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Libia se siente herida en su honor nacional

Muammar Gaddafi es conocido como imprevisible. Reuters

El experto en Oriente Medio, Reinhard Schulze, considera que la actitud de Trípoli con respecto a Suiza refleja el poder de la familia Gaddafi en Libia y la importancia del sentimiento nacional.

Este profesor en Estudios sobre el Islam de la Universidad de Berna considera que la crisis política provocada entre Suiza y Libia por la detención del hijo del coronel Gaddafi, el 15 de julio en Ginebra, podría prolongarse algunas semanas.

El Ministerio suizo de Exteriores ha expresado su preocupación por los dos ciudadanos suizos encarcelados en Trípoli en condiciones “penosas”.

Cabe recordar que Libia cerró las oficinas de las empresas helvéticas y suspendió la emisión de visados a los ciudadanos suizos. Unos cuarenta expatriados suizos se encuentran en ese país, la mayoría, binacionales.

Trípoli exige excusas oficiales de la Confederación por la detención de Motassin Bilal -y de su esposa, acusados de maltrato físico a dos de sus empleados.

swissinfo: ¿Hay que tomar en serio este asunto?

Reinhard Schulze: Es serio porque se trata de una crisis de las relaciones bilaterales. Las salidas están muy limitadas y pienso que la crisis va a prolongarse durante semanas.

swissinfo: ¿Por qué una reacción tan espectacular por la detención del hijo de Gaddafi?

R.S.: El gobierno libio parte de la idea de que los miembros de la familia Gaddafi gozan de una inmunidad de principio. Podemos decir que esta familia es considerada como representante de la propia nación libia.

La detención de Hannibal, aunque duró sólo dos días, pudo ser considerada o interpretada como un ataque a la legitimidad de la familia reinante y, por ende, como un atentado al honor nacional del pueblo libio.

swissinfo: ¿Tras la detención de dos ciudadanos de la Confederación, la situación de las empresas y de las personas en Libia podría agravarse?

R.S.: La situación es muy complicada porque el gobierno libio habla el lenguaje de un país occidental afirmando que la justicia es independiente del poder ejecutivo.

Ambos ciudadanos suizos fueron encarcelados por violación de la ley sobre la inmigración y los visados, lo que permite a las autoridades decir “lo sentimos, no podemos hacer nada por usted porque no controlamos el procedimiento”.

Es más o menos la misma situación que en Suiza, donde el gobierno dice también que no tiene ningún medio político para influir sobre el procedimiento abierto por las autoridades judiciales ginebrinas.

swissinfo: ¿Hasta dónde estaría dispuesta a llegar Libia?

R.S.: Es muy difícil decirlo. No es la primera vez que el gobierno libio trata de orquestar un conflicto sirviéndose de instituciones interiores. Las autoridades portuarias y la compañía marítima nacional de transporte fueron las que lanzaron amenazas y advertencias, y anunciaron el boicot de las exportaciones de petróleo.

No es el gobierno, ni la sociedad nacional los que patrocinan la producción petrolera. Así, el gobierno libio se mantiene un paso atrás y crea el problema vía la sociedad libia.

swissinfo: ¿Qué lecciones hay que sacar de esta crisis?

R.S.: Desde hace algún tiempo, Libia intenta mejorar su capital de confianza y darse a conocer a escala internacional. Pero, visiblemente, la confianza es una cosa y Libia es otra.

Para ese país, la situación podría dificultarse más que para Suiza, ya que las relaciones económicas con Libia dependen de la confianza que se puede depositar en esos lazos.

Este asunto va a perjudicar el capital confianza de Libia, sea del país, el sistema o la libertad política y económica que permiten mantener buenas relaciones comerciales.

Entrevista swissinfo: Isobel Leybold-Johnson
(Traducción: Marcela Águila Rubín)

El presidente de la Confederación, Pascal Couchepin, manifestó al periódico suizo ‘Blick’ (26.07) su disposición a reunirse con su homólogo libio, Muammar Gaddafi bajo la consideración de que “es el momento de buscar soluciones y no de condenar”.

En declaraciones a la televisión Suiza de expresión francesa, Pascal Couchepin había señalado que “no es el momento de condenar a Libia”. “Suiza quiere que su orden jurídico sea respetado, pero también quiere tener buenas relaciones con todo el mundo, incluida Libia”.

La BBC informó (24.07) que la que compañía naviera estatal libia suprimió los transportes de petróleo a Suiza en protesta contra el procedimiento de las autoridades helvéticas en el caso de Hannibal Gaddafi, hijo del dirigente libio.

El hijo más joven de Gaddafi y su esposa habían sido arrestados en Ginebra el pasado 15 de julio y pasaron dos noches en prisión, acusados de lesión corporal, amenaza y coacción contra dos de sus empleados domésticos.

El 17 de julio fueron puestos en libertad a cambio de una fianza de 500.000 francos. Ya salieron del país.

Libia es un importante socio comercial y abastece el 20% del consumo suizo de petróleo. Es uno de los cinco principales mercados de Suiza en África.

Los contactos políticos entre ambos países fueron renovados tras el levantamiento de las sanciones de la ONU contra Libia en 2003.

En 1997, Libia prohibió el acceso a los ciudadanos suizos tras la negativa de la Confederación de conceder un visado de estudiante a uno de los hijos de Gaddafi. El conflicto fue resuelto en 1998.

Swiss anuló el vuelo previsto el domingo (27.07) entre Zurich y Trípoli, el único que realizaría esta semana, después de haber anulado otros dos por “razones operacionales”.

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