La química en la vida diaria
La química está presente en nuestra vida cotidiana, en todas partes. Sin embargo, para el común de la gente, esta materia es un libro cerrado con siete llaves.
Con un ‘Festival de las moléculas’ y una ‘Ciudad de la ciencia’, la Universidad de Basilea intentó nadar contra esta corriente.
“Cuando algo detona, apesta y cambia de color es porque ocurren reacciones químicas”. La profesora Dra. Helma Wennemers, del Departamento de Química de la Universidad de Basilea, definió así a esta ciencia ante el público visitante.
El “Festival de las moléculas”, realizado en el marco del Año Internacional de la Química, en el que se recuerda el 100° aniversario de la concesión del Premio Nobel de Química a Marie Curie, fue organizada por la Universidad de Basilea, la industria química y farmacéutica, y el cantón de Basilea-Ciudad. Durante dos días atrajo a más de 4.000 visitantes, la mayoría de ellos jóvenes.
Por alimentos saludables
Markus, de 12 años, construye muy concentrado un modelo de moléculas a partir de piezas prefabricadas. Preguntado sobre lo que es una molécula, no sabe responder. Tampoco la asistente con el delantal blanco. Ella viene del sector comercial y debe preguntar a un experto.
En el módulo de Syngenta – uno de los mayores productores mundiales de pesticidas y semillas – el experto convocado también tiene grandes dificultades para explicar. Evasivo, es de la opinión que la función de este stand es el de ser un primer punto de contacto con esta ciencia y, sobre todo, despertar la afición por la química.
El experto explica enseguida el uso de un fungicida, el cual, si no es aplicado en la parte interior de la papa, posibilitaría la aparición de un hongo incontrolado que pondría en peligro el crecimiento de la planta.
Como prueba, el personal de Syngenta ha colocado unas plantas. Las grandes y hermosas fueron tratadas con el plaguicida, y las pequeñas, retrasadas en su crecimiento, no fueron “protegidas” con el producto de la multinacional agrícola.
Sin embargo, no hay ninguna explicación para el herbicida Atrazin de Syngenta, químico polémico que fue prohibido en 2004 en la Unión Europea. Sin embargo, miles toneladas del mismo siguen entrando cada año a los campos de EE.UU., y todo de manera perfectamente legal.
iPhone-Auto
El fabricante de los famosos adhesivos Araldite ha mostrado el prototipo de un auto pequeño. La carrocería se compone de un material en cuya fabricación se aplica el conocido pegamento.
El jefe de prensa de la compañía dijo a swissinfo.ch. “Hemos desarrollado este prototipo para mostrar lo que es posible hacer en la actualidad con los materiales disponibles. Lo que ve aquí no es música del futuro, se puede comprar hoy”.
Por el autoadhesivo se interesan – muy de acuerdo a los roles de género- especialmente los jóvenes varones. Entusiasmados se enclavan detrás del timón. El iPhone- teléfono móvil instalado en el volante, colocado a bordo como elemento central del pequeño vehículo, acapara casi toda la atención.
El interés es tan grande que alguien debe cuidar del volante, porque los jóvenes apasionados por la técnica encuentran rápidamente cómo quitar el revestimiento del timón y llegar al teléfono móvil.
‘Test del amor’ y ‘dinero de la droga’
En el mostrador del Departamento de Salud del cantón de Basilea el visitante está tras la huellas de las moléculas. En un llamado ‘Test del amor’, los jóvenes pueden saber si la joya regalada por el amigo o la amiga realmente es de oro.
No todos salen satisfechos del stand después del test. Es el caso de una jovencita: el anillo regalado por su novio es de ‘solo’ 14 y no de 18 quilates, como él había afirmado. Ella no oculta su decepción.
Otro punto destacable: El “husmeador de cocaína” del Instituto de Medicina Legal. El dispositivo puede detectar trazas muy pequeñas de estupefacientes en billetes de banco o en prendas de vestir. ¡Y funciona! En prácticamente cada billete que los jóvenes pusieron a prueba se detectó cocaína.
El científico que maneja el dispositivo explica que se encuentran moléculas de la droga en casi cada uno de los billetes en circulación.
Osito de goma y demolición
Otros experimentos, que fueron patrocinados por conocidas empresas farmacéuticas y químicas con sede en Basilea, deben permitir a los visitantes jóvenes olfatear en la ‘vida cotidiana’ de un químico.
¿Alguna vez usted ha destrozado con un martillo en cien pedazos a un osito de goma? ¿Cree que eso no funciona? Eso lo consigue hasta un niño de 9 años después de enfriar la masa suave con un corto baño frío de menos 196 grados: el resultado es nitrógeno congelado que se quiebra fácilmente.
También figura en el programa fabricar un rotulador. Los jóvenes aprenden además cómo se produce tinta invisible, cómo se destiñen los refrescos, o cómo se espuma la limonada. Quien termine todas las estaciones del laboratorio interactivo recibe un “diploma junior en química”.
Ningún miedo de la instrumentalización
¿La Universidad de Basilea no tiene ningún reparo de que eventos como este puedan ser instrumentalizados por la industria química y farmacéutica?, pregunta swissinfo.ch a la directora de la “Fiesta de las moléculas”, la profesora Helma Wennemers.
”Se trata de una acción mutua y no de un aprovechamiento de uno por otro. No hubiésemos podido encaminar esta actividad sin nuestros diferentes socios”, argumenta.
Coincidencias felices
Sin embargo, el éxito científico no se hace realidad simplemente con una orden o con mucho dinero. “Prácticamente todos los grandes inventos se remontan a experimentos que realmente no dieron el resultado que se esperaba”, señala Helma Wennemers. “Se necesita solo una cabeza capaz de reconocer la importancia que tiene un aparente fracaso en un experimento”.
“Este fue el caso de la invención de la penicilina, la sartén antiadherente, el Post-It o el Viagra. Todo eso no sería posible sin la casualidad”, apunta la profesora de química.
La ONU, a petición de la UNESCO, ha declarado por resolución a 2011 como el Año Internacional de la Química. (AIQ 2011). Con ello se celebran los avances de la química al servicio de la humanidad.
El lema del AIQ 2011 es “La química – nuestra vida, nuestro futuro”. De este modo se llama la atención sobre la importancia y la utilidad práctica de esta ciencia.
Sin duda, otra razón de este año internacional también es aumentar la imagen, a menudo negativa, de la química farmacéutica.
La utilidad de la química en avances en la medicina, la agricultura, la producción de alimentos o de energía es indiscutible. La vida diaria sin la química (textiles, fertilizantes, plásticos, pinturas, perfumes o detergentes) es simplemente inconcebible.
Por otro lado, la industria química lucha desde hace algún tiempo contra un problema de imagen que se manifiesta en términos tales como contaminación de ríos, deforestación, lluvia ácida. El mundo tampoco se ha librado de catástrofes químicas como la de Seveso en Italia (1976), Bopal en India (1984) o el Schweizerhalle en Basilea (1986).
La prensa también publicó informes negativos de ciertos viejos ‘legados’, los cuales aparecieron con el almacenamiento de desechos químicos. Uno de ellos es el depósito especial de Kölliken en Argovia, que desde hace años es saneado con un costo millonario, ya que las sustancias almacenadas representan un serio peligro para el ambiente, sobre todo para las fuentes de agua potable.
Por estas razones, en el Año Internacional de la Química, el tema ‘Química y Sostenibilidad’ está en primer plano. La química quiere ser más ecológica y contribuir sustancialmente a resolver también los problemas de suministro de energía en el futuro.
(Traducción: Rosa Amelia Fierro)
En cumplimiento de los estándares JTI
Mostrar más: SWI swissinfo.ch, certificado por la JTI
Puede encontrar todos nuestros debates aquí y participar en las discusiones.
Si quiere iniciar una conversación sobre un tema planteado en este artículo o quiere informar de errores factuales, envíenos un correo electrónico a spanish@swissinfo.ch.