La tripulación de la Shenzhou-20 regresa este viernes a Tierra a bordo de la Shenzhou-21
(Actualiza EX5007 con la confirmación de impacto de basura espacial en la Shenzhou-20)
Pekín, 14 nov (EFE).- La tripulación china de la misión Shenzhou-20 regresará este viernes a la Tierra a bordo de la nave Shenzhou-21 y aterrizará en el campo de Dongfeng, en Mongolia Interior, informó la Agencia de Misiones Espaciales Tripuladas (AEMT) de China.
El organismo aseguró en un comunicado publicado hoy, en el que no se precisa la hora exacta del regreso, que los astronautas Chen Dong, Chen Zhongrui y Wang Jie “se encuentran en buen estado”, mientras que el lugar de aterrizaje y los equipos de rescate “ultiman los preparativos” para recibirlos.
Según un anuncio posterior realizado por la agencia estatal Xinhua, los técnicos han detectado “microfisuras” en el cristal de una de las ventanas de la cápsula de retorno de la Shenzhou-20, probablemente causadas por el impacto de basura espacial.
La cápsula, inicialmente destinada al regreso, “no cumple las condiciones” para un descenso tripulado seguro y permanecerá en órbita para pruebas.
Por este motivo, la tripulación volverá finalmente en la cápsula de la Shenzhou-21, acoplada a la estación como vehículo de emergencia.
Durante este tiempo, los tres astronautas han permanecido en la estación espacial Tiangong junto a la tripulación entrante de la Shenzhou-21, que arribó el pasado 1 de noviembre.
La Shenzhou-20 fue lanzada en abril y sus tripulantes han pasado más de seis meses en órbita realizando experimentos y pruebas técnicas, dentro del programa con el que Pekín busca consolidar la operatividad de Tiangong.
En el mismo comunicado, la AEMT anunció que la Shenzhou-22 se lanzará «en una fecha oportuna», una formulación que llega tras el reciente aplazamiento del regreso de la Shenzhou-20, un retraso que podría haber alterado la rotación habitual de las naves que permanecen acopladas a Tiangong como vehículo de emergencia para la tripulación.
La Tiangong (Palacio Celestial, en chino) está diseñada para operar al menos diez años y podría convertirse en la única estación espacial habitada del mundo una vez se retire la Estación Espacial Internacional, prevista para finales de esta década.
Pekín ha reforzado en los últimos años su programa espacial con ambiciosas misiones, como el alunizaje de la sonda Chang’e 4 en la cara oculta de la Luna y la llegada a Marte con la Tianwen-1, y prevé construir junto a otros países una base científica en el polo sur lunar. EFE
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