Para el sector financiero suizo: nadar o hundirse
A un año de sucumbir a la presión internacional sobre el fraude fiscal, el sector financiero suizo se encuentra en una encrucijada.
Los planes de convertir a Suiza en uno de los tres principales centros financieros mundiales palidecieron durante la crisis financiera, y la nueva prioridad es mantenerse a flote. Empero, algunos observadores creen que subsisten oportunidades de crecimiento.
El 13 de marzo de 2009, el ministro de Finanzas suizo, Hans-Rudolf Merz, se inclinó ante las demandas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) de renegociar los tratados fiscales con una serie de países.
Pero los ataques contra el secreto bancario suizo han continuado y el mes pasado Merz fue incapaz de ofrecer respuestas claras a ese problema. Por encima de todo, un acuerdo entre Suiza y Estados Unidos para la entrega de datos de clientes del UBS, se ha topado con un problema legal, al tiempo que Francia y Alemania han obtenido datos bancarios robados.
La situación dista mucho de aquella de 2007, cuando la crema del sector financiero suizo anunció sus planes de llevar la industria del ramo al mismo nivel que aquellas de Nueva York y Londres.
A la defensiva
Una nueva estrategia presentada al Parlamento en diciembre pasado imprimió un tono defensivo y está centrada en la protección del secreto bancario, la adopción de regulaciones más estrictas contra las turbulencias futuras, y medidas para evitar la expulsión de los mercados de vital importancia por el proteccionismo nacional.
“El ‘Masterplan’ de 2007 debe ser considerado hoy como una tontería”, dijo a swissinfo.ch Beat Bernet, presidente del Instituto suizo de la Banca y las Finanzas de la Universidad de San Gall. “Desde el principio no fue sino una lista de deseos irrealistas”.
En la fría realidad de la era post-catástrofe, los bancos deben dar la espalda a los activos de los evasores de impuestos y reestructurarse con el fin de ahorrar costes, agregó Bernet. Al mismo tiempo, el gobierno debe mantenerse firme en contra de cualquier demanda que erosione aún más la confidencialidad del cliente.
No está claro cuánto dinero no declarado se encuentra escondido en bancos suizos, pero un reciente estudio realizado por la empresa de corretaje Helvea estima que podría incluir el 80% de los 836 mil millones de francos (804 mil millones de dólares) de los activos de la Unión Europea.
Los grandes bancos están fortaleciendo sus operaciones ‘onshore’ (al interior de un territorio) en los países seleccionados. Pero los más pequeños no pueden permitirse el lujo de hacer esto y algunos observadores, incluido Bernet, prevén una consolidación en el sector de la banca privada suiza.
”Muerta”, la gestión de riqueza no declarada
Manuel Ammann, profesor investigador del Instituto de la Banca y las Finanzas de San Gall, considera que el negocio de la gestión de la riqueza no declarado está “esencialmente muerto”. Pero cree que los bancos más pequeños podrían sobrevivir actuando en campos altamente selectivos.
“Esto puede incluir centrarse en las capacidades especializadas y de conocimientos técnicos o la adopción de un enfoque específico para la gestión de activos, tales como la banca sostenible”, precisó a swissinfo.ch.
Otro obstáculo a superar es el creciente proteccionismo que amenaza con dañar a los países más pequeños como Suiza. La UE debate medidas que podrían restringir el número de actividades transfronterizas de fondos de alto riesgo y firmas de capital privado en Suiza.
El informe de diciembre de 2009 sobre estrategia financiera implora al Gobierno redoblar esfuerzos para negociar una forma de evitar que tales regulaciones afecten a Suiza. Subraya también regulaciones que dificultan la competitividad global del sector de seguros.
Pensar con la claridad necesaria
Sin embargo, hay algunos motivos para mantener el optimismo. Suiza salió de la crisis financiera en forma relativamente mejor que muchos países, sólo uno de los bancos – UBS – necesitó ayuda estatal y la deuda pública no ha aumentado enormemente.
”Comparado con la competencia extranjera, el mercado suizo de banca privada puede ofrecer una mayor autoridad, condiciones de estabilidad política, jurídica y económica y una buena reputación”, dijo Bernet.
Además, algunas medidas políticas y de regulación podrían favorecer a Suiza, como la decisión de Gran Bretaña de aumentar las tasas de impuestos para las rentas más altas y los bonos importantes. Atraer a más gestores de fondos de alto riesgo de Londres podría depender de la reforma de la reglamentación suiza y la abolición de los impuestos no competitivos, tales como el timbre fiscal para las transacciones financieras, señaló el informe 2009.
Pero a Bernet no le causó mayor impresión el documento y se muestra escéptico sobre el hecho de que Suiza esté haciendo las cosas de manera correcta.
“Una estrategia debe partir de objetivos claramente definidos. Debe señalar el futuro rol del centro financiero en el contexto de la economía nacional. Y debe tener una política internacional realista y una base internacional legal”, dijo.
“La batalla actual exige un pensamiento estratégico, no acciones reactivas. Lamentablemente estamos viendo poco pensamiento concreto y poco debate”.
Matthew Allen, swissinfo.ch
(Traducción, Marcela Águila Rubín)
CENTRO FINANCIERO SUIZO
La contribución del sector financiero suizo al Producto Interno Bruto (PIB) pasó del 7% en 1990 al 11% en 2008.
Entre 1995 y 2005 el sector financiero suizo creció a un promedio anual de 5,5%.
Según el Plan maestro del sector financiero suizo 2007, los bancos contribuyeron con 48 mil millones de francos a la economía y las aseguradoras con 22 mil millones.
Considerando las contribuciones indirectas de las industrias que interactúan con el sector financiero y el gasto de los consumidores por parte de los empleados, la riqueza total creada se estimó en 70 mil millones de francos en 2006.
El sector financiero en su conjunto también contribuyó con 17 mil millones de francos en impuestos, aunque esa cifra ha disminuido en los últimos dos años.
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