Decisión zapatista: estrategia de defensa, estiman en Suiza
La reciente decisión de los zapatistas mexicanos de “borrar” de la escena pública la imagen de su principal dirigente, el subcomandante Marcos, causó sorpresa en la comunidad internacional. Asociaciones suizas que trabajan con México anticipan hipótesis y ratifican su apoyo a las comunidades indígenas.
Si el 1º. de enero del 1994 el levantamiento zapatista en Chiapas, México, se visualizó en el exterior a través del pasamontañas y la pipa del Subcomandante Marcos, su principal dirigente, hoy vuelve a la prensa internacional con el “adiós” de la emblemática figura.
La “desaparición pública” del personaje Marcos, expresa un “ajuste interno, una decisión coherente con todo lo que las comunidades zapatistas han hecho estas últimas dos décadas”, señala Anne-Marie Cruz, una de las responsable de la asociación Madre Tierra Suiza, que sostiene – a través de Madre Tierra México- diversos proyectos de permacultura y salud preventiva en Chiapas.
La decisión de “dar muerte” al subcomandante Marcos, opina, obedece a una estrategia de defensa del movimiento zapatista.
1º de enero de 1994, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) ocupa San Cristóbal de las Casas, Chiapas, y se da a conocer como organización indígena-campesina. Su nombre se inspira de Emiliano Zapata, uno de los caudillos de la revolución agraria mexicana de inicios del siglo XX.
Combate durante 11 días, con un saldo de un medio centenar de rebeldes muertos. El 12 de enero se inicia el diálogo.
Mediados 1996. El zapatismo convoca en Chiapas al Primer Encuentro Intercontinental por la Humanidad y contra el Neoliberalismo. Participan más de 3000 delegados de 42 países. Diversos analistas lo consideran como un antecedente importante del 1er Foro Social Mundial realizado en enero del 2001 en Porto Alegre, Brasil.
Septiembre 1997. Marcha de 1111 zapatistas hacia la capital mexicana para ampliar su propuesta a toda la ciudadanía.
22 diciembre 1997. Un comando paramilitar asesina 45 indígenas en la comunidad de Acteal. Hecho trágico todavía hoy impune.
Marzo 2001. Marcha de 23 comandantes zapatistas hacia la capital mexicana.
Enero 2006. Inicio de la Otra Campaña, recorrido paralelo al de los candidatos presidenciales, con el objetivo de crear una organización de izquierda a nivel nacional.
Febrero 2013. Arranca el relevo generacional en la dirección zapatista. Marcos presenta al subcomandante Moisés, quien a partir de mayo 2014 aparece como la figura central de la dirección.
A dos décadas de distancia
El último domingo del pasado mes de mayo en La Realidad, principal cuartel central del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), el mismo Marcos anunció la nueva etapa del movimiento revolucionario al proclamar “sus últimas palabras en público antes de dejar de existir”.
Según la reflexión zapatista, Marcos fue un “holograma construido colectivamente”. Una forma de personalizar la rebelión indígena. Y de atraer así la atención de la comunidad internacional, en particular de los medios informativos.
Dos décadas más tarde, ese dirigente mestizo convertido en la principal figura del movimiento no es más necesario. Hay una transformación generacional en marcha que refuerza la construcción en marcha, enfatiza el EZLN.
“Es nuestra convicción y nuestra práctica que para rebelarse y luchar no son necesarios ni líderes ni caudillos ni mesías ni salvadores. Para luchar solo se necesitan un poco de vergüenza, un tanto de dignidad y mucha organización”, enfatizó Marcos en su discurso de despedida.
“Nueva horizontalidad”
Anne-Marie Cruz, que acaba de visitar esa región hace apenas tres meses, subraya “la delicada situación de los movimientos sociales. Sujetos a grandes presiones, amenazas y represión por parte del Gobierno. Con líderes perseguidos, presos políticos en aumento y un clima de inseguridad preocupante”.
En ese contexto, la decisión de que la figura de Marcos desaparezca, “puede ser entendida también como un esfuerzo de protección y prevención hacia toda la dirigencia zapatista”, enfatiza.
“Si el poder llegara a golpear a una figura tan emblemática como la de Marcos –que concentraba hasta ahora, hacia afuera, la representatividad del movimiento-, las consecuencias para el zapatismo podrían ser nefastas”. De ahí que esa nueva horizontalidad de la dirección se convierte en el futuro en un escudo protector del zapatismo en su conjunto, precisa.
“Política estatal indigna hacia Chiapas”
Hipótesis que comparte el doctor Bernard Borel, presidente de Médicos del Mundo Suiza, organización no gubernamental activamente presente desde años en el sur-este mexicano.
“Me sorprendió y entristeció mucho enterarme a inicios de mayo del asesinato de un activo militante zapatista Juan Luis Solís Galeano, y en cuyo homenaje el subcomandante Marcos anunció el fin de su vocería pública”.
Todas las informaciones que recibimos de nuestras contrapartes en el terreno señalan ese aumento de la criminalización del movimiento social por parte de los gobernantes tanto del Estado de Chiapas como a nivel nacional, insiste el doctor Borel.
Lo que nos confronta ante una terrible paradoja: el incremento represivo al mismo tiempo que retroceden las políticas sociales, en particular a nivel de salud y educación, hacia las comunidades indígenas. “Es indignante, por ejemplo, comprobar los altísimos niveles de mortalidad materna en el parto o de mortalidad infantil en Chiapas, una de las regiones más empobrecidas de México, paradójicamente, uno de los países más ricos del continente latinoamericano”.
Plan de Gobierno
De acuerdo con datos oficiales avanzados por el Gobierno del Estado de Chiapas en su Plan 2013-2018, esa región ocupa el puesto 33 (el último) según el análisis de indicadores del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo Humano. El mismo contempla factores ligados a la educación, la salud y los ingresos.
Dicho documento oficial indica que solo 27 de los 122 municipios chiapanecos pueden demostrar un bajo grado de atraso. Según los índices oficiales para 2010, el 78.4% de la población se encuentra en situación de pobreza y 32,8% de pobreza extrema.
Situación que explica que Médicos del Mundo Suiza y otras tantas organizaciones helvéticas e internacionales sigan promoviendo proyectos en el sector de la salud preventiva y primaria, para dar respuesta a la ausencia creciente del Estado. “Es heroico el trabajo cotidiano de las comunidades indígenas chiapanecas. Para sobrevivir, mejorar, consolidarse, a pesar de las condiciones sociales tan difíciles que confrontan desde hace décadas y la represión creciente de la que son víctimas”, subraya el doctor Borel.
También de acuerdo con estadísticas oficiales del Estado de Chiapas, la población en pobreza alimentaria ha aumentado al pasar del 46.99% en 2005, a 50.89% en 2010.
Dilema “intrazapatista”
El anuncio del subcomandante Marcos sobre su rol futuro, “expresa en cierta forma la tensión propia del zapatismo: un proceso indígena-colectivo pero con un dirigente mestizo que ejerce un poderoso liderazgo”, explica a swissinfo.ch vía telefónica el analista mexicano Miguel Ángel Vásquez de la Rosa, responsable de comunicaciones de la organización EDUCA, con sede en Oaxaca.
Dilema que, sin embargo, sostiene Vásquez, “no creo que pueda ser considerado como responsabilidad total de Marcos, pues él siempre ha llamado a que la sociedad civil y los movimientos sociales jueguen un rol más activo y protagónico”.
Detrás del anuncio del dirigente zapatista, si se compara con una imagen futbolística, “siento que hay una invitación de la dirigencia del EZLN a la ciudadanía y a la solidaridad internacional a que bajen de las tribunas, dejen su rol de espectadores, y jueguen directamente el partido en la cancha”, concluye.
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