Perspectivas suizas en 10 idiomas

Polémica en torno a los alminares

Se prevé la construcción de un alminar en el centro cultural de Langenthal. Keystone

En Suiza, varios proyectos de construcción de alminares, presentados por asociaciones musulmanas, suscitan la desconfianza de algunas autoridades municipales.

Este crispamiento se produce en la Suiza de expresión alemana. Los adversarios a los alminares ven en su establecimiento un signo “de islamización sistemática”. Los promotores, por su parte, rechazan tirar la toalla.

Se trata de un asunto de símbolo. El símbolo del Islam. La pequeña torre de hormigón que los miembros de la comunidad musulmana de Langenthal piensan erigir sobre el tejado de su centro mediría sólo algunos metros de altura.

El alminar sería demasiado bajo para que el almuédano pudiera subir a él y llamar a la oración. Además, con el fin de no incomodar a los vecinos, no se prevén altavoces. A pesar de eso, ciudadanos y políticos inquietos no quieren ni siquiera oír hablar de tales construcciones.

En Wangen, por lo menos siete recursos fueron presentados contra el proyecto de construcción de un alminar. Uno de ellos fue rubricado hasta 380 veces. En este municipio, también las autoridades locales se oponen a la edificación de un alminar con el argumento de que una torre semejante no estaría acorde con el plano de zona. Eso es, por lo menos, lo que recientemente explicó el Gobierno cantonal.

En Langenthal, una diputada de la Unión Democrática del Centro (UDC/derecha dura) habló incluso de “símbolo agresivo”, que tiene la forma de un “cohete”, y 3.500 personas firmaron una petición titulada ‘Stopp Minaret’, con el fin de impedir su realización.

San Gall y Zúrich

Hay otros proyectos de alminares en otros lugares, particularmente en el cantón de San Gall. En el poblado de Will, la comunidad musulmana albanesa espera disponer en breve de un alminar en su lugar de oración, como lo anunció el Imán Bekim Alimi, a finales del agosto.

Pero, el diputado cantonal UDC Lukas Reimann, autor de una moción titulada ‘Interdicción de construir alminares’, no lo ve así. El legislador piensa presentar su expediente a las autoridades a finales de septiembre. Para el también edil, se trata de proteger la imagen y el paisaje de su municipio.

En el cantón de Zúrich, el Parlamento cantonal quiere verificar la legitimidad de la interdicción de construir. Una demanda en ese sentido fue presentada y aceptada de manera muy justa por el Ejecutivo, en respuesta a una iniciativa parlamentaria.

En la Suiza de habla francesa, ningún debate

Del lado de la Suiza francófona en cambio, el debate es casi inexistente. “En Lausana y en Chaux-de-Fonds, se contempla la creación de imponentes centros culturales”, anota Stéphane Lathion. “Creo que sus promotores estarían dispuestos a hacer caso omiso del alminar con tal de que puedan llevar a cabo sus proyectos. En el orden de sus prioridades, el alminar no ocupa el primer lugar”.

El especialista de las prácticas del Islam en este país precisa que “en la Suiza de expresión alemana, la gran mayoría de los musulmanes es de origen turco o balcánico. Requirieron mucho tiempo para hacerse escuchar y posiblemente ahora, la reivindicación litúrgica o incluso cultural que les parece más importante es el alminar”.

Voces más bien de habla árabe

Para el profesor-asistente de la Universidad de Friburgo, “en la Suiza francófona, este asunto es quizá menos vivaz porque la inmensa mayoría de los musulmanes que aparecen en los medios de comunicación son de expresión árabe y se sienten, de una manera u otra, relacionados con la mezquita de Ginebra, lo que atenúa los deseos de reivindicar un alminar”.

“En la Suiza de habla francesa -estima también Stéphane Lathion-, el temor es efectivo por la posible reacción tanto de la población como de las autoridades ante una petición semejante”.

“Espero que no nos contagien, pero en la Suiza francófona no hay un debate de este tipo”, coincide Hafid Ouardiri, portavoz de la Mezquita de Ginebra. “Tenemos un alminar que data de 1978. Nunca estuvo en entredicho su construcción, ni su uso”.

“Satanizar al Islam y a los musulmanes, decir cualquier cosa sobre el alminar, permite almacenar las voces de los extremistas. (…) En la Suiza de habla alemana es así como se plantea el problema. Posiblemente hay más ignorancia sobre el tema que en la Suiza de habla francesa”.

El peso del alminar

Efectivamente, del lado de la Suiza de expresión alemana, numerosos ciudadanos afirman sentirse amenazados en su casa con la llegada de esas pequeñas torres de hormigón. Pero ¿de dónde viene este sentimiento? “Es el miedo de tener que aceptar y tomar en cuenta la presencia islámica”, explica a swissinfo la politóloga e investigadora, Elham Knecht Manea.

Temores que deben ser tenidos en cuenta y no confinados sistemáticamente al nivel de simples reacciones islamofobas. La religión fundada por Mahomet es a menudo tratada de manera negativa, en particular por los medios de comunicación. Recientemente, ciertos títulos no soslayaron establecer un vínculo entre actos de violencia perpetrados por niños y la pertenencia a esa comunidad religiosa.

Pero Elham Knecht Manea comprende también las necesidades expresadas por la minoría musulmana de profesar su credo libremente en Suiza.

“Me pregunto sin embargo si el asunto de la construcción de un alminar constituye en sí el principal problema de los musulmanes de Suiza y cuál es su significado verdadero”.

Esta profesora de la Universidad de Zúrich se interroga particularmente sobre ciertos detalles del proyecto de Langenthal, que prevé separar en salas distintas los lugares de oración reservados a las mujeres y el espacio destinado a los hombres. “Me parece que sería una buena idea reunir a todo el mundo para la oración”, estima la investigadora.

Núcleos ortodoxos

Una opinión que también comparte Sayda Keller-Messahli, presidenta del Foro para un Islam Progresista. “En este sentido, estos proyectos de construcción de alminares demuestran que la comunidad musulmana quiere destacar su presencia y suscitar un debate abierto”.

“Si el alminar tiene por solo objetivo simbolizar un Islam ortodoxo, podemos renunciar a eso”, escribía recientemente la militante en una columna del semanario NZZ am Sonntag.

Según Sayda Keller-Messahli, numerosos indicios permiten pensar que los alminares no son el signo de una apertura sino al contrario, la prueba de que las comunidades islámicas quieren afirmar su presencia.

Para Elham Knecht Manea, el impasse sobre el tema de la construcción de alminares prueba que persisten problemas importantes. Así, los numerosos habitantes de Wangen no habrían escuchado hablar de la existencia de asociaciones musulmanas en su municipio antes de la publicación del edicto en torno a las construcciones. “Un desconocimiento que se traduce en la sospecha de que la comunidad musulmana no estaba integrada en el tejido social local”.

La confianza en el diálogo

“La única solución para salir del impasse sobre el tema de los alminares es el diálogo”, considera Elham Knecht Manea.

Para ella, Suiza y los musulmanes deberían sentarse regularmente en torno a la misma mesa y aprender a conocerse. “Dar la prioridad a la integración y sólo después a la construcción de alminares”, tal sería la vía a seguir.

En este sentido, las declaraciones de las autoridades del municipio de Langenthal suenan como una esperanza. El Consejo Municipal debería tratar de establecer un vínculo entre los opositores al alminar y los miembros de la comunidad musulmana, precisa el secretario municipal.

En cuanto a Wangen, un desenlace parece todavía lejano e incierto. En este municipio, las autoridades se niegan a aplicar la decisión cantonal favorable a la construcción de un alminar. El episodio siguiente de este lancinante conflicto podría desarrollarse delante del Tribunal administrativo cantonal.

swissinfo, Renat Künzi
(Traducción: Marcela Águila Rubín)

Unos 350.000 musulmanes viven en Suiza; es decir, el 5% de la población.

La mayor parte de entre ellos proviene de Kosovo, del Oriente Cercano y del Magreb.

Por ahora, el país cuenta con dos mezquitas, una en Zúrich y otra en Ginebra. Salas de oración han sido instaladas cerca de las asociaciones culturales y de las comunidades islámicas.

Diversas comunidades querrían erigir un alminar en el centro de las salas de oración. Para los musulmanes, estas torres -como para las iglesias cristianas- simbolizan la presencia de Dios, en este caso, la de Alá.

Una Casa de las Religiones debería pronto ver la luz en la ciudad de Berna. Este lugar tendrá por objeto establecer lazos entre las diferentes creencias y conducir un diálogo interreligioso.

En cumplimiento de los estándares JTI

Mostrar más: SWI swissinfo.ch, certificado por la JTI

Puede encontrar todos nuestros debates aquí y participar en las discusiones.

Si quiere iniciar una conversación sobre un tema planteado en este artículo o quiere informar de errores factuales, envíenos un correo electrónico a spanish@swissinfo.ch.

SWI swissinfo.ch - unidad empresarial de la sociedad suiza de radio y televisión SRG SSR

SWI swissinfo.ch - unidad empresarial de la sociedad suiza de radio y televisión SRG SSR