Los trenes suizos deben ser puntuales y estar limpios

La compañía de Ferrocarriles Federales Suizos (FFS) ha abierto un túnel de lavado de última generación en Brig, en el cantón del Valais. Se trata de la instalación más moderna del país. Mide 90 metros de largo, está totalmente automatizada y permitirá lavar unos 3 600 trenes al año. Un tercio del agua utilizada -12,5 millones de litros al año- se podrá reciclar.

“A los clientes les preocupa no solo la seguridad y la puntualidad, sino también la limpieza en los trenes”, ha declarado el portavoz de los Ferrocarriles Federales, Stephan Wehrle, a la televisión pública suiza RTS. La inversión de 10 millones de francos en este túnel de lavado es parte de un presupuesto total de 46 millones de francos que los FFS prevén invertir de aquí a 2023 en instalaciones externas de lavado.

Modernización

Con la de Brig son diez las instalaciones de lavado en Suiza a las que cada 15 minutos llega un tren: Basilea, Zúrich, Lucerna, Ginebra, Oberwinterthur, Rorschach, Bellinzona, Brig o Biel/Bienne. Las instalaciones de Zúrich y Ginebra necesitan una renovación para que consuman menos energía. Y esa modernización costará 11 millones de francos.

En un país afamado por su limpieza, la gente espera que los estándares ecológicos se respeten también en el interior de los trenes.  Se estima que en los retretes de los trenes se tira de la cadena unas 135 000 veces al día. Los baños están equipados con biorreactores o plantas de tratamiento móviles. El mantenimiento de los aseos está a cargo de pequeños equipos basados en las principales estaciones terminales.