), 12 nov (EFE).- El referéndum de este domingo en Ecuador despierta especial interés en Donald Trump, pues incluye una propuesta que permitiría el regreso de bases militares extranjeras al país, lo que abriría la posibilidad de que EE.UU. vuelva a tener presencia en el Pacífico Este Tropical, donde ya operó una base durante la Segunda Guerra Mundial y entre 1999 y 2009, antes de ser desalojada por el entonces presidente Rafael Correa.
Tanto el secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, como la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, han manifestado el interés de la Administración de Trump por volver a operar una posición militar estratégica en el Pacífico si los ecuatorianos votan mayoritariamente por el ‘Sí’.
En una visita a Quito, Rubio aseguró que, si los «invitan a regresar», lo estudiarían, ya que «es un punto muy estratégico» para enfrentar delitos como el «narcoterrorismo» y la pesca ilegal.
Noem, quien ha visitado el país en dos ocasiones en apenas tres meses, recorrió la semana pasada junto a el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, las bases militares de Manta y Salinas, ambas ubicadas en la costa ecuatoriana, después de que el mandatario asegurara que se descartó el retorno de militares estadounidenses a las islas Galápagos, ante las críticas de la oposición y de colectivos ambientalistas.
Actualmente el artículo 5 de la Constitución, promovida por Correa y aprobada en 2008, prohíbe expresamente la instalación de bases militares extranjeras en territorio nacional, lo que forzó a EE.UU. a salir en 2009 de Manta, donde coordinaban acciones contra el narcotráfico.
Para Noboa, el correísmo entregó el país «al narcotráfico», bajo el argumento de «recuperar la soberanía», en lo que para él fue «el primer pacto con el crimen transnacional» de sus ahora opositores.
Bases militares y de control
Noboa ha dicho que no necesariamente tienen que ser bases militares, sino que pueden ser, por ejemplo, una «base de control de pesca ilegal» en la que estén varios países; otra de «control de drogas» u otra para que la use el Departamento de Seguridad Nacional estadounidense.
Ese fue el principal tema que Noboa abordó con Noem en su visita a las bases militares de Manta y de Salinas.
Allí analizaron su equipamiento y qué es lo que se necesitaría si, de ganar el ‘Sí’, EE.UU. decidiese instalarse nuevamente en Ecuador, lo que para el Gobierno permitiría establecer «un nodo de cooperación internacional en seguridad marítima y lucha antidrogas».
De la costas ecuatorianas salen constantemente lanchas con grandes cantidades de cocaína hacia Centroamérica y Estados Unidos, y actualmente existe un convenio entre ambos países para dar caza a estas embarcaciones por parte de los Guardacostas que las interceptan en alta mar y las entregan a las autoridades ecuatorianas.
«Tenemos que estar aliados no solamente con Estados Unidos, sino con muchos países que están en esta lucha contra el narcotráfico y el terrorismo», dijo el ministro del Interior, John Reimberg, durante estos recorridos con Noem.
El Gobierno afirma haber mantenido conversaciones con Brasil para evaluar la posibilidad de instalar una base de policía amazónica en las provincias de Sucumbíos y Orellana, especialmente afectadas por la minería ilegal.
En contra de la propuesta
Sin embargo, desde el correísmo se oponen a este referéndum al asegurar que las bases militares no van a solucionar los problemas de seguridad que tienen inmerso a Ecuador en su peor crisis de violencia, al registrar un promedio de un asesinato por hora.
«Nunca le fue tan bien a Ecuador desde que salió la base de Manta, hasta el 2017 (año que el correísmo perdió el poder)», dijo Correa en una reciente conversación televisada con la excandidata presidencial de su partido Luisa González.
Ambos aseguraron que los soldados estadounidenses cometían «abusos» en Manta y que «eran inimputables a todo nivel». Además, señalaron que Colombia, que ha recibido apoyo militar de EE.UU. «por décadas», no ha logrado frenar la producción de cocaína.
«(Noboa) lo que quiere es entregar nuestro país, nuestra soberanía, el manejo de los recursos de Ecuador, al poder económico extranjero y al poder de la fuerza militar extranjera», señaló González, quien en otra entrevista propuso a cambio que «equipe a la Policía» con implementos y presupuesto. EFE
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