Luminosidad helvética en Berlín
'Más luz' desde la embajada suiza en Berlín con una obra del artista español José María Alvargonzález y una investigación sobre la vida del último rey en Suiza.
La falta de luz en Berlín, fenómeno insalvable por vías naturales, especialmente en otoño e invierno, podrá ser paliado parcialmente en los próximos meses por una instalación lumínica que ha sido emplazada en el edificio de la embajada de Suiza en la capital alemana.
‘Más luz’, una obra que toma por título las últimas palabras atribuidas al escritor, poeta y pensador alemán, Johann Wolfgang von Goethe, antes de morir el 22 de marzo de 1832, domina ahora la fachada oeste de la representación diplomática, frente a la sede de la nueva cancillería de Alemania.
La obra permanecerá expuesta desde el 2 de noviembre y hasta comienzos de 2002. El artista español José María ‘Chema’ Alvargonzález la realizó en el marco de una cooperación internacional entre la sociedad anónima suiza Gesellschaft Fine Arts Unternehmen AG y la galería italiana Pari & Dispari, que han creado el proyecto conjunto sociedad de responsabilidad limitada Artinprogress GmbH., con sede en Berlín.
Diálogo y luz
La instalación, “se basa en la asociación creada entre las palabras en alemán ‘Mehr Licht’ (Más luz) y un juego de lentes azules que iluminará la fachada oeste de la Embajada”, explicó Alvargonzález en una entrevista con swissinfo.
Alvargonzález, nacido en 1960 en Jerez de la Frontera (Andalucía, España), y formado en Barcelona y Berlín, se ha especializado en pintura y arte multimedia.
Las palabras supuestamente pronunciadas por Goethe al expirar “se entrelazan con la situación del edificio (de la representación de la Confederación Helvética, frente a la sede del gobierno de Alemania y al histórico recinto del Reichstag, hoy Parlamento Federal alemán), y establecen con el entorno un diálogo que invita a la reflexión política por un lado, y a una lectura personal por el otro”, agregó el artista.
“De la oscuridad actual de la fachada se pasa al esclarecimiento, en su sentido literal como en el poético, que proponen tanto la luz como la palabra”, señaló Alvargonzález.
Investigación sobre Federico Guillermo IV de Prusia
Más luz en la historia de Suiza ha arrojado la investigación realizada por el periodista y cineasta suizo André Vallana, sobre la vida de Federico Guillermo IV de Prusia (1795-1861), quien fuera a la vez príncipe de Neuchãtel (o Neuenburg, en alemán).
Los resultados de la investigación y la película documental basada en ese trabajo fueron presentados también por Artinprogress, en cooperación con la embajada de Suiza en Berlín.
El soberano, quien reinó a partir de 1840, planeó secretamente invadir Suiza en 1856, con un ejército de 120.000 soldados prusianos, ocho divisiones, que debían marchar desde dos puntos de Alemania rumbo a Constanza, Basilea y Berna y ocuparlas.
El plan finalmente no se cumplió, pero los documentos respectivos fueron encontrados por el director del Archivo Secreto del Estado Prusiano, Jürgen Kloosterhuis, después de la reunificación de Alemania y son ahora dados a la luz pública.
El actual cantón helvético bajo el dominio de Prusia
Neuchâtel, perteneció a Prusia entre los años 1707 y 1848, con una interrupción de nueve años, durante la invasión de Napoleón Bonaparte. En 1707, Marie de Nemours, princesa de Neuchâtel, no dejaba descendencia directa y los habitantes del hoy cantón helvético decidieron soberanamente buscar un nuevo príncipe. Se decidieron por el rey prusiano, porque era protestante. Federico Guillermo IV colmó de generosos regalos a sus nuevos súbditos.
Desde el Congreso de Viena en 1815, Neuchâtel fue simultáneamente cantón suizo y tuvo por lo tanto un doble sistema, hasta que los republicanos helvéticos se rebelaron contra Prusia. El plan de invasión parece haber sido un acto de desesperación de un romántico en su amor por el pequeño territorio de Neuchâtel. Así fue como finalmente pasó a la historia el rey prusiano como el último monarca de Suiza.
Juan Carlos Tellechea, Berlín
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