
Macron lanza su segundo mandato en Francia con un gobierno continuista

El presidente francés, Emmanuel Macron, remodeló este lunes el gobierno sin grandes cambios para encarar un segundo mandato que se anuncia difícil para su agenda reformista y liberal, tras perder la mayoría absoluta en el Parlamento.
«Conviene tomar nota de la falta de voluntad de los partidos de gobierno de participar en un acuerdo de gobierno o en cualquier forma de coalición», lamentó Macron al inicio del primer consejo de ministros del nuevo gobierno liderado por Élisabeth Borne.
Tras quedarse a 39 diputados de la mayoría absoluta en las legislativas de junio, el presidente intentó atraer a sectores moderados de la oposición, pero, tras no lograrlo, acabó reforzando el peso de sus ya aliados en el gobierno, sin cambios en profundidad.
El anuncio más destacado no es la entrada de nuevos ministros, sino la salida de uno de los tres miembros del gobierno acusados de violación, Damien Abad, que ejercía de responsable de Solidaridades, Autonomía y Personas Discapacitadas.
Su nombramiento en mayo se presentó como un fichaje de la derecha, pero las revelaciones días después de presuntas agresiones sexuales lastraron al ejecutivo. La justicia francesa abrió la semana pasada una investigación por intento de violación.
«Fuera del gobierno, Damien Abad podrá defenderse y la justicia podrá hacer su trabajo tranquila», dijo la primera ministra a la revista Elle, subrayando el «deber de ejemplaridad». Su sustituto es Jean-Christophe Combe, responsable de la Cruz Roja francesa.
Aunque también son objetos de denuncias por violación, otros dos miembros del gobierno de Borne –que seguirá siendo paritario con 21 hombres y 21 mujeres, aunque los primeros ocupan la mayoría de altas funciones de ministros– siguen en el cargo.
La fiscalía pidió archivar a inicios de 2022 una denuncia contra el titular de Interior, Gérald Darmanin, que suma ahora Ultramar. La secretaria de Estado Chrysoula Zacharopoulou afronta demandas durante el ejercicio de su profesión de ginecóloga.
– «Falta de visión» climática –
El nuevo gobierno de Élisabeth Borne mantiene a la mayoría de ministros nombrados en mayo como el de Economía y la de Relaciones Exteriores, y completa sobre todo los segundos escalafones –ministros delegados y secretarios de Estado–.
La entrada más destacada es la de Laurence Boone, actual economista jefa de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), como nueva secretaria de Estado de Asuntos Europeos en sustitución de Clément Beaune, que asume Transportes.
En virtud de una regla no escrita, los miembros del gobierno que optaban a un escaño y perdieron debían abandonarlo. Tres no lo lograron: Amélie de Montchalin (Transición Ecológica) –una allegada de Macron–, Brigitte Bourguignon (Salud) y Justine Benin (Mar).
Greenpeace lamentó la «falta de visión» del gobierno al nombrar como sexto ministro de Transición Ecológica en cinco años a Christophe Béchu, «un responsable político sin experiencia» en cuestiones climáticas.
El médico de emergencias François Braun liderará un sistema de Salud «al límite» en plena séptima ola de contagios de covid-19 y el diputado Hervé Berville, un huérfano ruandés evacuado al inicio del genocidio de Ruanda en 1994, será secretario de Estado del Mar.
– Moción de censura –
Esta remodelación marca el inicio del segundo mandato del presidente centrista, dos días antes del discurso de política general de su primera ministra, y cierra un período de incertidumbre desde su reelección el 24 de abril.
El nuevo gobierno no convenció a la extrema derecha ni a la izquierda radical, los principales grupos de oposición de la Asamblea (cámara baja), pero tampoco a la formación que busca atraer el oficialismo para tejer mayorías: Los Republicanos (derecha).
La ultraderechista Marine Le Pen acusó a Macron de «ignorar de nuevo el veredicto de las urnas». La izquierdista Mathilde Panot anunció la presentación «a partir del miércoles» de una moción de censura, que solo puede prosperar si se une la oposición.
El nuevo portavoz del gobierno, Olivier Véran, ya avanzó que Borne no se someterá a una moción de confianza tras su discurso, como suele ser habitual y como reclamaba la oposición.
La primera ministra ya inició en cambio la negociación con la oposición de su primer proyecto de ley, un paquete de medidas que busca proteger el poder adquisitivo y cuya adopción espera para finales de julio o principios de agosto.
El alza de precios –especialmente del combustible y de la alimentación– por la guerra en Ucrania es la principal preocupación de los franceses y una señal de alerta para Macron, cuyo primer mandato ya estuvo marcado por fuertes protestas sociales.