Miles de maestros se concentran en Lima para exigir sueldos y pensiones dignas
Lima, 13 nov (EFE).- Miles de maestros activos y cesantes se movilizaron este jueves en el centro histórico de la capital peruana para participar en un nuevo paro nacional, que exige al gobierno la promulgación de la ley que les otorga pensiones mínimas de 3.800 soles (1.128 dólares o 980 euros).
Convocados por el Sindicato Unitario de Trabajadores en la Educación del Perú (Sutep), el mayor del gremio de profesores de la educación pública de Perú, los docentes se reunieron en la sede de la organización para llevar su demanda hasta el Congreso.
Mayores sueldos y pensiones dignas
«Exigimos al Congreso de la República, ahora que está aprobando el presupuesto hasta el 30 de noviembre, que apruebe el 6 % del PBI (producto bruto interno) conforme dicta la Constitución»,expresó el secretario general nacional del Sutep, Lucio Castro Chipana, en relación al porcentaje que debe ser dedicado a inversión en el sector educativo.
«También que el Congreso apruebe por insistencia el proyecto ley que ya aprobó, y que rechazó (la destituida expresidenta) Dina Boluarte, que asegura pensiones dignas para cesantes y jubilados», indicó, recordando a los «162.000 maestros que están esperando atención».
Desde primera hora, el centro de Lima se llenó de coros como «maestros en las calles por culpa del gobierno», o «el pan que no se lucha se come con vergüenza», en una exigencia al Congreso tras la renuencia del Gobierno de firmar para evitar un desbalance fiscal.
En su movilización por la avenida Nicolás de Pierola, la marcha, conformada en su mayoría por personas de la tercera edad, pero también maestros de inicial, primaria y secundaria, reclamó además el pago del segundo tramo de aumento, equivalente a 200 soles (59 dólares), correspondiente a la remuneración otorgada por el exministro de educación, Morgan Quero, el pasado mes de marzo.
Mientras tanto, con el paso de las horas, el grito cercano de nuevos sectores de manifestantes continuó avanzando desde calles aledañas como Emancipación o Camaná para, entre aplausos, unirse a los miles de presentes.
Platillos, cacerolas, palmas y bocinas
Abriendo la marcha, la imagen de Horacio Zeballos Gámez, fundador y primer secretario general del Sutep, encabezaba el primero de 20 sectores de instituciones, divididos en “bases” en función de la región geográfica y armados todos ellos con pancartas, bocinas, tambores, platillos y palmas.
«Que se cumplan los acuerdos salariales, una mejor calidad de atención a los cesantes, que se van con un mísero sueldo, y que nos paguen el bono del 30 %», expresó la docente Breta Bañares.
En sus 34 años de carrera, Bañares afirma haber perdido la cuenta de las manifestaciones por educación a las que ha asistido, y expresó que deberían «estar en las aulas», pero el gobierno los «obliga a salir a las calles», y pide «juicio y conciencia» de cara a las elecciones del próximo año.
En el caso de Elías Arana, maestro cesante del departamento norteño de Áncash, son 41 años de servicio reducidos a lo que denomina como «una miseria» de 800 soles (237 dólares o 205 euros), un sueldo que le ha volcado a manifestarse para continuar dando ejemplo «tanto en las aulas, como en las calles».
«Es un problema estructural», explica Arana, que no cree que haya habido un cambio en la política del sistema educativo pese a las ocho presidencias de la República que abarcan los últimos diez años, y recuerda que «toda la vida, el docente ha sido maltratado por todos los regímenes».
Así, la marcha continuó hacia el Congreso en su constante petición y, en su cántico anticipó que «si no hay solución, huelga nacional». EFE
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