La solidaridad, antídoto contra la nostalgia
Llegaron hace alrededor de medio siglo. Venían con la idea de volver, pero les crecieron las raíces junto con sus hijos y el tiempo les quemó las naves. Hoy no solo figuran en las estadísticas de la migración, sino también de la tercera edad.
La Asociación para Mayores Hispanohablantes de Berna los acompaña.
“Nuestro objetivo es brindar una estructura a los jubilados para que puedan reunirse, intercambiar con personas de su edad, hablar sobre sus problemas, tener una vida activa”, explica Susana Fankhauser, artífice del proyecto que nació en 2006 y que es también una base de apoyo para la población concernida.
Entre las más nutridas olas migratorias de aquel tiempo estaban los españoles. Algunos comenzaron la mudanza como “trabajadores golondrinos”, que vivían en Suiza por el tiempo limitado que les permitía su visado hasta que les otorgaban el derecho a quedarse y a traer a los suyos.
“Y aunque poco a poco fueron integrando a sus familias, seguían pensando que su estancia en Suiza era solo pasajera y que luego de la jubilación volverían a su país”, subraya Susana Fankhauser en entrevista con swissinfo.ch.
La mayoría de los españoles que dejaron el país en ese entonces lograron permanecer fieles a su propósito de desandar el camino. Sin embargo, muchos advirtieron un día que era más lo que tenían aquí que lo que les quedaba allá, y no volvieron.
“Una vez que sus hijos crecieron y aprendieron una profesión, se casaron y tuvieron hijos ellos mismos, quisieron quedarse. Entonces, les resultó muy difícil regresar y dejar aquí a los hijos y a los nietos. Más aún cuando habían fallecido muchos de los amigos y familiares que habían quedado en España”.
Vejez del Nuevo Mundo…
Ahora, al llegar a la edad de la jubilación, la Asociación para Mayores Hispanohablantes de Berna les propone un sitio de encuentro, pero no solo eso, y no solo a ellos: En otras circunstancias, con otras historias, y en menor cuantía, pero desde hace 30 o 40 años, muchos latinoamericanos han llegado a Suiza.
“También estamos envejeciendo aquí “, subraya Susana Fankhauser, creadora de la Asociación y una de las personalidades más reconocidas en el campo suizo de la integración. En noviembre pasado, esta psicóloga mexicana obtuvo el premio de la Fundación Dr. J.E. Brandenberger, destinado a aquellos que destacan por su labor en favor de la sociedad.
Fue la primera inmigrante en recibir ese galardón y le fue atribuido por sus esfuerzos en la construcción de puentes entre sociedad local y personas venidas de otros países. Su propio caso: Hace 35 años, con sus diplomas universitarios de México y de París, su experiencia de vida en el extranjero, y del brazo de su marido europeo, Susana llegó a instalarse a la Confederación.
Empero, y pese a ese bagaje, tuvo que esforzarse para entender las claves del país al que llegaba. Una vez logrado, emprendió una serie de estrategias para facilitar el camino a los que arribaron más tarde, a través de asociaciones y redes sociales de apoyo, amén de su participación, con las autoridades locales, en los campos de la migración y la integración.
Incansable, creó más tarde la Asociación para Mayores Hispanohablantes de Berna, ya no en favor de los nuevos venidos, sino de los inmigrantes de larga data, pero siempre con el propósito de tender una mano solidaria.
Este proyecto incluye cursos en diversos rubros: expresión corporal, gimnasia, idiomas; computación; conferencias en temas de interés para las personas mayores tanto en materia de salud como de seguridad social; el programa de la Universidad de la Tercera Edad y, por supuesto, aperitivos al término de todos los encuentros para que los participantes puedan departir.
… y de origen local
“En nuestra asociación tenemos más o menos un 70% de españoles, un 20% de latinoamericanos y un 10% de suizos”, precisa nuestra interlocutora. A éstos últimos les mueve la idea de practicar su español, pero sobre todo, de compartir la alegría y la calidez de los hispanoparlantes.
En 2010, la Asociación recibió el Premio del Oso de Plata, con el que Pro Senectute distingue a personas o entidades que destacan por su labor en favor de la tercera edad.
“Cuando las personas se hacen mayores, el lugar de donde vienen.. su lengua materna… se hacen cada vez más importantes. El proyecto de Susana Fankhauser ofrece la posibilidad de reunirse a personas que comparten el idioma. Es un proyecto muy importante”, subraya Nicole Stutzmann, de la Oficina para la Tercera Edad de la ciudad de Berna.
Las autoridades bernesas y la Asociación llevan a cabo una serie de sesiones informativas en diversos barrios de la capital, a fin de informar a los vecinos mayores sobre el abanico de ofertas a su disposición. La “gira” se inscribe en el marco de este 2012 , Año Europeo del Envejecimiento Activo y de la Solidaridad Intergeneracional.
Además, y también como contribución al acercamiento entre jóvenes y mayores, los miembros de la Asociación tienen previstas actividades como un encuentro con adolescentes de la Escuela española de Berna para explicarles el funcionamiento de la entidad y la lectura de cuentos para los más pequeños.
Sin embargo, subraya Susana Fankhauser, entre los miembros de la comunidad hispanohablante hay una gran solidaridad. Fenómenos como la pobreza o exclusión, que se advierten en Suiza entre pensionados, afectan menos al sector que nos ocupa:
“Algo que encuentro muy positivo dentro de esta población de mayores de habla española es que la familia los sostiene mucho y es una gran diferencia con los mayores suizos. Aquí, con los mayores españoles y latinoamericanos, siempre hay la familia que está al lado, los amigos que están al lado; es decir, el contexto social es muy rico y eso puede compensar otras pobrezas”.
El año 2012 fue declarado ‘Año Europeo del Envejecimiento Activo y de la Solidaridad Intergeneracional’ por la Unión Europea.
Promueve la vitalidad y la dignidad de todos.
Objetivos:
Sensibilizar a la sociedad en general sobre el valor del envejecimiento activo y sus distintas dimensiones.
Garantizar que se le conceda una posición prominente en las agendas políticas de las partes interesadas a todos los niveles, a fin de destacar, y de apreciar en mayor medida, la valiosa contribución que las personas de más edad hacen a la sociedad y a la economía.
Promover el envejecimiento activo, la solidaridad intergeneracional y la vitalidad y dignidad de todas las personas, y esforzarse más por movilizar el potencial de las personas mayores, independientemente de su origen, posibilitando que lleven una vida independiente.
Estimular el debate y el intercambio de información, y desarrollar el aprendizaje mutuo entre los Estados miembros y las partes interesadas a todos los niveles, para promover políticas de envejecimiento activo, identificar y difundir las buenas prácticas y fomentar la cooperación y las sinergias;
Ofrecer un marco para asumir compromisos y realizar acciones concretas que permitan a la Unión, a los Estados miembros y a las partes interesadas a todos los niveles, con la participación de la sociedad civil, los interlocutores sociales y las empresas, y haciendo especial hincapié en el fomento de las estrategias de información:
Desarrollar soluciones, políticas y estrategias a largo plazo innovadoras, incluidas las estrategias globales de gestión de la edad relacionadas con el empleo y el trabajo, mediante actividades específicas.
Perseguir objetivos específicos en relación con el envejecimiento activo y la solidaridad entre las generaciones;
Promover actividades que sirvan para luchar contra la discriminación por razón de edad, superar los estereotipos relacionados con la edad y eliminar barreras, en particular por lo que respecta a la empleabilidad.
Fuente: Unión Europea
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