Locarno, una edición más intimista
La 58ª edición del Festival Internacional de Cine de Locarno, que comienza este miércoles, se anuncia más condensada y personal.
Si el año pasado predominaron los temas políticos, la programación de este 2005 se ha volcado en los relatos de historias individuales.
Los atentados del 11 de septiembre (con Michael Moore a la cabeza) y la guerra en Irak tuvieron una repercusión directa sobre la producción cinematográfica en el año 2004. Y esto se reflejó en la 57ª edición del Festival de Cine de Locarno, que presentó una programación anclada en los temas de actualidad.
Este año, quizás como reacción a esa realidad tan sombría, lo que predomina en Locarno es la introspección. Después de la necesidad de comprender, ahora se necesita soñar. Después del deseo de compartir emociones universales, surge el de centrarse sobre sí.
La historia del cine lo ha demostrado en innumerables ocasiones. Muchas veces la ciencia-ficción vivió un auge tras un conflicto bélico, como si pretendiera desviar la atención sobre otro enemigo.
Intimidad y onirismo
Y Locarno lo confirma. “En la alternancia de centros de interés que el sismógrafo del arte capta tan bien, hemos pasado del contragolpe político-social al análisis psicológico y a la dimensión onírica”, comenta la directora del certamen, Irene Bignardi.
Las películas de esta 58ª edición relatan historias personales. Un transexual que quiere ser mujer en 20 cm, de Ramón Salazar; las trayectorias cruzadas de nueve mujeres en Nine Lives, de Rodrigo García; o el análisis de Nobuhiro Suwa en Un couple parfait.
Show White, de Samir, único filme suizo en competición, pone en escena la relación entre una joven de familia acomodada con un músico de rap ginebrino (interpretado por Carlos, el cantante del grupo Sens Unik).
Este año, la programación del festival internacional se abre también al cine fantástico con The Piano Tuner of Earthquakes, de los hermanos Quay, y Mirrormask, de Dave McKean. En total, son 17 las cintas que compiten por el Leopardo de Oro.
La competición del 2005 también es más concentrada. “Estoy orgullosa, porque hemos conseguido una selección condensada. Cada obra seleccionada es, como solía decir Orson Welles, o bonita o útil”, señalaba Irene Bignardi durante la presentación del programa.
Los filmes de la Piazza
Del 3 al 13 de agoto se proyectarán en la Piazza Grande 18 filmes. Y “ese salón lujoso, donde recibimos a destacados amigos”, según Teresa Cavina, la codirectora del Festival, acogerá a varios invitados de renombre.
Entre ellos, John Malkovich y Vittorio Storano (premio de excelencia), Wim Wenders, Terry Gilliam y Abbas Kiarostami (Leopardos de Honor) o Géraldine Chaplin, que estará presente la última noche en la proyección de Nashville, de Robert Altman.
Pero el Festival de Locarno también rinde homenaje a otro gran nombre del cine – Orson Welles –, con una retrospectiva sin precedentes por la amplitud de obras que se proyectarán: 75 filmes.
Lejos de Hollywood
Como de costumbre, en Locarno se presentan las películas del mundo entero. “De Kirguizistán a Líbano, de Japón a Irak, de Bosnia a Finlandia, de Corea del Sur a Afganistán, son 38 los países que están representados”, se felicita Irene Bignardi.
En cambio, los espectadores no verán un sola megaproducción hollywoodiense. En un intento de prevenir la piratería, los grandes estudios han acortado las fechas de distribución de las películas. Y el Festival de Locarno se celebra después del estreno en las salas.
“Un filme ha desaparecido de la programación de la Piazza Grande”, anunciaba Teresa Cavina, durante la conferencia de prensa de presentación del programa. “Una gran decepción”.
Se refería a Stay (con Ewan McGregor y Naomi Watts), la última cinta del director suizo Marc Foster (Monster’s Ball).
“Nos habíamos puesto de acuerdo con él. Pero, en Suiza, se juzgó que esa película no era comercialmente interesante para importarla”, explicaba Teresa Cavina.
Aún así en la Piazza Grande se proyectarán dos filmes, en estreno mundial, y otros cinco en estreno internacional. Y luego, como señala el presidente del Festival, Marco Solari, “queda lo esencial: el espíritu de Locarno, el amor por el cine y el gusto por el descubrimiento.”
swissinfo, Alexandra Richard, Locarno
(Traducción del francés: Belén Couceiro)
Festival Internacional de Cine de Locarno: del 3 al 13 de agosto
Competición internacional: 13 filmes
Piazza Grande: 18 películas, 7.000 asientos
Leopardos de Honor: Wim Wenders, Terry Gilliam, Abbas Kiarostami
Premio de Excelencia: John Malkovich, Vittorio Storano
Retrospectiva: Orson Welles, 75 filmes
38 países representados
El cine suizo estará presente en casi todas las secciones del festival.
En la competición internacional, Samir compite por el Leopardo de Oro con Show White, filme de ficción que refleja las tendencias de un gremio de jóvenes de Zúrich.
Varios documentales suizos figuran en las secciones “Cineastas del presente”, con las últimas producciones de Dominique de Rivaz, Christian Frei, Daniel Schweizer y Nicolas Wadimoff.
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