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“Suiza prestó millones al régimen de Franco”

El ministro Giuseppe Motta (centro) junto al mariscal francés Petain en un desfile militar. Imagen de 1937. Keystone

El 14 de febrero de 1939, Suiza se convertía en la primera democracia, después de Irlanda, en reconocer diplomáticamente a la España franquista. El historiador Ralph Hug desvela que seis meses antes del fin de la Guerra Civil un banco helvético concedía un cuantioso crédito a Franco.

Ralph Hug, figura clave en la rehabilitación de los voluntarios suizos que lucharon en España, repasa este tormentoso periodo de la Historia. Entrevista.

swissinfo: ¿Qué recordamos este sábado?

Ralph Hug: El 14 de febrero de 1939 Suiza era el primer país democrático en reconocer oficialmente al régimen del general Francisco Franco. Lo notable del caso es que en esa fecha la guerra no había terminado aún. Es evidente que puede decirse que fue un reconocimiento prematuro, pues el resto de democracias europeas se abstenían en ese momento de aceptar oficialmente a Franco.

swissinfo: Tengo entendido que Irlanda reconoció a Franco en esas mismas fechas.

Ralph Hug: Efectivamente, Irlanda reconoció al régimen franquista un día antes: el 13 de febrero. Sus motivaciones estaban basadas en el profundo catolicismo irlandés, pero no se puede comparar a la Irlanda de entonces con el peso que Suiza tenía en esos momentos. Puede decirse que Suiza fue la primera democracia de una cierta importancia en aceptar el hecho consumado de la victoria franquista.

swissinfo: ¿En qué momento de la guerra llega este reconocimiento suizo?

Ralph Hug: El 26 de enero fue la caída de Barcelona y el 1 de abril la Guerra Civil terminaba oficialmente. El reconocimiento suizo llega entonces seis semanas antes del fin de los combates.

swissinfo: Hubo países que se alinearon con Franco desde antes aún…

Ralph Hug: Los primeros países en reconocer a Franco fueron, evidentemente, la Italia fascista y la Alemania nazi. A ellos se sumó el Vaticano y todos los países que formarían el EJE, la alianza de potencias fascistas. Estos eran Japón, Hungría, Bulgaria y varios otros. ¡Todos regímenes autoritarios y dictatoriales, a los que poco después se sumó Suiza, una de las más antiguas democracias del mundo!

swissinfo: ¿Y cómo se explica este fenómeno?

Ralph Hug: Un elemento central es la presencia de Giuseppe Motta como consejero federal (ministro) de Asuntos Exteriores. Motta era un nacionalista conservador originario del cantón Tesino, con unas fuertes simpatías por el fascismo de Mussolini y el régimen nacional-católico del general Franco.

swissinfo: ¿Estas cuestiones son del dominio público o son revelaciones?

Ralph Hug: Sólo son conocidas entre especialistas en ciencias históricas y en círculos profesionales muy restringidos. Jamás se han tratado estos temas de manera abierta y en público. Es un tema que fue muy comentado en 1939 y que luego pasó al olvido, como tantos otros aspectos relacionados con la Guerra Civil. Es fascinante, porque se pueden leer los comunicados de la embajada suiza en Madrid de la época, y los memorandos que llevaron a la decisión del reconocimiento.

swissinfo: Informes que iban a las manos de Giuseppe Motta…

Ralph Hug: En efecto. En función de los informes que recibía de su embajador en España, Motta pudo tomar sus decisiones. Unos informes, todo sea dicho, terriblemente parciales y tendenciosos.

swissinfo: Pero la decisión final de reconocer al franquismo fue tomada por el Gobierno.

Ralph Hug: Sí. Pero el verdadero motor detrás de esa política fue el ministro de Exteriores Giuseppe Motta. Los informes que recibía de Madrid eran de una tendenciosidad increíble. Todas las iniciativas de la República eran demolidas y criticadas de forma sistemática, mientras que Franco era ensalzado. La República era esencialmente “mala” y los militares siempre vistos como “algo positivo”. Se hablaba siempre de los fusilamientos de los grupos anarquistas y comunistas, pero jamás de los excesos de las tropas franquistas.

Otro detalle significativo que se deduce de la lectura de los documentos es que no se comprendió en absoluto la verdadera naturaleza de la Guerra Civil ni lo que realmente estaba en juego.

swissinfo: ¿Cómo vivió el pueblo suizo esta decisión en 1939?

Ralph Hug: Con cierta incomprensión. Pero, como decíamos antes, todos los temas relacionados con la Guerra Civil fueron silenciados durante décadas. Los medios de comunicación hablaron de “reconocimiento prematuro” y la izquierda suiza dijo que no había ninguna necesidad de reconocer a Franco antes que la guerra termine y, sobre todo, antes que las otras naciones democráticas.

swissinfo: Pero sus revelaciones van más allá. Habla usted de grandes sumas de dinero que fueron a sostener a Franco.

Ralph Hug: Así es. Estamos hablando de un crédito por valor de 12 millones de francos suizos de la época. ¡Una suma astronómica! El crédito fue concedido por el Schweizerischer Bankverein (Sociedad de Bancos Suizos) en octubre de 1938. Este banco es el ‘abuelo’ del actual UBS, tras fusionarse en 1998.

swissinfo: ¿Y por qué se concedieron estos créditos?

Ralph Hug: Se esperaban importantes ventajas económicas del hecho de establecer lazos tempranos con la España franquista. Obviamente, la principal motivación en la concesión de este crédito fue posicionarse de forma ventajosa con el nuevo régimen para poder hacer negocios en el futuro.

swissinfo: ¿Cómo se entera usted de esta historia?

Ralph Hug: Llevo años investigando en los Archivos Federales. Todos los documentos relativos al reconocimiento del régimen franquista están en Berna. Es un descubrimiento que me ha sorprendido y chocado. Y una anécdota final que es muy curiosa: Giuseppe Motta fue consejero federal durante nada menos que 29 años, desde 1911 hasta 1940. ¡Algo que sería inimaginable hoy en día!

swissinfo: ¿Piensa publicar estos datos en forma de libro?

Ralph Hug: Estoy preparando una serie de artículos de próxima aparición en la prensa de la Suiza de expresión alemana. Igualmente, esperamos publicar en marzo un libro que es una guía exhaustiva con todas las biografías de los voluntarios suizos que participaron en la Guerra Civil española.

swissinfo: ¿Qué conclusiones extrae usted de su trabajo?

Ralph Hug: Que si bien la política oficial de Suiza era la neutralidad, en los pasillos la realidad era muy distinta. En la contradicción evidente entre intereses económicos y valores democráticos, no es difícil ver cuáles pesaron más. En teoría, Suiza siempre ha defendido valores democráticos, pero en las sombras es evidente que se han ayudado a regímenes autoritarios y antidemocráticos.

Ralph Hug, nacido en 1954, es un periodista e historiador suizo. Gran parte de su trabajo versa sobre la Guerra Civil española y el papel que Suiza y los voluntarios suizos tuvieron en la contienda.

Es el fundador de la ‘Interessengemeinschaft Spanienfreiwillige’ (Asociación suiza por los intereses de los voluntarios de la Guerra Civil española). Desde 2006 lucha por la rehabilitación de los brigadistas que lucharon en España.

Hug es un personaje clave detrás de la reciente rehabilitación en el Parlamento suizo de los 780 voluntarios suizos que combatieron en las Brigadas Internacionales de la Guerra Civil española

Es autor de ‘St. Gallen, Moscú, Aragón’, ‘Das Leben des Spanienkämpfers Walter Wagner’ y del libro de próxima aparición ‘Die Schweizer Spanienfreiwilligen. Ein biografisches Handbuch’.

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