Prevén descenso en el crecimiento económico suizo
El crecimiento económico perderá vigor este año en Suiza, de acuerdo con las previsiones de la organización patronal economiesuisse. El Producto Interior bruto (PIB) aumentará en 2%, contra el 3.4% registrado en 2000. Empero no se avizora ninguna recesión.
Al dar a conocer este miércoles su informe sobre la situación económica nacional, economiesuisse precisa que sus estimaciones se colocan al mínimo del margen inicial establecido en diciembre último que se situaba entre 2% y 2.6%.
La organización patronal no es la única en pronunciarse en ese sentido. Los institutos de investigación de Basilea, BAK, y de Zúrich, KOF, lo mismo que las grandes instituciones bancarias UBS y Credit Suisse Group también revisaron sus estimaciones a la baja. Ubican entre 1.6% y 2.2% el crecimiento del PIB para el 2001.
Los signos de debilitamiento proceden del exterior. Sin embargo, aunque la coyuntura mundial se haya frenado sensiblemente, eso no deberá conducir a una recesión, estima economiesuisse.
De cualquier forma ese escenario, que concierne una pausa relativamente breve de la economía mundial, está vinculado a grandes incertidumbres.
Una desaceleración de la economía estadounidense y una caída del Japón podrían afectar el contexto planetario, asegura.
De ahí que la desaceleración económica mundial tendrá consecuencias sobre las exportaciones suizas en el segundo semestre. La significativa disminución actual de las inversiones de equipamiento podría ser considerada como un signo precursor de esta tendencia.
Pero el consumo, que se ha mantenido, y la expansión de la construcción deberían contribuir a una coyuntura interna sólida.
Aunque estimado en 2%, el crecimiento económico reposa en una base sólida y podría evolucionar junto con el crecimiento a término medio del potencial de producción.
La buena orientación de la economía es el reflejo de los considerables esfuerzos de innovación de la economía suiza en los últimos tiempos. Así, a pesar de la disminución coyuntural, el volumen de empleo ha aumentado.
En la era de la mundialización se mantienen las ventajas competitivas, particularmente en lo que toca a bienes y servicios que requieren una buena base de conocimientos. Eso implica la participación de las empresas pero también del Estado, una gran capacidad de ajuste y una voluntad de reforma, precisa el texto de economiesuisse.
swissinfo y agencias
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