Relator de la ONU: Junta birmana controla menos de la mitad del país pero aún es peligrosa
Ginebra, 19 mar (EFE).- La Junta birmana ha perdido el control de la mitad del país y también ha sufrido grandes bajas de sus tropas en el conflicto ante la oposición ciudadana y las «fuerzas de resistencia», pero aún sigue siendo «extremadamente peligrosa» y continúa sus asesinatos a civiles, aseguró este martes el relator de la ONU para Birmania (Myanmar), Thomas Andrews. En un debate sobre la situación en el país ante el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, el experto subrayó que en los últimos cinco meses se quintuplicaron los bombardeos contra objetivos civiles, mientras que el número de personas asesinadas o heridas por minas terrestres se duplicó el pasado año. El conflicto en el país asiático ha causado el desplazamiento de 2,7 millones de personas, y se espera que un millón más abandonen sus hogares este año, indicó el relator, quien denunció un programa de reclutamiento forzado «que ha llevado a muchos jóvenes a ocultarse, huir del país o unirse a las fuerzas de la resistencia». Andrews también recordó las violaciones sistemáticas de los derechos humanos de los rohinyá pese a las medidas provisionales dictadas por la Corte Internacional de Justicia para prevenir el genocidio de ese pueblo de religión musulmana, con más de un millón de integrantes huidos a la vecina Bangladesh desde 2016. Muchos rohinyá son objeto de los mencionados reclutamientos forzosos por parte de la Junta, «que intenta obligarles a unirse a las mismas fuerzas militares que les han atacado incesantemente y han cometido genocidio contra su comunidad», lamentó el relator de Naciones Unidas. El experto también indicó que en una Birmania sacudida por la represión y el conflicto desde el golpe de Estado de 2021 «las organizaciones criminales han encontrado un refugio seguro», convirtiendo al país en el mayor productor mundial de opio y en un centro global de las ciberestafas. Ante el Consejo de Derechos Humanos, el relator reiteró el llamamiento a que la comunidad internacional frene los abusos de la Junta impidiendo la llegada al país de armas y fondos para el régimen militar. En ese sentido, Andrews celebró que en 2023 se consiguió que la transferencia de armamento desde empresas radicadas en Singapur cayera un 83 %, después de que un informe desvelara que desde el país del sureste asiático se habían transferido armas por valor de 254 millones de dólares a la Junta con anterioridad. El relator finalizó su intervención urgiendo a la comunidad internacional a que inicie una estrategia de sanciones coordinadas para aislar a la Junta militar birmana, y a llevarla ante la Corte Penal Internacional por los posibles crímenes de guerra y contra la humanidad cometidos. EFE abc/fpa