Ruth Dreifuss deja la escena
La ministra del Interior se retira, dejando libre una de las 7 sillas dentro del gobierno colegiado helvético.
Dreifuss, la primera presidenta de Suiza en 1999, se ocupó de temáticas tan delicadas como el seguro de vejez, de enfermedad y de maternidad.
Ruth Dreifuss, elegida consejera federal el 10 de marzo de 1993 por La Asamblea Federal, quedará en la historia como el centésimo miembro del gobierno helvético.
Su elección estuvo rodeada de un suspenso digno de novela. El Partido Socialista había propuesto incialmente otra candidata para el puesto en el Ejecutivo helvético.
Se trataba de la sindicalista ginebrina Christiane Brunner, pero el 3 de marzo de 1993, la mayoría de los parlamentarios federales no votó por una mujer, sino por el consejero nacional socialista, Francis Matthey.
Tras una semana de indecisión, Matthey tiró la toalla, y surgió en escena el nombre de Ruth Dreifuss, una sindicalista de Berna, con estudios en Ginebra y origen en San Gall.
La ginebrina de adopción se convirtió en una candidata válida por su condición de mujer y su estrecha relación con la parte francófona del país. Dreifuss fue finalmente elegida el 10 de marzo de 1993.
El estilo Dreifuss
En abril remplaza en el gobierno colegiado helvético a su colega de partido, René Felber, y se hace cargo del Departamento del Interior, por decisión propia. Sabe que en esa cartera podrá luchar por el sistema social del país.
En los primeros días se consagra plenamente a esa temática, e intenta conocer los mínimos detalles. Un hecho que le valió las primeras críticas.
Algunos le reprocharían ser demasiado perfeccionista y no lo suficientemente eficaz como para saber delegar responsabilidades.
También recibió halagos, incluso de políticos de derecha. Se le reconocía una gran capacidad de escucha y buen dominio de los temas.
Pero Ruth Dreifuss se convierte, sobre todo, en el estilo de la sencillez. Un ejemplo: en una visita a un campo de refugiados macedonios en los Balcanes, decide subir al avión en el que viajaba a 20 refugiados. “Había sitio en el avión”, argumentaría entonces.
Popularidad en descenso
En 1999 es la cúspide de su carrera política. Ruth Dreifuss ocupa la presidencia de la Confederación.
Es la primera mujer en acceder a ese puesto, y la primera persona de confesión judía en ocupar el máximo puesto político del país, aunque no hay que olvidar que se trata, sobre todo, de un cargo honorario, rotativo, que asumen los 7 miembros del Gobierno colegiado con carácter anual.
Es así que Dreifuss se convierte en la primera “madre de la patria”, como la bautizarían pronto varios diarios nacionales.
Y será hasta el final, casi 10 años después de su entrada en el poder Ejecutivo suizo, que Dreifuss permanecerá en el Ministerio del Interior, pese a sus aptitudes evidentes para la política extranjera.
Pero ser la encargada de los casos internos conllevaba riesgos. La prolongación de la edad de retiro para las mujeres y el aumento constante de las primas del seguro de enfermedad, privado en Suiza, hicieron perder a Dreifuss popularidad entre la población helvética, cada vez más afectada por el aumento de las pólizas del seguro obligatorio.
La ministra también perdió parte de su crédito ante el sector político a raíz de la ley sobre el seguro de enfermedad. Sin embargo, resta ver si aquella persona que la sustituya, a partir de enero del 2003, hará mejor las cosas en un tema tan delicado como este.
swissinfo/Olivier Pauchard (adaptación)
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