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Rehúsan imprescriptibilidad de delitos sexuales

La mayoría de los diputados se niegan a darles el mismo trato a los pedocriminales y los criminales de guerra.

La cámara baja del Parlamento suizo rechaza iniciativa en pro de la imprescriptibilidad de abusos sexuales contra menores y se pronuncia en favor de propuesta del Gobierno de prolongar plazos para las acusaciones.

La iniciativa promovida por la Asociación ‘Marche Blanche’ fue rechazada por 137 votos contra 40. Su objetivo es incluir en la Constitución un párrafo para hacer imprescriptibles los delitos sexuales o pornográficos contra impúberes.

El comité organizador de la iniciativa, que consiguió reunir 120.000 firmas hace dos años, no se contenta por supuesto con la solución recomendada por el Parlamento. El rechazo del Consejo Nacional no es definitivo, porque aún tiene que pronunciarse la segunda cámara del Parlamento, el Consejo de los Estados.

En el debate parlamentario, que duró tres horas, intervinieron representantes de todos los grupos parlamentarios. La mayoría de los diputados de la Unión Democrática del Centro (UDC) y algunos parlamentarios francófonos del Partido Demócrata Cristiano (PDC) apoyaron al comité. No obstante, la última palabra corresponde al pueblo suizo que tendrá que sentenciar el asunto en votación pública.

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Iniciativa popular

Este contenido fue publicado en La iniciativa popular permite a los ciudadanos proponer una modificación de la Constitución. Para ser válida debe ser firmada por lo menos por 100.000 ciudadanos con derecho de voto y en un espacio de tiempo de 18 meses. El Parlamento puede aceptar directamente la iniciativa o rechazarla y preparar un contraproyecto. En estos dos últimos…

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Contrapropuesta gubernamental

La contrapropuesta presentada por el Gobierno prevé la prolongación del plazo prescriptivo en aquellos casos donde el abuso del adulto (delito sexual o criminal) haya sido perpetrado contra un menor de 16 años. El plazo empieza a transcurrir a partir del momento que el niño abusado haya alcanzado la mayoría de edad (18 años) y no se vencerá hasta quince años más tarde, o sea, cuando la víctima tenga 33 años.

Según las leyes actuales, la prescripción finaliza a más tardar a los 25 años. Con la dilación del plazo, Suiza ajusta su legislación a la de muchos otros países europeos. Con ello se concede más tiempo de reflexión a las víctimas para acusar a sus atormentadores.

Iniciativas parlamentarias aprobadas

El Consejo Nacional ha aprobado dos iniciativas parlamentarias contra la pedocriminalidad. La iniciativa presentada por la diputada tesinesa Chiara Simoneschi del PDC propone la obligatoriedad de la entrega de un expediente del registro de antecedentes penales en el caso de que se profese una actividad profesional remunerada u honorífica que esté relacionada con niños. Ha sido aprobada por 97 contra 79 votos.

Otra propuesta demócrata-cristiana, presentada por el presidente del PDC, Christophe Darbellay, y aprobada por 94 contra 83 votos, propone prohibir a los criminales condenados trabajar con niños durante un período de diez años.

Argumentos del Consejo Nacional

La recomendación del Consejo Nacional de rechazar la iniciativa popular de ‘Marche Blanche’ se basa sobre varios argumentos. La cámara discrepa ante todo en tres puntos:

En primer lugar, la puesta en práctica de la enmienda constitucional resulta difícil porque aún no se ha llegado a un acuerdo general sobre cuándo exactamente empieza la pubertad.

En segundo lugar, la imprescriptibilidad contradice un presupuesto fundamental de la justicia porque exceptuaría de la prescripción al abuso sexual de menores, mientras que delitos más graves, como el homicidio o incluso el infanticidio, seguirían siendo prescriptibles. La legislación actual sólo hace tres excepciones: crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y atentados terroristas.

Y en tercer lugar, los crímenes sexuales son, en general, difíciles de probar, sobre todo —y eso suele ocurrir en la mayoría de los casos— si han transcurrido muchos años desde la perpetración del acto. En el caso de que falten las pruebas necesarias, es perentorio aplicar el principio constitucional de ‘in dubio pro reo’.

Opiniones y objeciones

Una de las voces oponentes corresponde a la representante de la Asociación Suiza para la Protección de la Infancia (ASPI), Colette Marti, que señaló en el diario ‘Der Bund’ de Berna que “incluso el homicidio se prescribe después de un plazo de treinta años”, y pide, en cambio, más dinero para la investigación de la pedofilia y más medidas de prevención, “ya que aún se desconoce la cifra oscura”.

“En el caso por ejemplo de que hubo una relación sexual entre un adulto y una menor acordada por ambas partes, una inhabilitación profesional supondría una intromisión desmesurada en la biografía del adulto inculpado”, objeta Christian von Burg del citado diario bernés.

La psicóloga Regula Schwager, por su parte, de la Oficina de asesoramiento para niños y adolescentes víctimas de abusos sexuales de Zúrich, señaló en el cotidiano “Tagesanzeiger” que la Conferencia Suiza de Directores Cantonales de Enseñanza Pública (CDEP) lleva una ‘lista negra’ con todas las personas inhabilitadas. En cambio, “el registro de antecedentes criminales no es ninguna garantía que se puedan impedir en el futuro casos de abusos sexuales, ya que muchos sujetos de delitos sexuales no son enjuiciados.”

Incriminación de pedófilos

Una de las pocas expertas de la pedofilia que ofrece ayuda a jóvenes pedófilos en Suiza es Sylvia Tanner del Consultorio Privado de Paidofilia y Paidosexualidad. En una entrevista concedida a swissinfo, declaró que “las autoridades educacionales y judiciales ignoran por completo el trabajo de prevención realizado por agencias como la suya”, y alega: “Muchos procesos contra los incriminados tienen carácter vindicatorio. En muchos casos pueden poner en peligro la existencia, las perspectivas laborales y la reputación social de los inculpados de crímenes sexuales.”

Muchos adolescentes y jóvenes adultos de entre 15 y 25 años con inclinación pedófila pueden ser prevenidos a tiempo si reciben apoyo terapéutico institucionalizado después de su ‘coming-in’; “porque la pedofilia es simplemente otra orientación sexual, como pueden ser la heterosexualidad o la homosexualidad”. Según Tanner se tendría que dar más peso a la educación sexual en las escuelas.

swissinfo, Antonio Suárez Varela

La Asociación ‘Marche Blanche’ es una fundación de un grupo de padres con sede en Lausana. Se trata de una organización política y confesionalmente independiente que apoya a menores amenazados y víctimas de abusos sexuales.

Sus actividades políticas se plasman en iniciativas ciudadanas concretas como protestas silenciosas o peticiones parlamentarias.

Su objetivo central es impedir las reincidencias de condenados de delitos sexuales contra menores. Reivindica la introducción de mecanismos de control más estrictos porque califica de poco desalentadoras las penas impuestas contra criminales sexuales.

‘Marche Blanche’ reivindica la ejecución obligatoria de tres disposiciones después de efectuarse la condena contra un pedófilo convicto de abuso sexual:
1) Privación de cualquier actividad profesional relacionada con niños
2) Inscripción perpetua del crimen en el registro de antecedentes penales
3) Ordenación obligatoria de un tratamiento terapéutico para el transgresor condenado

La “pedofilia” o “paidofilia” designa una orientación sexual hacia niños que todavía no han alcanzado la pubertad. Esta atracción erótica o sexual del adulto puede dirigirse hacia niñas o niños y suele permanecer en el tiempo.

Las personas que tienen una inclinación hacia la pedofilia son designadas comúnmente como “pedófilos” o “paidófilos”. En el lenguaje común se consideran pedófilos tanto a las personas que sienten esta atracción como a las que la lleven a la práctica.

Hoy en día, sin embargo, muchos médicos y psicólogos especializados prefieren el uso de los términos “paidosexual” o “paidocriminal” para designar a personas acusadas de abuso sexual contra prepubescentes, ya que el sufijo “-filia” (que significa ‘amistad’ en griego) puede causar confusión.

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