Una bacteria denominada enterococo resistente a la vancomicina (ERV), idéntica a una cepa bacteriana que ha provocado infecciones en nosocomios de Australia y Nueva Zelanda, se ha incrementado en los hospitales suizos desde principios de año.

Un primer pico se registró en el Hospital Universitario de Berna (InselspitalEnlace externo), y otros casos han sido detectados en el resto del cantón de Berna y en el Valais.

La cepa emergente de esa bacteria es resistente a la vancomicina convencional y a otros antibióticos del grupo de los glicopéptidos.

El VRE es idéntico a una cepa bacteriana que desde hace cinco o seis años ha causado infecciones en hospitales de Australia y Nueva Zelanda, indicó la Oficina Federal de Salud Pública (OFSPEnlace externo) en una carta enviada a los médicos cantonales y a otras organizaciones concernidas.

Por lo tanto, puede concluirse que el ERV fue introducido en Suiza por personas de esas regiones o que viajaron a ellas. Según la misiva, a la que tuvo acceso la agencia suiza de noticias (ATS), más de 150 pacientes en Suiza están infectados con ERV, y el 90% de ellos no mostraron síntomas. En pocos casos se desarrolló una infección la cual pudo ser tratada con el antibiótico daptomicina.

Un estudio realizado a escala nacional por swissnosoEnlace externo, el centro nacional de prevención de infecciones nosocomiales, señaló en la primavera pasada que se esperaban más infecciones por ERV en toda Suiza.

A inicios de año se observó un pico de esas infecciones en el Inselspital y en otros dos nosocomios del mismo grupo, así como en otros cantones. Un monitoreo nacional sobre la resistencia a los antibióticos también confirmó la tendencia al alza.

Aislamiento de personas afectadas

swissnoso y la OFSP trabajan de manera coordinada contra la propagación de la bacteria, señaló Daniel Dauwalder, portavoz de la oficina de salud, a la ATS.

Hasta nuevo aviso, los pacientes que han estado expuestos al ERV son evaluados antes de ser transferidos a algún otro hospital. Si la prueba no ha sido concluida en el momento de la llegada a la nueva institución, esta última debe ser notificada.

Los portadores del ERV deben estar aislados. El personal de enfermería debe tomar medidas de higiene adicionales, por ejemplo, cambiarse de bata al salir de la habitación.

Cualquiera persona que haya estado en contacto con un paciente con ERV debe someterse a pruebas clínicas y estar lo más aislada posible. Para garantizar la no contaminación, tres análisis deben dar negativo con una semana de diferencia entre cada uno.

El ERV puede causar infecciones, especialmente en pacientes inmunodeprimidos, y tener graves consecuencias con una forma de envenenamiento de la sangre, por ejemplo. La terapia está severamente limitada debido a las múltiples resistencias, lo que hace del ERV un problema temible.

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