Las explosiones en Islamabad y Nueva Delhi tensan las relaciones entre la India y Pakistán
Islamabad/Nueva Delhi, 12 nov (EFE).- Las explosiones registradas esta semana en Islamabad y Nueva Delhi, que dejaron en total al menos una veintena de fallecidos, han vuelto a tensar la situación en la región, después de que el Gobierno paquistaní acusara a la India de respaldar a grupos responsables del atentado suicida en su capital.
«Los atentados terroristas contra ciudadanos desarmados de Pakistán por parte de terroristas vinculados a India son condenables», dijo la víspera el primer ministro de Pakistán, Shehbaz Sharif, al tiempo que aseguró llevar ante la Justicia a los responsables.
El suceso tuvo lugar el martes en el tribunal del sector G-11 de Islamabad, donde un atacante suicida se inmoló durante una audiencia judicial, causando la muerte de al menos una docena de personas, entre ellas varios funcionarios judiciales y civiles.
Sharif atribuyó la autoría a «grupos terroristas que operan desde Afganistán bajo las órdenes de India», a los que identificó como Fitna-ul-Kharij y Fitna-ul-Hindustan, denominaciones utilizadas por el Gobierno paquistaní para referirse a facciones militantes a las que atribuye vínculos con India.
La India no tardó en rechazar las acusaciones de Pakistán, al que calificó de «delirante» y acusó de intentar desviar la atención de su crisis interna.
«La India rechaza inequívocamente las acusaciones falsas e infundadas formuladas por un liderazgo paquistaní claramente delirante. Es una táctica predecible de Pakistán para fabricar narrativas falsas contra la India y desviar la atención (…) de la toma de poder impulsada por los militares que se desarrolla en el país», señaló el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores indio, Randhir Jaiswal.
Las autoridades paquistaníes señalaron en un primer momento al grupo Tehreek-e-Taliban Pakistan (TTP), la principal facción de los talibanes paquistaníes, pero poco después, el portavoz del movimiento, Mohammad Khorasani, negó cualquier implicación.
Más tarde, una facción disidente del TTP, Jamaat-ul-Ahrar (JuA), se atribuyó la autoría del atentado en Islamabad a través de un comunicado difundido en la cadena Ghazi Media Network, afiliada a la organización.
Según las Naciones Unidas, JuA opera como un grupo terrorista disidente de la facción principal del TTP, con base en la zona de Lalpura, en la provincia afgana de Nangarhar, fronteriza con Pakistán.
Las acusaciones se producen en un momento de elevada tensión, después de que una explosión en Nueva Delhi dejara al menos ocho muertos el lunes en una zona turística de la capital.
Las autoridades indias continúan este miércoles la investigación para determinar las causas de la explosión, mientras la Agencia Nacional de Investigación (NIA), el principal organismo antiterrorista del país, se hizo cargo del caso. El ministro del Interior, Amit Shah, afirmó que mantienen «todas las hipótesis abiertas y analizan el suceso desde todos los ángulos».
De acuerdo con fuentes policiales citadas por medios locales, las autoridades indias estudian si el atentado podría tener algún vínculo con la incautación de explosivos realizada horas antes en la ciudad de Faridabad, presuntamente relacionada con el grupo Jaish-e-Mohammed (JeM), con base en Pakistán y acusado desde hace años de perpetrar atentados en territorio indio.
Las relaciones entre Islamabad y Nueva Delhi siguen marcadas por décadas de desconfianza y acusaciones cruzadas de apoyo a grupos armados, en un contexto aún tenso tras el atentado ocurrido en la Cachemira india en abril que dejó 26 muertos y reavivó la peor crisis bilateral en décadas entre las dos potencias nucleares rivales. EFE
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