Rechazada en la Asamblea la iniciativa de los melenchonistas para destituir a Macron
París, 2 oct (EFE).- El procedimiento de destitución del presidente francés, Emmanuel Macron, promovido por La Francia Insumisa (LFI), el partido de Jean-Luc Mélenchon, ha sido rechazado este miércoles por la comisión legislativa de la Asamblea Nacional.
Un total de 54 diputados de esa comisión se pronunciaron por archivarla, mientras que 15 votaron en favor de que siguiera adelante esa tentativa de destituir a Macron, que el partido de la izquierda radical justificaba por la negativa del presidente de nombrar como primera ministra a Lucie Castets, la candidata del Nuevo Frente Popular (NFP).
Antes del voto, durante el debate, LFI insistió en la idea de que el jefe del Estado había forzado las instituciones al decantarse como primer ministro por el conservador Michel Barnier, de Los Republicanos, un partido que obtuvo 47 diputados de los 577 de la Asamblea Nacional, en lugar de Castets, que era la propuesta de los 193 del NFP, primer bloque en la cámara.
Sin embargo, los otros socios de la coalición de izquierdas no se mostraron para nada tan vindicativos y el socialista Marc Pena incluso señaló que a su juicio este procedimiento iba a beneficiar a Macron al aparecer como víctima de un ataque.
Además, Pena señaló que temía que todo esto sirviera para «una banalización del procedimiento de destitución que no forma parte de nuestra tradición parlamentaria» e insistió en que Macron «no violó la Constitución» al decantarse por Barnier.
La destitución había superado el primer filtro parlamentario el pasado 17 de septiembre en la mesa de la Asamblea Nacional, gracias a la mayoría que tiene en esa instancia la izquierda.
En esa ocasión los socialistas habían dado su visto bueno señalando que aunque no estaban de acuerdo sobre el fondo con LFI, les parecía bien que hubiera un debate, que es lo que se hizo hoy.
Para los partidos que no forman parte del NFP, los de centro, derecha y extrema derecha, la iniciativa de LFI era una operación de imagen.
La exministra macronista Aurore Bergé echó en cara a los melenchonistas una proposición «sin fundamento jurídicamente e irresponsable políticamente» que a su juicio buscaba «debilitar nuestra democracia».
El procedimiento no tenía ninguna posibilidad real de prosperar, teniendo en cuenta el equilibrio de fuerzas en el Parlamento.
La razón es que hubiera necesitado reunir el favor de dos tercios de los parlamentarios, lo que exigiría que se uniera a toda la izquierda la Agrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen, que desde el principio ya había avanzado que no se prestará a «una maniobra» de distracción de «la extrema izquierda». EFE
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