Los jóvenes, los más amenazados por las deudas
Los jóvenes de entre 25 y 34 años, que viven solos, de preferencia en ciudades de la Suiza francófona y carecen de formación, son los más proclives a endeudarse.
El ‘Índice Suizo de Deudores’ pide incluir cursos de gestión en las escuelas suizas para frenar el endeudamiento que asciende a 9.000 millones de francos.
El ‘Índice Suizo de Deudores’ pide incluir cursos de gestión en las escuelas suizas para frenar el endeudamiento que asciende a 9.000 millones de francos.
Según un estudio de la sociedad ‘Intrum Justitia’, los habitantes de la Suiza de expresión alemana son mejores pagadores que aquellos de las regiones de habla francesa e italiana.
“El fenómeno del endeudamiento se inicia a menudo después de que los chicos dejan la casa familiar”, destaca Thomás Hutter, director de la filial suiza de la sociedad sueca Intrum Justitia, durante la presentación del primer índice suizo de deudores.
En su opinión, la deuda es ilustrativa de un cambio en la sociedad. “Hoy es posible comprar a crédito todo lo que se quiere”, subraya.
Entre las principales fuentes de endeudamiento de los jóvenes, Thomás Hutter menciona en particular el teléfono celular, la ropa de marca y, para los mayores de 18 años, el automóvil.
Subraya que, por ejemplo, cuando un operador de telefonía móvil bloquea sus llamadas por la falta de pago, los jóvenes clientes simplemente cambian de empresa.
Los resultados del índice suizo de deudores demuestran la necesidad de mejorar la enseñanza en torno a la gestión del dinero, enfatiza Thomás Hutter.
‘Intrum Justitia’ introdujo un concurso sobre el tema con el fin de promover la prevención y se pronuncia por la introducción de un curso sobre la ‘gestión del dinero’ en las escuelas de Suiza.
La palma en Chaux-de-Fonniers
A la inversa, las personas jubiladas aparecen como las menos endeudadas y también como las más prontas en el pago de sus facturas. No obstante, esa categoría también corre riesgos.
Uno de cada ocho de sus integrantes podría verse en dificultades de no contar con las prestaciones suplementarias del seguro de vejez (AVS)
El estudio de ‘Intrum Justitia’ ofrece también un paisaje de las diferencias regionales del rubro. Así, un ciudadano de Lugano (en el cantón de habla italiana del Tesino) se endeuda en promedio dos veces más que uno de Zúrich.
El índice más elevado de malos pagadores recae en los habitantes de la ciudad de Chaux-de-Fonds (cantón francófono de Neuchâtel), seguidos por los de Lugano, mientras que los de Schaffhausen son los mejor portados.
De manera general, los habitantes de las ciudades de Neuchâtel, Ginebra, Friburgo, Lausana o Bienne (ciudad bilingüe del cantón de Berna) tienen índices de endeudamiento superiores a los de las comunas de la Suiza de expresión alemana.
Papel del control social
Estos datos, que no pretenden aumentar el foso entre las regiones lingüísticas, ilustran las diferencias culturales, comenta Thomas Hutter.
Y al respecto cabe señalar que las divergencias entre la ciudad y el campo son menores de lo que se suponía. Las personas que viven en las aglomeraciones cumplen mejor con sus pagos y si bien los empleos bien remunerados son menos numerosos en las comunas rurales, el control social funciona mejor allí que en las ciudades.
Además de la mentalidad y la edad, la forma de vida desempeña un papel no desdeñable en la apreciación de los riesgos de pago, mientras que el sexo no es, en cambio, un criterio pertinente. Las parejas otorgan más importancia a los pagos puntuales que los solteros.
Estos últimos asumen solos los gastos como el alquiler, los seguros o el coche. Además, su presupuesto mensual se ha debilitado en general como consecuencia de la fuerte alza de los costes de la vida.
Las familias monoparentales están menos amenazadas por los riesgos de endeudamiento, probablemente a causa de la aportación de una pensión alimenticia.
swissinfo y agencias
En total, la población suiza tiene una deuda de 9.000 millones de francos. De esa suma, 1 a 2 % – es decir, entre 90 y 180 millones de francos- nunca serán reembolsados, según ‘Intrum Justitia’.
A pesar de todo, la responsabilidad en los pagos se mejoró en el último año, según quedó demostrado por el ‘Índice Suizo de Riesgo’ hecho público en otoño pasado por la misma organización.
El mejoramiento se produjo en las esferas individual y colectiva. Las personas pagaron sus facturas en un plazo medio de 40,7 días después del vencimiento, contra 42,3 días del año precedente.
Las empresas cumplieron sus obligaciones en un lapso promedio de 44,1 días, es decir dos menos que un año antes. En cuanto a los poderes públicos, lo hicieron en término medio después de 48,4 días, contra 49,2 días anteriormente.
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