La segunda agencia de noticias italiana, en huelga para evitar que la compre un diputado
Marta Rullán Roma, 9 abr (EFE).- Los trabajadores de la segunda agencia de noticias de Italia, AGI, se movilizan con huelgas y protestas desde hace semanas para oponerse a su venta al editor Antonio Angelucci, que es también diputado de la Liga, uno de los tres partidos de la mayoría gubernamental que lidera Giorgia Meloni. «Lo que nos preocupa es que una agencia de noticias es una fuente primaria de información, no un periódico con opiniones, y como tal debe ser independiente, autónoma; el hecho de que quien la vaya a comprar sea un parlamentario desnaturaliza su esencia», explica a EFE un representante del Comité de Redacción. La Agencia Periodística Italia (AGI), fundada en 1950, es propiedad desde 1965 del grupo energético ENI, controlada en un 35 % por el Estado italiano, con el Ministerio de Economía como accionista mayoritario. «En todos estos años ENI ha sido un editor impecable, nunca hemos tenido un problema económico, pero tampoco desde el punto de vista de los contenidos periodísticos. Siempre hemos sido libres de cualquier tipo de condicionamiento», asegura. ENI ha dejado la puerta abierta a las ofertas que puedan surgir, incluida la de Angelucci, que posee tres periódicos de derechas (Libero, Il Giornale e Il Tempo) en línea con su formación política, la soberanista Liga que lidera el vicepresidente del Ejecutivo Matteo Salvini. El diario La Stampa fue el primero en informar, hace más de un mes, de la oferta de 40 millones de euros de Angelucci por la agencia, aunque ni el empresario ni ENI han querido confirmarlo hasta el momento. Pero esa noticia fue suficiente para movilizar a los 74 trabajadores de AGI, con sedes en las principales ciudades del país, además de contar con una corresponsalía en Bruselas y una gran credibilidad, sobre todo en la información económica, ganada a pulso en los últimos años frente a su gran rival, Ansa, la mayor agencia de Italia. «Ahora tememos acabar convertidos en un servicio de noticias para los tres periódicos de Angelucci, algo que estaría en su derecho de hacer, pero que desnaturalizaría completamente lo que somos», añade el miembro del Comité. E insiste en que en las protestas de los periodistas «no tiene ningún peso que se trate de un parlamentario de la Liga y de la mayoría gubernamental. Sería exactamente lo mismo si el potencial comprador fuera de cualquier otra fuerza política». «Además, en las democracias el que hoy está en el Gobierno mañana está en la oposición. No se trata de un partido u otro, sino de que la agencia quede en manos de un representante de un partido, sea el que sea». Todo esto ha llevado a los trabajadores a lanzarse a la calle para protestar: «Estamos en estado de agitación desde hace más de un mes, hemos hecho ya 5 días de huelga y tenemos otros 4 pendientes» para las próximas jornadas. La posible venta de AGI a Angelucci también ha desatado las alarmas de la oposición italiana, que acusa a Meloni de querer controlar las instituciones y los medios de comunicación públicos para ponerlos a su servicio. «Es inadmisible que una empresa estatal venda la segunda agencia de noticias del país a un parlamentario mayoritario. El Gobierno no puede seguir escondiéndose tras el velo de la lógica del mercado», ha asegurado la líder de la oposición, la progresista Elly Schlein, que pide «transparencia total» ante tanta «incertidumbre». Para los trabajadores de la agencia, está claro que «la posible pérdida de puestos de trabajo es importante, pero sería algo de lo que ocuparse después, si la negociación va a delante y se cierra la venta», mientras que ahora lo determinante es mantener su actividad como «fuente primaria de información independiente». EFE mr/cg