Proponen a Abuelas de la Plaza de Mayo para Nobel de la Paz

Madres que se hicieron abuelas en su trinchera de la Plaza de Mayo. Keystone

Organizaciones internacionales de la talla de Amnistía Internacional y SOS Tortura promueven la nominación de ese celebérrimo grupo argentino, una de las entidades más emblemáticas de la defensa de los derechos humanos en América Latina.

“Estamos entre los candidatos al Premio Nobel de la Paz” anunció Estela de Carlotto, presidenta de las “Abuelas” a swissinfo, durante una visita a la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, ante la cual el grupo presenta, desde 1979 y en forma anual, un reporte de actividades.

De Carlotto precisó que entre las entidades que promueven la nominación de las “Abuelas” al Nobel de la Paz se encuentra también la Unión Fraternal entre Razas y Pueblos (UNFERP), ente con estatuto consultivo, que desde hace años cede su tiempo de palabra en la Comisión al grupo argentino.

La imagen de las valerosas mujeres que en plena represión militar se apostaban en la Plaza de Mayo de la capital bonaerense para reclamar el esclarecimiento de la suerte de sus hijos y que mantienen la lucha para encontrar a los hijos de sus hijos, forma parte de la historia de esos dramáticos años en Argentina.

Con un tesón a toda prueba, las ahora Abuelas de la Plaza de Mayo lograron resolver, en los últimos 23 años, 72 casos de niñas y niños robados a sus padres, quienes a su vez habían sido detenidos o desaparecidos durante la última dictadura militar que gobernó el país entre 1976 y 1983 y cuyo saldo trágico fue de 30.000 víctimas según diversas organizaciones no gubernamentales.

Seis de esos casos fueron esclarecidos en el año 2000. Uno de ellos corresponde al nieto de Rosa Roifinblit, vicepresidenta de las “Abuelas”, quien también dialogó en Ginebra con swissinfo.

“Me considero una mujer privilegiada. Encontré a mi nieto luego de una búsqueda de 22 años”, enfatizó Roifinblit.

“Fue una emoción inmensa, indescriptible. Los análisis de ADN realizados en un laboratorio especializado de Seattle, Estados Unidos, confirmaron que era mi nieto. Siempre se mostró colaborador con la investigación ya que él mismo llegó al local que tenemos en Buenos Aires para solicitar el análisis”, señaló.

-¿Choque psicológico importante para alguien que durante años vivió con otra identidad?, le consultamos.

“Sin ninguna duda”, respondió Roifinblit con vehemencia. “Le va a llevar un largo tiempo para digerir la nueva realidad. No es fácil de un día a otro darse cuenta que los padres que lo criaron lo habían robado, le habían borrado su pasado, su identidad, su historia. ¡Es algo traumatizante¡”, subrayó

Según el reconocido organismo de derechos humanos existen 240 casos debidamente registrados de niños desaparecidos. Número que, según Estela de Carlotto, podría elevarse hasta 500 si se tiene en cuenta la cantidad de nuevas denuncias que recién fueron presentadas.

La candidatura al Nobel de la Paz es para ella una muestra de la “enorme solidaridad internacional y nacional” que reciben las “Abuelas”. “En Suiza, por ejemplo, además del sostén institucional, contamos con la solidaridad de un grupo de amigos helvéticos y argentinos que nos posibilitan cada año llegar a Ginebra”, explicó con emoción la presidenta.

Con swissinfo, la dirigente del grupo ratifica su compromiso con los derechos humanos. Pese a lo avanzado de su edad, las madres que se hicieron abuelas en la trinchera continuarán su lucha: “No queremos morirnos sin poder abrazar a nuestros nietos”.

Américo Grundente